Extranjer¨ªa: CiU dijo s¨ª XAVIER RIUS SANTS
?Estar¨¢n infringiendo la ley d¨ªa a d¨ªa los extranjeros subsaharianos que se re¨²nen desde hace meses en la plaza de Catalunya de Barcelona? ?Habr¨¢n cometido un delito o una falta administrativa los extranjeros en situaci¨®n irregular que participaron en la manifestaci¨®n del pasado d¨ªa 26 de noviembre en esta ciudad? ?Viola la ley el sindicato que admite como afiliado a un irregular? Pues si nos atenemos a la redacci¨®n de la contrarreforma de la Ley de Extranjer¨ªa, aprobada el pasado d¨ªa 24 de noviembre por el Congreso con el voto afirmativo de CiU, la respuesta a estas preguntas es lamentablemente que s¨ª.Por kafkiano que parezca, la nueva ley castiga y proh¨ªbe los derechos de reuni¨®n, asociaci¨®n y manifestaci¨®n de los extranjeros sin papeles. Y as¨ª, cada vez que un grupo de ¨¦stos se re¨²na en una parroquia, en un ayuntamiento o en la sede de Comisiones Obreras o UGT, tanto los extranjeros como las personas que les den cobijo estar¨¢n vulnerando la ley, aunque es dif¨ªcil imaginar que la polic¨ªa, los agentes de los Mossos d'Esquadra o los de la Guardia Urbana se dediquen a pedir papeles a quienes acudan a estas reuniones y, en cumplimiento de la legalidad, los detengan. Pero posiblemente el aspecto m¨¢s negativo de esta nueva ley es la modificaci¨®n del periodo de estancia necesario para obtener el permiso por arraigo. Con la apenas aplicada ley 4 / 2000 bastaba con dos a?os, pero ahora ha quedado prolongado a cinco, y ello tampoco garantiza que se conceda. Tambi¨¦n es negativa la modificaci¨®n del periodo de cinco a?os de permisos temporales para obtener el permiso permanente, que ahora deber¨¢n haberse disfrutado de manera continuada. Ello provocar¨¢ que a quienes les caduquen los permisos durante estos cinco a?os y pasen periodos en situaci¨®n irregular, se les alejar¨¢ una y otra vez la regularizaci¨®n definitiva, cosa que dificultar¨¢ la integraci¨®n que la ley dice buscar.
Hace dos a?os, cuando el Congreso y el Senado aprobaron la ponencia parlamentaria que estudi¨® la situaci¨®n de la inmigraci¨®n, todos los grupos reconocieron la necesidad de abordar este fen¨®meno con el m¨¢ximo consenso, evitando an¨¢lisis demag¨®gicos o partidistas. Pero el PP ha vuelto a impedir ese consenso desde su posici¨®n de mayor¨ªa absoluta. Posiblemente, ello sea coherente con la posici¨®n que adopt¨® hace un a?o al negarse a apoyar la ley 4 / 2000 que ahora se deroga. Pero resulta sorprendente que CiU -cuyo diputado Carles Campuzano fue, sin duda, uno de los parlamentarios que trabaj¨® m¨¢s coherentemente en la elaboraci¨®n del informe de la ponencia sobre extranjer¨ªa y de la posterior ley 4 / 2000- haya prestado su voto al Gobierno. Que Coalici¨®n Canaria apoye ahora la contrarreforma podr¨ªa entenderse desde la compleja situaci¨®n que viven la islas con la llegada de pateras. Pero en Catalu?a, donde si se instalan m¨¢s inmigrantes es porque hay trabajo, lo que se necesita no es una ley que prive de derechos y facilite las expulsiones, sino una que fomente la integraci¨®n. Posiblemente, CiU es prisionera del PP debido a su situaci¨®n en el Parlamento catal¨¢n, y con su s¨ª a la ley se hace corresponsable de una pol¨ªtica que dificultar¨¢ la integraci¨®n y que, por el recorte de derechos, acabar¨¢ en el Tribunal Constitucional. Nada m¨¢s lejos de la intenci¨®n que manifest¨® CiU hace cuatro a?os cuando, en un momento en que el PP carec¨ªa de mayor¨ªa absoluta en Madrid, empez¨® a reunirse con las ONG para redactar una nueva ley de integraci¨®n e inmigraci¨®n.
Xavier Rius Sants es escritor especializado en temas de derechos humanos, seguridad y defensa.
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