La polic¨ªa sospecha que la mafia rusa intentar¨¢ muy pronto operar en Espa?a
Detenida una banda por extorsionar a un empresario de Marbella
Viven en mansiones de lujo frente al mar, poseen cuentas multimillonarias y yates exclusivos, no se ponen al volante si no es de un Rolls o un Jaguar. Los jefes de la mafia rusa que disfrutan sus fortunas al sol de Marbella -en compa?¨ªa de sus familias, guardaespaldas y testaferros- pueden pasar a la acci¨®n "muy pronto". Hasta ahora, seg¨²n fuentes autorizadas de la Unidad Central de Polic¨ªa Judicial, se han limitado a dirigir desde aqu¨ª sus negocios en Mosc¨² o San Petersburgo, pero el siguiente paso ser¨¢ traerse el trabajo a casa. "Se trata de un problema emergente que a¨²n no se valora ni pol¨ªtica ni socialmente", dice la polic¨ªa.
"Mucho m¨¢s violentas"
Hace ahora un a?o, dos sicarios de la mafia rusa viajaron de Mosc¨² a Marbella para extorsionar al ex banquero Alexandr Sigarev, acusado de la quiebra fraudulenta del Novbinessband, un golpe limpio de m¨¢s de 10.000 millones de pesetas. La polic¨ªa de M¨¢laga, temiendo una escabechina, detuvo a los matones y descubri¨® un hecho sorprendente. Quien los hab¨ªa contratado era Leonid Terekhov, un jefe de la mafia rusa tambi¨¦n afincado en la Costa del Sol. Antiguo traficante de alcohol, armas, gas¨®leo y caviar, due?o de casinos de juego, Terekhov presum¨ªa de ser vecino y amigo del tal Sigarev. Ninguno de los dos era trigo limpio. Pero, m¨¢s all¨¢ de esa certeza, la polic¨ªa no les pudo imputar gran cosa. Sencillamente porque ni Sigarev ni Terekhov -ni tampoco otros jefes de la mafia rusa- estaban delinquiendo en Espa?a. Ahora, seg¨²n los expertos de la polic¨ªa en delincuencia internacional, la situaci¨®n est¨¢ a punto de cambiar."Los responsables de las mafias", explican, "no llegan a un pa¨ªs y enseguida se dedican al crimen. Primero se instalan ellos y sus familias, despu¨¦s levantan un entramado econ¨®mico que incluye multitud de sociedades e inversiones inmobiliarias, al tiempo que siguen dirigiendo sus negocios en el pa¨ªs de origen. La tercera y ¨²ltima fase es la m¨¢s peligrosa. Es entonces cuando inician sus actividades il¨ªcitas: al principio sobre gente de su pa¨ªs; luego, sobre empresarios locales".
Que se sepa, los mafiosos rusos residentes en Espa?a ya han cumplido casi todos los tr¨¢mites enumerados por la polic¨ªa, incluido el de la extorsi¨®n a sus propios compatriotas. S¨®lo les falta el ¨²ltimo y m¨¢s temible paso, el de implantar aqu¨ª su sangrienta red. "Las mafias rusas son muy peligrosas", dice un experto de la polic¨ªa, "y mucho m¨¢s violentas que las italianas. Adem¨¢s de por intereses econ¨®micos y de poder, se mueven en funci¨®n de clich¨¦s ¨¦tnicos, religiosos y tribales. No suelen ir de farol. Si un ruso dice que te va a matar, hay que preocuparse".Hasta el ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, admiti¨® el pasado mes de julio -durante una visita a Mosc¨²- que "en Espa?a hay mafiosos rusos", lo que no dud¨® en calificar de "muy mala noticia", si bien a?adi¨® que "a¨²n no est¨¢n actuando de forma organizada". A este respecto, Jos¨¦ Mar¨ªa Seara, portavoz oficial de la polic¨ªa, quiere dejar clara una diferencia: "Una cosa es que aqu¨ª vivan mafiosos, atra¨ªdos por el sol, la calidad de vida y las posibildades de inversi¨®n, y otra muy distinta es que se est¨¦n dedicando al mundo del crimen. Por el momento se puede hablar de mafiosos, pero no de mafias".
Aunque nunca se haya podido demostrar su participaci¨®n directa, algunos de los cr¨ªmenes cometidos contra ciudadanos rusos en Espa?a est¨¢n escritos con la letra de la mafia. En 1995 -¨¦poca en la que empezaron a instalarse rusos adinerados en Espa?a- un matrimonio de aquel pa¨ªs y su hija de siete a?os fueron asesinados brutalmente en Marbella. Aunque el autor fue un sicario de su misma nacionalidad, no se lleg¨® a saber qui¨¦n le hab¨ªa pagado. Tres a?os despu¨¦s, en 1998, Roman Frumson, un padrino de la mafia rusa, fue encontrado muerto de dos tiros certeros en su casa de Marbella. Se sospech¨® de su mujer y de su amante, pero tambi¨¦n de un pasado muy turbio construido a base de estafas, falsificaci¨®n de documentos y tr¨¢fico ilegal de obras de arte.
Algunos cr¨ªmenes sin resolver; un informe del Cesid que ya alertaba en 1995 del inter¨¦s de la mafia rusa por comprar un peque?o banco para introducirse en el sistema financiero espa?ol; los intentos de extorsi¨®n entre ellos mismos... Una a una, las fases de implantaci¨®n que describen las fuentes consultadas se van cumpliendo. Ya est¨¢n aqu¨ª:no es dif¨ªcil verlos en los mejores restaurantes de la costa, disfrutando de su dinero reci¨¦n blanqueado. Y adem¨¢s piensan quedarse: con ellos trajeron a sus familias, amigos, guardaespaldas y hombres de paja.
"No es f¨¢cil luchar contra ellos", explica un alto cargo de Interior, "porque hasta que no se produzca un crimen de marcado car¨¢cter mafioso, nadie -ni la sociedad ni los pol¨ªticos- tomar¨¢ conciencia del problema". La polic¨ªa, no obstante, intenta adelantarse a la jugada.
Desde la Unidad Central de la Polic¨ªa Judicial se valoran de forma muy positiva los golpes asestados a la mafia rusa por la unidad contra el crimen organizado (Udyco) de la polic¨ªa de M¨¢laga. En septiembre de 1999 consigui¨® detener a los dos sicarios que intentaban extorsionar al ex banquero y poner al descubierto que jefes de la mafia est¨¢n dirigiendo sus negocios en Rusia desde Marbella. Ahora acaba de apuntarse otro tanto. En coordinaci¨®n con la polic¨ªa rusa, desde Espa?a y sin disparar un tiro, la polic¨ªa de M¨¢laga ha conseguido que sean detenidos en Mosc¨² 13 mafiosos de dos bandas rivales que intentaban extorsionar a un empresario de aquel pa¨ªs residente en la Costa del Sol.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.