Sensibilidad y buen gusto
Intimista
Paul Carrack
Paul Carrack (voz, teclados y guitarra), Jeremy Meek (bajo), John Robinson (guitarra), Paul Copley (teclados y voz), Dean Duke (bater¨ªa), Steve Beighton (saxo), Lindsay Dracass (coros). Sala La Riviera. Madrid, lunes 4 de diciembre.
Terciopelo en la voz y alma de negro encerrada en un cuerpo de simp¨¢tico blanco, como siempre Paul Carrack ofreci¨® ante su p¨²blico madrile?o, muy numeroso, una buena muestra de m¨²sica en estado puro, de emocionantes canciones que llevan en volandas al oyente, meci¨¦ndole en un suave comp¨¢s que jam¨¢s se acelera y de estribillos que no fallan.Presentado por el d¨²o Gomaespuma y el periodista musical Santiago Alcanda, Carrack, ataviado con su correspondiente gorrito negro, comenz¨® en alto con el archiconocido Satisfy my soul, tema que da nombre a su extraordinario ¨²ltimo disco, y sigui¨® desgranando una discograf¨ªa que, si bien no se caracteriza en ser multimillonaria en ventas, si es extremadamente rica en sensibilidad y buen gusto. Carrack se mostr¨® en todo momento como si estuviera cantando en el saloncito de su casa.
Tranquilo, a gusto y relajado, extrajo bellas notas de su guitarra y mostr¨® tambi¨¦n sus excelentes habilidades con el ¨®rgano, dejando en una canci¨®n la responsabilidad de cantar a su teclista e invitando a hacer unos feelings vocales a la corista, de la que anunci¨® a bombo y platillo que s¨®lo ten¨ªa diecis¨¦is a?itos. Todo muy familiar e intimista, vaya, sin que el constante rugir del p¨²blico mostrando su apasionada admiraci¨®n consiguiera en ning¨²n momento romper la atm¨®sfera. Siguieron m¨¢s composiciones del mismo talante -The way I'm feeling tonight, Together, el hermoso Love will keep is alive- haciendo que el ambiente musical de placidez, a la que contribuye enormemente una banda de ejecuci¨®n brillante, creciera como un enorme globo de buen rollo.Carrack, que concluy¨® antes del bis con su legendaria How long, volvi¨® a demostrar que una cosa es el negocio musical y sus impostaciones y otra, bien distinta, los creadores silenciosos, los artesanos de la canci¨®n, los profesionales, el buen cantar. El m¨²sico, que en alguna ocasi¨®n ha manifestado que a ¨¦l lo que en realidad le apetece es quedarse en su casita, debe estar, sin embargo, encantado con sus visitas a Espa?a, porque el cari?o que le manifiestan sus fans espa?oles es siempre de alta intensidad.
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