Ni?era 'on line'

Sandra Friederici contempla a su hija Natacha de 18 meses a trav¨¦s de la pantalla de ordenador de su casa, mientras la peque?a juega con sus compa?eros de colegio. Ajena a la mirada de su madre, la ni?a se muestra "m¨¢s natural y sociable que en casa", lo que sorprende gratamente a su progenitora que no la pierde ojo, pese a que la imagen es un tanto borrosa. Hasta este momento Sandra no pod¨ªa imaginar que la menor de sus dos hijas chapurrease espa?ol adem¨¢s de ingl¨¦s, su lengua nativa. "Ha sido inesperado, en casa siempre es una guerra con su hermana, mientras que en la escuela es diferente totalmente y se la ve feliz", asegura esta joven brit¨¢nica. Tambi¨¦n los abuelos han podido contemplar a su nieta desde Inglaterra y Alemania, sin que los miles de kil¨®metros que les separan haya supuesto impedimento alguno.Desde que la guarder¨ªa infantil biling¨¹e La Latina de Marbella instal¨® una web-cam en sus instalaciones han sido muchos los padres que se han conectado a Internet para ver a sus reto?os en directo, ya sea a trav¨¦s de los ordenadores de sus casas o de sus trabajos. En los siete d¨ªas que este sistema on line lleva en funcionamiento, la p¨¢gina de la escuela ha registrado unas 300 entradas, procedentes de distintos puntos del planeta. Esto no es nada extra?o ya que el 60% de los 50 alumnos, de edades comprendidas entre los cuatro meses a tres a?os, proceden de pa¨ªses como Rusia, India, Filipinas, China, Italia, Francia, Inglaterra o Australia.

Precisamente la distancia que separa a los familiares de los peque?os fue la raz¨®n principal que llev¨® a su directora, Teresa Gonz¨¢lez, a plantearse establecer este servicio, pionero en nuestro pa¨ªs. "El motivo fundamental ha sido el acercamiento de los ni?os a los allegados que dejaron en sus lugares de origen, y que estos puedan seguir su crecimiento", explica Teresa. De hecho la madre de Sandra ha sido una de las que han seguido con detenimiento las actividades de su nieta en la ¨²ltima semana, y de paso ha aprovechado para felicitar a su hija "por el nuevo peinado" de la peque?a Natacha. "Para mi familia ha sido muy importante, porque quieren ver a mis dos hijas lo m¨¢ximo posible, con las que est¨¢n muy unidas", aclara Sandra.

Pero no todo han sido facilidades. Desde que se le ocurri¨® lo que muchos definen como "una fabulosa idea", Teresa Gonz¨¢lez, de 30 a?os, ha tenido que luchar contra todo tipo de problemas. En primer lugar tranquilizar a los padres sobre la "seguridad" del sistema, al que s¨®lo se puede acceder a trav¨¦s de una contrase?a que se cambia cada tres semanas, y que s¨®lo conocen los progenitores. Tambi¨¦n tuvo que buscar el respaldo de organismos internacionales como la ONU, uno de cuyos delegados redact¨® una carta para pedir la autorizaci¨®n escrita de los tutores de los ni?os. Luego hubo que resolver el tema t¨¦cnico. Se instalaron nuevos cables y l¨ªneas telef¨®nicas, se cre¨® una p¨¢gina web y fue necesario cambiar las c¨¢maras de sitio en numerosas ocasiones para evitar destellos y ocultarla a los peque?os.

Adem¨¢s en los pr¨®ximos d¨ªas se tratar¨¢ de poner un v¨ªdeo con mayor resoluci¨®n para que la imagen, todav¨ªa borrosa, sea m¨¢s n¨ªtida. Todas estas reformas no supondr¨¢n, seg¨²n Teresa, incremento alguno en el precio que los padres pagan por la guarder¨ªa.

De momento el servicio on line se limitar¨¢ a dos horas al d¨ªa, y se ir¨¢ desplazando por las diferentes instalaciones del centro educativo, de forma que los padres puedan ver todas las actividades que realizan sus peque?os, desde los juegos infantiles hasta la comida, lo que si duda sorprender¨¢ a m¨¢s de uno.