Un federalista en el pa¨ªs de las paradojas
Ernest Lluch buscaba en la historia explicaciones para una Catalu?a que consideraba contradictoria
"Catalu?a es un pa¨ªs de paradojas", sol¨ªa repetir Ernest Lluch. A este catedr¨¢tico de Historia de las Doctrinas Econ¨®micas de la Universidad de Barcelona le resultaba contradictorio que en la industrial Catalu?a hubiese triunfado un anarcosindicalismo de corte ruralista. Y no dejaba de sorprenderle que Sabadell, una ciudad tan industrial, pudiese ser la patria del integrismo de F¨¨lix Sard¨¤ Salvany, autor de El liberalismo es pecado. La historia era uno de los recursos que utilizaba el ministro de Sanidad del primer Gobierno de Felipe Gonz¨¢lez para explicar el presente.Frente al uniformismo borb¨®nico siempre defendi¨® la descentralizaci¨®n de los Austrias. Contra las posiciones jacobinas del propio PSOE, levant¨® la bandera del federalismo maragalliano. Nunca ocult¨® sus preferencias por Joaqu¨ªn Almunia cuando ¨¦ste tuvo que medirse en elecciones primarias con Josep Borrell, en febrero de 1998.
El ex ministro socialista, nacido el 21 de enero de 1937 en la localidad de Vilassar de Mar, en la comarca barcelonesa del Maresme, fue siempre fiel a los principios socialistas. Comenz¨® su buceo pol¨ªtico con el socialismo resistente de Pierre Mend¨¨s-France y de Pietro Nenni, trayecto que ha tenido como final de viaje la devolution de Toni Blair. Nunca fue comunista, a pesar de que cre¨ªa que el modelo italiano se repetir¨ªa en Espa?a y que tras la transici¨®n corresponder¨ªa a los socialistas el papel de hermano pobre de la izquierda.
Le gustaban las carreras largas y la soledad. "Es una soledad peculiar, no se puede explicar; cuando corres piensas... est¨¢ el esfuerzo", explicaba. Y esa soledad y ese esfuerzo tuvo ocasi¨®n de vivirlos en una sociedad con la vista puesta en el desarrollismo.
Su activismo antifranquista le cost¨® reiteradas detenciones. Tom¨® parte en la caputxinada, el encierro de profesores y estudiantes que en 1966 tuvo como escenario el convento de los capuchinos del barrio barcelon¨¦s de Sarri¨¤. De ah¨ª naci¨® el Sindicato Democr¨¢tico de Estudiantes de la Universidad de Barcelona (SDEUB).
Tras pasar unos a?os en Valencia, regres¨® a Barcelona. Ya hab¨ªa echado a andar el n¨²cleo fundacional del Partit dels Socialistes. Se subi¨® al tren en marcha y en las elecciones del 15 de junio de 1977, las primeras despu¨¦s de la dictadura, fue elegido diputado por la circunscripci¨®n de Girona. Particip¨® activamente en negociaciones sobre los aspectos de econom¨ªa y hacienda del Estatuto de Autonom¨ªa de Catalu?a. Los nacionalistas de Converg¨¨ncia i Uni¨® le han acusado de ser el padre de un modelo de financiaci¨®n que consideran malo.
En abril de 1980 fue elegido portavoz de Socialistes de Catalunya en el Congreso de los Diputados, cargo del que dimiti¨® en diciembre de 1981, al negarse a presentar las enmiendas del PSC a la Ley Org¨¢nica de Armonizaci¨®n del Proceso Auton¨®mico (LOAPA). Eso le enemist¨® con un sector de la direcci¨®n del PSC, precisamente su aliado natural: el m¨¢s catalanista.
En diciembre de 1982 fue nombrado ministro de Sanidad y en febrero de 1983 present¨® su programa de universalizaci¨®n y racionalizaci¨®n de la sanidad. Dej¨® el cargo en 1986 y volvi¨® a la vida universitaria.
Recuperar ¨®peras
Adem¨¢s de su pasi¨®n por la pol¨ªtica y la universidad, Lluch era un gran aficionado a la m¨²sica. Acud¨ªa frecuentemente al Palau de la M¨²sica, el Auditori y el Liceo. A principios de los noventa se empe?¨® en recuperar una serie de partituras olvidadas de compositores catalanes que gracias a sus investigaciones pudieron volver a escucharse. Actualmente trabajaba en la recuperaci¨®n de la cantata de Felip Pedrell Pirineus, que el Festival de Torroella de Montgr¨ª estrenar¨¢ en el verano de 2002.Las ¨®peras Il Telemaco nell'isola di Calipso, de Ferran Sor, y Tassarba, de Enric Morera, que gracias a sus investigaciones y a su tes¨®n se estrenaron en el Festival de Torroella de Montgr¨ª en 1997 (la primera) y el pasado verano (la segunda), subir¨¢n de nuevo ma?ana y el domingo a los escenarios por iniciativa de la temporada l¨ªrica de los Amics de la ?pera de Sabadell. El programa de mano recoge los comentarios de Lluch sobre las dos ¨®peras, que en Sabadell se interpretar¨¢n como homenaje a ¨¦l.
Mientras los barceloneses se manifiesten hoy por el centro de su ciudad en recuerdo de Ernest Lluch, se hablar¨¢ de paz en Sabadell, la patria de su estudiado F¨¨lix Amat, un eclesi¨¢stico al que consideraba una especie de calvinista cat¨®lico. Borja Bergareche, de la asociaci¨®n Gesto por la Paz, pronunciar¨¢ su conferencia en la vieja capital industrial del Vall¨¨s. Faltar¨¢ la parte del programa que le hubiera correspondido a Lluch.
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