Una feria clave para el futuro del espa?ol

ENVIADA ESPECIALEscritores espa?oles presentes en la XIV Feria del Libro de Guadalajara (FIL), que este a?o se dedica a Espa?a, valoran el esfuerzo de este certamen para situarse, en s¨®lo catorce a?os, como la feria del libro m¨¢s importante de la lengua espa?ola, en un momento crucial, cuando el idioma tiene que ganar cuota y la literatura en castellano comienza a tener presencia importante en Estados Unidos. Carlos Garc¨ªa Gual, comisario del Pabell¨®n de Espa?a, la defini¨® como "feria crucial, situada entre las dos Am¨¦ricas, apelando al esfuerzo editorial para que se perciba de una vez por todas la importancia de futuro de nuestro idioma".

Y sigue habiendo multitudes en las presentaciones de los libros. Garc¨ªa Gual destacaba ayer la enorme afluencia de p¨²blico, que en Espa?a ser¨ªa inconcebible, pr¨¢cticamente en todos los actos protagonizados por espa?oles. Un debate sobre el pensamiento, en el que intervinieron Eugenio Tr¨ªas, Gabriel Albiac, Jos¨¦ Luis Molinuevo, Antonio Elorza, Jos¨¦ Luis Pardo y el propio Garc¨ªa Gual, registr¨® un importante lleno. Y las estanter¨ªas del pabell¨®n espa?ol y de las editoriales espa?olas que se han esforzado en traer a sus propios autores o que ya est¨¢n implantadas aqu¨ª desde hace a?os han contado con la presencia de numerosos profesores y bibliotecarios de Estados Unidos, interesados en nutrir sus bibliotecas con literatura de nuestro pa¨ªs.

Algunos autores ya est¨¢n acostumbrados a este viaje de ida y vuelta que tiene su epicentro en Guadalajara. Los dos ¨²ltimos premios Alfaguara, los espa?oles Manuel Vicent y Clara S¨¢nchez, uno invitado por el Ministerio de Cultura y la otra enviada por su editorial, culminaron en Guadalajara sus dos largas giras latinoamericanas, que les llevaron pr¨¢cticamente a la totalidad de los pa¨ªses de habla espa?ola; al tiempo, la editorial aprovech¨® para anunciar que el plazo de la cuarta convocatoria (la primera la ganaron, al alim¨®n, el nicarag¨¹ense Sergio Ram¨ªrez y el cubano Eliseo Alberto) culmina el pr¨®ximo 30 de diciembre y que el jurado estar¨¢ presidido por el escritor espa?ol Antonio Mu?oz Molina.

Vicent present¨® La novia de Matisse, que es su ¨²ltima novela, despu¨¦s de Son de mar. Como la novela trata del mercado del arte, la belleza y la muerte, el di¨¢logo del novelista valenciano fue con un pintor mexicano, Alejandro Colunga, que dijo esto de Vicent: "Le conoc¨ª porque vi una foto suya en los peri¨®dicos. Y dije: es un santo galero redimido que anda tocando las faldas de Dios (...). Pero puedo asegurarles que s¨ª he vivido todas esas experiencias que narra don Manuel en esta maravillosa novela". Claro, que Vicent le respondi¨®: "Lo que yo quiero es ser un pecador". El pintor insisti¨®: "Todo lo que se dice es verdad, no hay una sola mentira y refleja algo maravilloso: el arte produce milagros". Y Vicent le dijo: "Es que la verdad es incre¨ªble": en la novela el arte salva la vida, y seg¨²n Vicent, "gracias a la belleza se puede alcanzar la inmortalidad vertical; la inmortalidad horizontal es la de los que se mueren del todo y ya no se pueden volver a morir otra vez".

Hablaron de arte, por supuesto, y de Matisse; como dicen Vicent, de broma, su novela est¨¢ llena de matices. Seg¨²n el escritor, la historia del arte del siglo XX conoci¨® dos caminos: Picasso y Matisse; Picasso crea las nuevas formas, deconstruyendo las formas, y Matisse alcanza la alegr¨ªa de vivir en el arte: La alegr¨ªa de vivir, de Matisse, es el cuadro que inspira la propia novela.

Dijo m¨¢s cosas Vicent. Algunas: "Cuando oigo la noticia de que una persona compra un Picasso por miles de millones considero que ha pagado un precio barat¨ªsimo por algo que le dar¨¢ toda la carga de energ¨ªa del siglo XX".

"S¨®lo hay una cosa m¨¢s bella que hacer el amor sobre la cubierta de un velero: hacerlo al lado de una obra inmortal de la historia del arte". "Un d¨ªa garabateaba yo distra¨ªdamente sobre un Fujita, en la casa de un marchante de Nueva York; despu¨¦s supe que aquello era una obra de arte; sali¨® luego a la venta y el marchante me llam¨® para explicarme a cu¨¢nto se hab¨ªan cotizado mis garabatos, que salieron a un alto precio".

Clara S¨¢nchez present¨® la novela con la que gan¨® el Alfaguara, ?ltimas noticias del para¨ªso, auxiliada por el novelista mexicano Jordi Soler, que es bien conocido en su pa¨ªs sobre todo por sus novelas juveniles: en una mesa de billar se jugaron a blancas o negras la forma de la presentaci¨®n, y sali¨® que no deb¨ªa ser convencional. As¨ª que ambos se sometieron a una especie de tormenta psiqui¨¢trica freudiana, en la que la novelista fue la psicoanalizada. La primera pregunta de Soler fue por qu¨¦ S¨¢nchez no se compromet¨ªa con la mesa de billar: los s¨ªmbolos del billar, las bolas y los tacos, son machistas, se defendi¨® la novelista. Y luego hablaron de la soledad, la memoria y la literatura. Algunas frases de Clara S¨¢nchez: "S¨ª, me siento sola, somos una unidad independiente, que pensamos y sentimos solos". "Si yo pudiera hacer con la vida lo que hago con la literatura, tachar, borrar y volver atr¨¢s cuando algo no me gusta... En la vida el dolor duele y en la literatura produce placer". "La memoria es lo que el tiempo hace con nosotros y lo que nosotros hacemos con lo que tenemos. Nada es verdaderamente importante hasta que no pasa a la memoria. Ni existimos por completo hasta que no estamos en la mente de otra persona".

A los escritores espa?oles les extra?a algo: que enseguida que acaban las charlas y se abren los coloquios, de inmediato se producen preguntas. David Trueba, el escritor y cineasta espa?ol, que ha venido a un coloquio sobre cine con Manuel Guti¨¦rrez Arag¨®n, se sorprend¨ªa de esta espontaneidad, que se extiende a la propia actitud de los periodistas mexicanos, muy atentos a la actualidad de la cultura literaria espa?ola, que es lo que los escritores han venido a personificar aqu¨ª. Trueba lo dijo as¨ª: "Estas ferias sirven para que los que leen no piensen que los que escriben son inaccesibles".