La Vuelta deber¨¢ adelantar su inicio al mes de agosto

La racionalizaci¨®n del calendario ciclista, una de las tareas prioritarias de la UCI, seguir¨¢ manteniendo al Tour inamovible en julio y obligar¨¢ a las otras carreras, fundamentalmente al Giro y a la Vuelta, a modificar sus ¨®rbitas, a cambiar sus fechas. Ambas deber¨¢n adelantarse una semana a partir de 2002, seg¨²n el ¨²ltimo esquema de la UCI, con lo que la ronda espa?ola comenzar¨¢ en agosto.

Cuando ya la Vuelta a Espa?a le hab¨ªa cogido el gusto a sus fechas de septiembre -hasta 1994 la ronda espa?ola se disput¨® a caballo entre abril y mayo-, llega y se encuentra con que era un acomodo provisional. Si el ¨²ltimo boceto de la Uni¨®n Cilcista Internacional (UCI) cobra peso formal, y todo parece indicar que lo har¨¢, la ronda espa?ola deber¨¢ adelantar una semana su celebraci¨®n y comenzar en el mes de agosto, sencillamente para abrir un hueco al Mundial (actualmente perdido a mediados del fr¨ªo y oscuro octubre, lo que limita las posibilidades de escenario a los pa¨ªses del sur de Europa,) en el ¨²ltimo domingo de septiembre o en el primero de octubre. "Y si la Vuelta no acepta moverse, pues adelantaremos el Mundial a sus antiguas fechas del ¨²ltimo domingo de agosto", comentan fuentes cercanas a la UCI. No habr¨ªa peor castigo para la ronda espa?ola, que atrae a los grandes nombres precisamente por su car¨¢cter de prueba preparatoria para el Mundial. De hecho, una de las condiciones que Unipublic, el organizador de la Vuelta, puso a la UCI para aceptar el traslado de la primavera al oto?o fue la seguridad de que el Mundial siempre se disputar¨ªa despu¨¦s.

C¨®modamente asentado, por tradici¨®n y peso espec¨ªfico, en las fechas estelares del a?o, un mes de julio ¨²nico, el Tour contemplar¨¢ c¨®mo el marem¨¢gnum del calendario ciclista, centenas y centenas de carreras ubicadas con calzador en menos de 300 d¨ªas, intenta aclararse. Una comisi¨®n de la UCI, el Consejo del Ciclismo Profesional, en la que est¨¢n representados notablemente equipos, corredores y organizadores, ha agarrado la goma de borrar, una agenda en blanco y ha dibujado el calendario del siglo XXI. "Pero no ser¨¢n modificaciones impuestas de sopet¨®n", explican. "Todo se har¨¢ gradualmente, con tiempo para adaptarse en varios a?os".

El primer objetivo era abrir un vac¨ªo claro alrededor del Tour, cuatro semanas fijas entre el final del Giro y el comienzo del Tour y otras cuatro semanas entre el final de la grande boucle y el comienzo de la ronda espa?ola. As¨ª, el Giro, que habitualmente comienza el segundo s¨¢bado de mayo y termina el primer domingo de junio deber¨¢ acoplarse casi ¨ªntegramente al mes de mayo. As¨ª, de paso, se descongestiona un poco el mes de junio, el m¨¢s saturado, que es el segundo gran problema del calendario.

"En junio casi coinciden o se solapan tres carreras muy importantes, como Dauphin¨¦ Lib¨¦r¨¦, Vuelta a Suiza y Volta a Catalunya", explican las citadas fuentes. "Lo cual perjudica su nivel". Y para encontrarles m¨¢s hueco se piensa incluso en trasladar los campeonatos nacionales, que siempre se corren el domingo anterior al comienzo del Tour, normalmente el ¨²ltimo domingo de junio, al primer domingo posterior al Tour.