Treinta pel¨ªculas ofrecen en Nueva York un panorama del ¨²ltimo cine espa?ol
Las producciones dirigidas por mujeres y el actor Javier Bardem protagonizan el certamen
El actor Javier Bardem y las cineastas espa?olas son los protagonistas de la novena edici¨®n del Festival de Cine Espa?ol del Lincoln Center, que se abri¨® ayer en Nueva York. La muestra pretende ofrecer al p¨²blico neoyorquino -el mayor, por no decir el ¨²nico, consumidor de pel¨ªculas extranjeras en Estados Unidos- un breve panorama de lo que se cuece en Espa?a. La presentaci¨®n a la prensa resalt¨®, sin embargo, una vez m¨¢s, que la producci¨®n cinematogr¨¢fica nacional, pese a su gran dinamismo, sigue enfrent¨¢ndose a muchos y serios problemas.
Catarsis colectiva
"Empezamos hace nueve a?os con una docena de pel¨ªculas en una semana; ahora tenemos casi treinta largometrajes que mostramos en 20 d¨ªas", resumi¨® ayer Richard Pe?a, el director de festivales de la Film Society del Lincoln Center. La muestra se organiza en colaboraci¨®n con el Instituto Cervantes y la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE).Este a?o el festival se ha centrado en la trayectoria del actor Javier Bardem y la nueva generaci¨®n de directoras espa?olas, como Gracia Querejeta, Isabel Coixet o Iciar Bolla¨ªn. Con la proyecci¨®n de la pel¨ªcula de Laura Ma?¨¢ Sexo por compasi¨®n arrancar¨¢n las tres semanas de presentaci¨®n.
Latinos
Bardem recibi¨® esta semana el premio al mejor actor del National Board of Review, una de las asociaciones de la cr¨ªtica neoyorquina, por su actuaci¨®n en Antes de que anochezca, el largometraje de Julian Schnabel sobre la vida del escritor cubano Reynaldo Arenas. Su interpretaci¨®n suena incluso entre las posibles candidatas a una nominaci¨®n para los proximos Oscar.
Los treinta largometrajes que se podr¨¢n ver en Nueva York hasta el 27 de diciembre incluyen producciones recientes como Asfalto, de Daniel Calparsoro; Leo, de Jos¨¦ Luis Borau; La comunidad, de ?lex de la Iglesia, o Plenilunio, de Imanol Uribe. Se trata de largometrajes que en Estados Unidos s¨®lo caben en el marco de certamenes especializados y que se proyectar¨¢n junto a otras pel¨ªculas espa?olas m¨¢s antiguas pero igualmente representativas, como D¨ªas contados, tambi¨¦n de Imanol Uribe, Jam¨®n, jam¨®n, de Bigas Luna (ambas en el marco del homenaje a Bardem) o El perro del hortelano, de Pilar Mir¨®.
El Festival de Cine del Lincoln Center es la muestra m¨¢s completa de cine espa?ol a la que tiene acceso la audiencia norteamericana, especialmente la neoyorquina, que consume el 60% de las pel¨ªculas extranjeras que se distribuyen en Estados Unidos. "El cine de habla no inglesa lo tiene d¨ªficil, m¨¢s a¨²n desde que las pel¨ªculas independientes norteamericanas ocupan las salas destinadas a las producciones europeas", coment¨® Richard Pe?a.
Como ya sucedi¨® en ediciones anteriores -es casi tradici¨®n- la rueda de prensa del festival se convirti¨® en un mini ejercicio de catarsis colectiva sobre la situaci¨®n del cine espa?ol. "Creo que hay un n¨²mero excesivo de pel¨ªculas, casi cien este a?o, para un mercado tan reducido como el nuestro", dijo el director Imanol Uribe, creando un cierto malestar entre el resto de los asistentes. "Me apena que se vea as¨ª", contest¨® Ventura Pons."La mitad de las pel¨ªculas espa?olas de este a?o se han estrenado despu¨¦s de septiembre. La gente no puede ver de 4 a 5 estrenos por semana. Deber¨ªamos hacer como los franceses, que planean la distribuci¨®n y sobre todo venden cada producto de forma distinta", subray¨® Helena Taberna, directora de Yoyes. Temas machacados hasta la saciedad y que sonaban con cierto desaliento en el Walter Reade Theater. Como resumi¨® ?lex de la Iglesia: "Somos el pa¨ªs del mundo donde se ve m¨¢s cine norteamericano. Estrenamos pel¨ªculas que ni siquiera pasan por las salas en Estados Unidos y van directamente al v¨ªdeo. Es dif¨ªcil luchar fuera cuando ya has perdido en casa".
