Las entra?as del Kursaal
Una quincena de miembros del FAD visita en detalle el edificio que premi¨® este a?o.
Lo m¨¢s espectacular ni siquiera estaba en el programa. En cuanto el s¨¢bado pasado cay¨® la noche sobre la bah¨ªa de La Concha, emergi¨® tras la ciudad la luna llena, tan enorme como luminosa y sorprendente. Fue el mejor tel¨®n de fondo para la quincena de miembros del FAD (Fomento de las Artes Decorativas), el organismo que anualmente otorga los premios de arquitectura m¨¢s importantes de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica, que paseaban por la mejor atalaya de la ciudad, los jardines del palacio Miramar.El motivo de su visita no era, obviamente, ver el atardecer ,sino palpar la ciudad en la que se levanta el edificio que este a?o ha premiado el FAD como el mejor construido en toda la pen¨ªnsula, el Kursaal de Rafael Moneo. El grupo de arquitectos y dise?adores catalanes realiz¨® una singular visita a los cubos despu¨¦s de haber visitado Chillida-Leku y antes de estar en Miramar.
El edificio del Kursaal no era un desconocido para ellos, pero en este caso el objetivo era descubrir sus entra?as, su trastienda y su dise?o al detalle. Durante varias horas recorrieron algunos de los recovecos vetados al resto de los visitantes y del p¨²blico. "Es de apariencia tan sencilla que ellos, que saben qu¨¦ hay debajo, quer¨ªan saber c¨®mo se ha resuelto", explica el arquitecto Ignacio Quemada, miembro del equipo de Moneo, que ejerci¨® de gu¨ªa. Les ense?¨® cada rinc¨®n, desde el sistema del aire acondicionado hasta el de iluminaci¨®n, los materiales, todos esos elementos imprescindibles en un lugar como el Kursaal pero al que el com¨²n de los mortales no suele prestar atenci¨®n. S¨®lo se acuerda de ellos cuando no funcionan o lo hacen mal. Lo que al grupo le interesaba era conocer las soluciones concretas halladas por el equipo de Moneo para resolver los desaf¨ªos t¨¦cnicos que se ocultan tras esa apariencia de austera sencillez del edificio.
Los miembros del FAD se quedaron con las ganas de caminar por el angosto pasillo -unos dos metros y medio de ancho- que queda entre los dos gruesos cristales que constituyen las paredes de los cubos. No hubo manera de conseguir la llave. S¨ª pudieron caminar en cambio por lo que ser¨ªa la buhardilla, lo que queda sobre las salas.
En el museo Chillida conocieron en detalle el caser¨ªo remodelado y el jard¨ªn que el escultor ha convertido en una de sus obras. Una sola pega le encontr¨® a Chillida-Leku el presidente del FAD, Ram¨®n Bigas: "Si no fuera por el ruido de la carretera, ser¨ªa el para¨ªso", sentenci¨®. Despu¨¦s, tras contemplar la luna, conocieron en detalle los avatares de la renovaci¨®n del Palacio Miramar y una s¨ªntesis de la historia urban¨ªstica de San Sebasti¨¢n y Bilbao. Bigas asegur¨® echar en falta en la capital donostiarra "una sociedad civil que promueva la cultura, que no deje todo en manos de la Administraci¨®n".
La excursi¨®n del pasado fin de semana llev¨® tambi¨¦n a los miembros del FAD a Navarra, el domingo, a un club de golf y a la sede de la Fundaci¨®n Oteiza en Alzuza, ideada por el recientemente fallecido Javier Sa¨¦nz de Oiza.
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