"Har¨¦ todo lo posible para rescatar lo que queda del proceso de paz"
Es el hombre m¨¢s odiado de Israel. Mohamed Dajlan, jefe de la polic¨ªa palestina en Gaza (Seguridad Preventiva) y miembro del equipo negociador en el proceso de paz con los israel¨ªes, acaba de salir indemne del peor bombardeo de su vida.Como si los misiles no le afectaran, anunciaba ayer desde su despacho oficial su firme determinaci¨®n a continuar esforz¨¢ndose por restablecer un di¨¢logo con el enemigo, "como ¨²nica soluci¨®n para los dos pueblos".
"Har¨¦ todo lo posible para rescatar lo que queda del proceso de paz", recalc¨® con firmeza este alto funcionario, l¨ªder de un embri¨®n de ej¨¦rcito, compuesto por m¨¢s de 30.000 hombres y al que algunos llaman "la mano armada de Yasir Arafat".
"No tengo miedo a que me maten. No voy a cambiar mi estilo de vida ahora. Sigo yendo todos los d¨ªas a trabajar al mismo sitio. Tengo 40 a?os. No necesito vivir un d¨ªa m¨¢s. Si me sucede alguna cosa, tengo colegas que me pueden sustituir y vengar", afirmaba ayer con un cierto tono de burla e iron¨ªa el jefe de la polic¨ªa palestina en Gaza mientras trataba de minimizar los ataques vertidos contra ¨¦l por el movimiento colono radical, que ha puesto precio a su cabeza, o por la derecha nacionalista israel¨ª, que ha pedido en voz alta al Ej¨¦rcito que lo mate.
Estos sectores de la sociedad israel¨ª acusan a Mohamed Dajlan de mover los "hilos secretos de la Intifada", de enviar a sus hombres a participar en operaciones secretas inconfesables, como el ataque el pasado s¨¢bado a un asentamiento jud¨ªo en Gaza, donde un oficial de sus tropas asesin¨® a dos soldados, o incluso de estar detr¨¢s del atentado con bomba que explot¨® el lunes al paso de un autob¨²s escolar, en el que murieron dos colonos y resultaron heridos cinco ni?os.
"Si quisiera hacer algo contra Israel no lo har¨ªa a escondidas. Lo har¨ªa directamente. Los israel¨ªes deben darse cuenta de que durante seis a?os he estado trabajando en el proceso de paz y tratando de proteger a Israel".
"Sin embargo, los israel¨ªes ahora sue?an con que les estoy atacando", afirma Dajlan, poniendo de manifiesto no s¨®lo su voluntad de paz, sino tambi¨¦n la de todo el pueblo palestino, aunque reconoce que la situaci¨®n se ha puesto dif¨ªcil y que "nadie puede prever con exactitud la reacci¨®n furiosa de la gente, que se siente herida o que ha tenido alg¨²n familiar que ha muerto en la Intifada".
Mohamed Dajlan reconoce con absoluta sinceridad que tiene problemas para controlar la calle ya que es muy dif¨ªcil "poner coto a sus sentimientos, incluidos los de los polic¨ªas, que adem¨¢s de funcionarios son hombres".
Pero a esta dificultad se le a?aden otras cuestiones puramente estrat¨¦gicas en este momento, como la imposibilidad de reunirse a diario con sus oficiales e impartir las ¨®rdenes correctas, emanadas de la Autoridad Palestina.
"En la situaci¨®n que estamos ahora es muy dif¨ªcil que los oficiales puedan ir al trabajo. Gaza est¨¢ dividida por los israel¨ªes en tres partes. No vivimos en circunstancias normales. Habitualmente pasaban a diario por estas oficinas unos 500 mandos, pero hoy s¨®lo lo hacen una treintena".
?Qui¨¦n les garantiza que cuando vengan aqu¨ª no van a ser bombardeados por los israel¨ªes?", se preguntaba el responsable de la Seguridad Preventiva, pensando quiz¨¢s en el cuartel de Alabidin, el m¨¢s importante de la ciudad, que fue atacado el pasado martes por la noche con 17 misiles y que qued¨® gravemente da?ado.
El jefe de la polic¨ªa de Gaza no era ayer, aparentemente, un hombre inmerso en la ira, parec¨ªa simplemente dolido. No dejaba de afirmar una y otra vez que Israel "debe darse cuenta de que est¨¢ tratando con personas", pero que incluso "si fu¨¦ramos esclavos, tenemos el derecho a rebelarnos" y a "liberar nuestra patria", y que en definitiva "no queremos tomar Haifa o Tel Aviv", sino simplemente "vivir en Gaza, en Cisjordania y en Jerusal¨¦n Este". "Tenemos derecho a vivir", a?ade Mohamed Dajlan.
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