Hay que unir esfuerzos JOSEP M. FABREGAT

Ante la pregunta de si son necesarias m¨¢s infraestructuras en Barcelona y toda su ¨¢rea de influencia, s¨®lo cabe una respuesta y ¨¦sta es, evidentemente, afirmativa. No solamente para el desarrollo de toda la regi¨®n metropolitana de Barcelona, sino para toda Catalu?a. Obras como la ampliaci¨®n del aeropuerto de El Prat, el t¨²nel de Horta, el tranv¨ªa del Baix Llobregat, la ampliaci¨®n de la Ronda Litoral, el cuarto cintur¨®n y todas aquellas que se desarrollan en el Plan del Delta del Llobregat, as¨ª como la ampliaci¨®n del metro, ya deber¨ªan estar en funcionamiento.La Barcelona preol¨ªmpica tuvo, por encima de todo, la voluntad de todas las administraciones para desarrollar nuevas infraestructuras, pero fue a partir del periodo posol¨ªmpico (1993-96) cuando Barcelona, y tambi¨¦n Catalu?a, se vio castigada y menospreciada por la inversi¨®n del Estado espa?ol, en esos a?os gobernado por el PSOE. Hoy en d¨ªa resulta mucho m¨¢s necesario que todas las administraciones tengan la voluntad de acuerdo que incluso los mismos proyectos. No podemos permitir que contin¨²e cayendo la inversi¨®n extranjera en Barcelona ni que las inversiones en la llamada sociedad de la informaci¨®n se hagan mayoritariamente en Madrid. Y todo ello, entre otros factores, debido al retraso de las infraestructuras.

Por otro lado, tambi¨¦n cabe se?alar que el Gobierno del PP, desde el Partit Popular de Catalunya y tambi¨¦n gracias a la influencia del Grupo Popular en el Parlament, ha conseguido desbloquear y que se inicien la mayor¨ªa de estas obras. Entre otras, la depuradora del Baix Llobregat, la finalizaci¨®n de la autov¨ªa del Baix, la pata sur, as¨ª como que finalmente se hayan podido incluir en el Plan Director de Infraestructuras del ?rea Metropolitana -para el periodo 2001-2010- actuaciones ferroviarias por un valor pr¨®ximo a los 200.000 millones de pesetas.

Los pr¨®ximos a?os son claves para poder afrontar los retos de la globalizaci¨®n. Para ello ser¨¢ necesario que todas las administraciones, dejando de lado el color pol¨ªtico, sean capaces de llegar a acuerdos para poder recuperar, ya no un equilibrio interno en Catalu?a, sino el peso que les corresponde ante el conjunto del Estado y tambi¨¦n de Europa. Una apuesta clara por unir esfuerzos que ha de ir acompa?ada por una posici¨®n decidida para incluir en los presupuestos, tanto del Estado como de la Generalitat, las partidas necesarias para que estas infraestructuras sean una realidad.

Josep M. Fabregat es diputado del Partit Popular de Catalunya y presidente de la comisi¨®n de pol¨ªtica territorial del Parlament.