Bruselas acusa a Marlboro y Winston de repartirse en secreto el contrabando de tabaco

La Uni¨®n Europea ha acusado a las tabacaleras de fijar los precios y organizar directamente las redes de contrabando de tabaco en Europa, tras una reuni¨®n que se celebr¨® clandestinamente en Nueva York en 1992. En su denuncia contra las compa?¨ªas Reynolds y Philip Morris, la UE tambi¨¦n asegura que Philip Morris destruy¨® cientos de documentos que la relacionaban con el tr¨¢fico ilegal de cigarrillos.

La Uni¨®n Europea ha acusado a las tabacaleras de fijar los precios y organizar directamente las redes de contrabando de tabaco en Europa, tras una reuni¨®n que se celebr¨® clandestinamente en Nueva York en 1992. En su denuncia contra las compa?¨ªas Reynolds y Philip Morris, un documento de 188 p¨¢ginas presentado el pasado lunes en el tribunal del distrito Este de Nueva York, la UE tambi¨¦n asegura que Philip Morris destruy¨® cientos de documentos que la relacionaban con el tr¨¢fico ilegal de cigarrillos.El documento de la UE menciona un encuentro secreto celebrado hace ocho a?os. "Una conspiraci¨®n entre Philip Morris y otras tabacaleras para fijar el precio de los cigarrillos de contrabando empez¨® con una reuni¨®n en el aeropuerto de J.F. Kennedy, en Nueva York, el 14 de febrero de 1992. Al encuentro asistieron Peter Schreer (presidente del ¨¢rea latinoamericana de Philip Morris) y Fred Hauser (vicepresidente para Centroam¨¦rica)".

Fijar precios

Durante esta entrevista, las tabacaleras "se encontraron por primera vez para fijar el precio y coordinar el contrabando de sus respectivas marcas". Le sigui¨® otra reuni¨®n el 5 de agosto del mismo a?o, siempre en ese aeropuerto. Esta pr¨¢ctica -asegura la denuncia- se repiti¨® a lo largo de los 90. Los cigarrillos de contrabando se conoc¨ªan bajo las siglas DNP, (Duty non paid, es decir, libre de impuestos). Los clientes relacionados con el contrabando tambi¨¦n ten¨ªan su apodo: Tax Free Customer (clientes libres de impuestos).El texto de la UE asegura que en los 90 Philip Morris "destruy¨® documentos relacionados con sus llamados clientes libres de impuestos y ocult¨® su directa participaci¨®n en operaciones de contrabando". "Del 29 de noviembre al 3 de diciembre de 1998, Geoffrey Bible Philip Morris organiz¨® una serie de encuentros en Boca Rat¨®n (Florida) para tomar medidas agresivas contra lo que se percib¨ªa como amenazas contra los intereses mundiales ".

El encuentr¨® culmin¨® en el llamado Plan de acci¨®n de Boca Rat¨®n. Uno de sus principales elementos era el Plan de retenci¨®n de documentos, por el que desaparecieron de las oficinas de la compa?¨ªa en Nueva York, en Park Avenue, al menos 43 cajas de documentos "relacionados con lo que Philip Morris ha descrito abiertamente como clientes libres de impuestos. Otros archivos "se mandaron a Ecuador". Esta eliminaci¨®n de documentos comprometedores "se practica desde los a?os 70".

La Uni¨®n Europea asegura que Philip Morris complic¨® sus redes de distribuci¨®n para borrar las pistas sobre el tabaco que se utilizaba luego para el contrabando. Exportaba la mercanc¨ªa a B¨¦lgica -que luego la distribu¨ªa al resto de Europa-, Centroam¨¦rica y el Caribe, que a su vez volv¨ªan a exportar los cigarrillos al viejo continente.

Espa?a, puerta de entrada

Si para Reynolds Espa?a era la puerta de entrada al mercado europeo, B¨¦lgica lo era para Philip Morris "porque sus puertos y sus zonas industriales eran dif¨ªcilmente controlables". La denuncia asegura que los ejecutivos de la empresa sab¨ªan perfectamente que B¨¦lgica se hab¨ªa convertido en un centro de contrabando.Otra de las v¨ªas intermediarias que utilizaba la tabacalera era la zona libre de impuestos de Col¨®n, en Panam¨¢, donde se exportaban grandes cantidades de cigarrillos que acababan en Europa, "algo que se ha estado haciendo en estos ¨²ltimos 10 a?os y que sigue practic¨¢ndose".

Las v¨ªas de contacto tambi¨¦n eran algo enrevesadas para sembrar confusi¨®n. Las empresas de contrabando hac¨ªan sus pedidos por tel¨¦fonos en "remotas oficinas como las de Uruguay". Los pagos se tramitaban a trav¨¦s de Maraval, una empresa con sede en Suiza que serv¨ªa de contacto para las redes en Europa. Los pedidos se distribu¨ªan a trav¨¦s de otra compa?¨ªa helv¨¦tica, Weitnauer que centraliz¨® la mayor¨ªa de la mercanc¨ªa a partir del 97.

Uno de los mercados privilegiados de contrabando de Philip Morris sigue siendo Gran Breta?a. "Al menos desde octubre de 1995 hasta abril de 1997, Philip Morris suministr¨® grandes cantidades de cigarrillos a grupos de contrabando en el Reino Unido, que a su vez los distribu¨ªan al resto de los estados de la UE". Varios cargamentos con destino a Marruecos acabaron en Espa?a.