El Madrid frena su ca¨ªda en picado

Cuatro derrotas consecutivas hab¨ªan golpeado con dureza al Madrid, que se hab¨ªa convertido en un equipo inseguro, de tono menor, incapaz de superar el m¨¢s m¨ªnimo contratiempo. Ayer, el conjunto de Scariolo fren¨® lo que no dejaba de ser una ca¨ªda en picado. Lo hizo en terreno del Gij¨®n, un modesto donde los haya, que adem¨¢s se encontr¨® sin sus dos p¨ªvots titulares, Stack y Guill¨¦n. Demasiado lastre. Demasiada desventaja incluso ante el peor Madrid posible. Que no fue el que se vio ayer porque Struelens y Meek gobernaron sin problemas bajo los aros. Por lo dem¨¢s, la mejora del Madrid result¨® m¨ªnima, insustancial. Ra¨²l L¨®pez acumul¨® enseguida tres personales y el mando lo asumi¨®, durante m¨¢s minutos de los que son habituales, un Roberto N¨²?ez que supo manejarse con determinaci¨®n.Sin embargo, al Madrid le cost¨® horrores sentirse a gusto, lo que s¨®lo consigui¨®, y porque no le qued¨® m¨¢s remedio, en los minutos finales. De hecho, al descanso se lleg¨® con el conflicto sin resolver (34-36). Y tard¨® en resolverse porque el Madrid, a la hora de perder balones, se maneja como nadie. El norteamericano Roe (26 puntos y 10 rebotes) mantuvo vivo al Gij¨®n en ataque, mientras en el Madrid jugadores a menudo determinantes, como Alberto Angulo, certificaron que viven tiempos de penuria. Milic volv¨ªa a demostrar que es capaz de conseguir 14 puntos sin inmutarse y que tiene todos los problemas del mundo en el tiro lejano. Las personales golpearon al Gij¨®n y, en el Madrid, todo qued¨® en manos del de siempre -Herreros- y de sus dos hombres. Respondi¨® Herreros, respondieron Meek y Struelens y el conjunto blanco atrap¨® una victoria tan gris como imprescindible.