?Un campeonato de Segunda?

La Liga francesa, en el transcurso de los ¨²ltimos 10 a?os, ha coronado campeones tramposos -el Marsella de Bernard Tapie-, equipos sin seguidores -el M¨®naco juega en un recinto que s¨®lo llenan los visitantes-, clubes cuyo estadio tiene m¨¢s capacidad que habitantes la ciudad -Lens- o sociedades que son gestionadas como si de una familia de seminaristas se tratara -Auxerre-. Tambi¨¦n ha tenido campeones l¨®gicos, el Par¨ªs Saint-Germain. Hoy, la Liga est¨¢ descubriendo al Sedan, en cabeza desde la jornada 14.Su liderato permite hablar una vez m¨¢s de la famosa "rebeli¨®n de los modestos", pero lo cierto es que sus ¨¦xitos s¨®lo son relativamente inesperados. La historia reciente nos recuerda que, entre 1995 y ahora, el Sedan ha subido de categor¨ªa en tres oportunidades y en 1999, cuando a¨²n estaba en Segunda, ya fue finalista de la Copa. Otros equipos modestos -el Lille, actualmente cuarto-, el Troyes, quinto, y el Guingamp, sexto, ponen semana tras semana en rid¨ªculo al PSG de Anelka, al Lyon de Anderson, al Monaco de Simone o al Marsella de Ngotty. Los ¨¦xitos de clubes pertenecientes a peque?as ciudades han sido interpretados de distintas maneras. Para unos es el resultado de una pol¨ªtica fiscal que impide a los poderosos retener a sus estrellas, casi todas ellas jugando en la actualidad en los campeonatos ingl¨¦s, italiano o espa?ol. La Liga francesa se habr¨ªa nivelado, pero por abajo. Para otros Sedan, Lille o Troyes andan en lo alto de la clasificaci¨®n, sencillamente, porque sus jugadores no son meros mercenarios.