El guardia civil que mat¨® a un inmigrante vulner¨® las normas sobre uso de armas
La Guardia Civil est¨¢ ultimando una informaci¨®n reservada como paso previo a la probable apertura de un expediente disciplinario al agente que en la madrugada del pasado domingo mat¨® de un disparo presuntamente fortuito a un inmigrante indocumentado que acababa de desembarcar en Tarifa (C¨¢diz). Al margen de las posibles responsabilidades penales, el guardia podr¨ªa ser sancionado como autor de una falta grave por incumplir las normas sobre uso de armas de fuego. El fallecido fue identificado ayer como Abdelhadi Lamhamdi, de 23 a?os, originario del sur de Marruecos.
S¨®lo delitos graves
Seg¨²n la versi¨®n oficial, que el agente ratific¨® ayer ante el juez, el arma se dispar¨® accidentalmente cuando el guardia civil, que persegu¨ªa al indocumentado, le alcanz¨® en una zona escarpada y ¨¦ste se revolvi¨® haci¨¦ndole caer. Previamente, el agente le hab¨ªa conminado a detenerse, realizando un disparo al aire para intimidarlo, sin que le hiciera caso, por lo que prosigui¨® la persecuci¨®n con el arma en una mano y una linterna en la otra.De este mismo relato se deduce la probable comisi¨®n de una falta grave, sancionable con hasta dos meses de arresto, consistente en "usar las armas en acto de servicio o fuera de ¨¦l con infracci¨®n de las normas que regulan su empleo", seg¨²n la Ley Org¨¢nica de R¨¦gimen Disciplinario de la Guardia Civil de 1991.
El uso de armas de fuego viene regulado por la Ley Org¨¢nica de Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, de 13 de marzo de 1986, que s¨®lo autoriza su empleo cuando exista "riesgo grave" para la vida o la integridad f¨ªsica de los agentes o de terceras personas o para la seguridad ciudadana, siempre bajo los principios de "congruencia, proporcionalidad y oportunidad".
M¨¢s espec¨ªfica a¨²n es la instrucci¨®n de abril de 1983 de la Direcci¨®n de la Seguridad del Estado. Dicha instrucci¨®n, todav¨ªa en vigor, a la que aludi¨® el pasado lunes el director general de la Guardia Civil, Santiago L¨®pez Valdivielso, limita dr¨¢sticamente los casos en los que los agentes pueden emplear sus armas.
Los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado pueden hacer uso de sus armas de fuego en dos supuestos: cuando haya una agresi¨®n o para evitar la fuga de un presunto delincuente. La agresi¨®n, que deber¨ªa "ser de tal intensidad y violencia que ponga en peligro la vida o la integridad corporal de la persona o persona atacadas", est¨¢ excluida en este caso, ya que el propio agente admite que no fue agredido por el inmigrante.Respecto a la fuga, que s¨ª existi¨®, la instrucci¨®n permite disparar al aire o al suelo con prop¨®sito intimidatorio, siempre que no haya otra forma de lograr la detenci¨®n y que exista la certeza de que no pueda lesionarse a otras personas. Pero el disparo al aire, que reconoce haber realizado el agente, s¨®lo est¨¢ autorizado, seg¨²n la instrucci¨®n de Interior, "en supuestos de delito grave" y la entrada ilegal en Espa?a ni siquiera es un delito leve, sino una mera falta administrativa.
La duda de que, en vez de un inmigrante irregular, el perseguido fuese un presunto contrabandista o narcotraficante tampoco justifica el comportamiento del agente, pues el ¨²ltimo p¨¢rrafo de la instrucci¨®n es categ¨®rico: "Si se duda de la gravedad del delito, o no es clara la identidad del delincuente, no se debe disparar". Por tanto, la falta disciplinaria no estar¨ªa tanto en el segundo disparo, que provoc¨® la muerte al inmigrante, sino en el primero al aire. De no haberlo hecho, la pistola no se habr¨ªa alimentado autom¨¢ticamente y hubiera sido imposible un disparo fortuito.
El agente, que ha sido separado cautelarmente del servicio, tiene 24 a?os pero, pese a su juventud, no carece de experiencia, pues lleva cuatro a?os destinado en la Comandancia de Algeciras, primero como guardia eventual y luego con car¨¢cter definitivo.
El juez Antonio Valero, instructor del caso, no tom¨® ayer ninguna medida contra ¨¦l a la espera de los informes forense y de bal¨ªstica, informa desde Algeciras.
El Consulado de Marruecos en Algeciras, que ha designado a tres abogados para personarse en la causa, identific¨® al fallecido como Abdelhadi Lamhamdi, de 23 a?os, originario de la provincia marroqu¨ª de Beni Mellal, una zona rural entre Casablanca y Marraquech. La autopsia del cad¨¢ver, practicada el lunes, habr¨ªa confirmado la existencia de un impacto de bala de trayectoria ascendente con entrada por el costado izquierdo, bajo la axila, y sin orificio de salida, pues el proyectil qued¨® alojado en la cara. Algunas muestras han sido remitidas para su an¨¢lisis al Instituto de Toxicolog¨ªa de Sevilla.
Ante el juez declaron tambi¨¦n ayer por un breve espacio de tiempo otros diez magreb¨ªes que llegaron en la misma embarcaci¨®n que el fallecido. Ninguno presenci¨® lo sucedido, aunque todos escucharon los disparos. La polic¨ªa comenz¨® ayer tarde la repatriaci¨®n de todos ellos.
Por su parte, el secretario de Estado para la Seguridad, Pedro Moren¨¦s, calific¨® la muerte del joven inmigrante de "incidente desgraciado". El n¨²mero dos del Ministerio del Interior subray¨® la labor humanitaria que la Guardia Civil realiza con los inmigrantes en el Estrecho, aunque matiz¨® que ello "no quita para nada el que se diluciden responsabilidades si las hubiere".
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