El eterno tema sigue siendo la m¨ªnima distribuci¨®n del cine extranjero de habla no inglesa en Estados Unidos, donde al p¨²blico no le gustan las pel¨ªculas dobladas o con subt¨ªtulos, excepto en Nueva York y otras ciudades de la costa este. Aun as¨ª, son pocas las salas de cine que abren sus puertas a la cinematograf¨ªa europea. En Manhattan no llegan a cinco. El ¨²ltimo ¨¦xito espa?ol que ha conseguido un resultado apreciable en la taquilla norteamericana es Solas, el largometraje de Benito Zambrano.
"El cine extranjero representa el 1% de las pel¨ªculas que se ven en este pa¨ªs. Una gran diferencia con los mejores a?os, en 1964 y 1965, cuando lleg¨® al 10%, aunque tambi¨¦n era la ¨¦poca de Bergman y Fellini. La actual tendencia empez¨® en los ochenta y se ha mantenido as¨ª", coment¨® Richard Pe?a.
"Tambi¨¦n los gustos de los norteamericanos est¨¢n muy sujetos a las modas". Y la moda ¨²ltimamente es hispana. Aunque el concepto no es tan rentable como parece. En su estrategia para entrar en el mercado norteamericano, los productos espa?oles a menudo piensan en el mercado latino. El cine lo tiene dif¨ªcil. Las barreras culturales son dif¨ªcilmente franqueables en este caso.
"Es posible que el puertorrique?o que vive en Queens, por poner un ejemplo, no acuda a Manhattan para ver una pel¨ªcula espa?ola, pero su hijo, la segunda generaci¨®n nacida en Estados Unidos, s¨ª, porque quiere ver temas que le son mucho m¨¢s familiares en una lengua que le interesa", asegur¨® Pe?a.Lo cierto es que nombres como Antonio Banderas, Pedro Almod¨®var y Pen¨¦lope Cruz -que ¨²ltimamente llena las portadas de las revistas de moda estadounidenses- siempre ayudan a popularizar el cine espa?ol fuera del c¨ªrculo de iniciados neoyorquinos. Precisamente Pen¨¦lope Cruz estrena a finales de este mes uno de los trabajos que ha realizado en Estados Unidos, All The Pretty Horses, la pel¨ªcula dirigida por Billy Bob Thorton y que protagoniza junto a Matt Damon. La actriz, mientras tanto, concluye el rodaje en Manhattan de Vanila Sky, la adaptaci¨®n norteamericana de la pel¨ªcula de Alejandro Amen¨¢bar Abre los ojos, dirigida por Cameron Crowe y tambi¨¦n protagonizada por Tom Cruise y Cameron Diaz.
El actor imparable
El premio que la cr¨ªtica neoyorquina ha concedido a Javier Bardem por su interpretaci¨®n del escritor cubano Reynaldo Arenas en la pel¨ªcula Antes de que anochezca es el ¨²ltimo eslab¨®n de una cadena de triunfos que parece imparable. Bardem (premiado por los criticos del National Board of Review nada menos que junto a la todopoderosa Julia Roberts) recibir¨¢ este importante galard¨®n el pr¨®ximo 16 de enero, apenas un mes antes del anuncio de las candidaturas a los oscar, una aspiraci¨®n a la que el actor se aproxima peligrosamente. Su nombre suena con fuerza en las listas de los posibles candidatos a la estatuilla a la mejor interpretaci¨®n masculina.Bardem, de 31 a?os, esta ahora precisamente en Los ?ngeles (la pr¨®xima semana viajar¨¢ a Nueva York), donde promociona Antes de que anochezca, la pel¨ªcula que, dirigida por Julian Schnnabel, retrata la tormentosa existencia del famoso escritor homosexual cubano.
Por este trabajo logr¨® en septiembre la Copa Volpi del Festival de Venecia y por ¨¦l ha vuelto a demostrar que es dif¨ªcil encasillar a un actor que ha logrado moldear un f¨ªsico rotundo -que para muchos iba a condicionar su carrera- a su antojo, que es capaz de dar vida a tipos tan opuestos como el alcoh¨®lico d¨¦bil y enfermo de Los lobos de Washington, el contenido paral¨ªtico de Carne tr¨¦mula, el p¨ªcaro hu¨¦rfano y desesperado de ?xtasis, los aparentemente s¨®lidos machos ib¨¦ricos de Huevos de oro y Jam¨®n, jam¨®n y el camello yonqui de D¨ªas contados.
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