Bush deber¨¢ superar su gran d¨¦ficit en pol¨ªtica exterior
Para un hombre de 54 a?os que pr¨¢cticamente no ha salido nunca de su pa¨ªs, la responsabilidad internacional que conlleva el cargo de presidente obliga a George W. Bush a someterse a un curso r¨¢pido de diplomacia y pol¨ªtica exterior. Por eso no es de extra?ar que los ¨²nicos nombres que tienen un hueco asegurado en su Gobierno y en la Casa Blanca sean los del equipo de personas que tendr¨¢n en su mano el peso de la pol¨ªtica internacional, especialmente Colin Powell, como seguro secretario de Estado, y Condoleezza Rice, como consejera de Seguridad Nacional.
Bush, que a lo largo de su vida ha mostrado un nulo inter¨¦s por todo aquello que suceda fuera de EE UU, apenas rozaba tangencialmente las cuestiones internacionales en su campa?a electoral. S¨®lo cuando estaban cerca los debates que le enfrentaron a Al Gore se vio obligado a ponerse al d¨ªa y, por encima de todo, a opinar. De esas opiniones surge el esbozo de los principios que regir¨¢n su comportamiento como "garante del orden mundial", la definici¨®n que su padre acu?¨® para ¨¦l mismo como presidente.De partida, Bush no es Clinton: el presidente electo se opone a implicar a su pa¨ªs en conflictos en los que no tiene ning¨²n inter¨¦s directo en juego. Dado que se ha rodeado de asesores que construyeron su carrera pol¨ªtica como estrategas de la guerra fr¨ªa, la actitud de Bush preocupa a quienes temen un giro hacia el aislacionismo.
Recientemente, Bush trat¨® de disipar esos fantasmas en una entrevista en la CBS, en la que asegur¨® que, aunque lo primero debe ser siempre EE UU, "no podemos andar solos". Despu¨¦s subray¨®: "La principal amenaza a la que nos enfrentamos es precisamente la del aislacionismo. Tenemos que construir alianzas, tenemos que trabajar con nuestros amigos".
De momento, sus primeras decisiones pueden m¨¢s bien fomentar enemistades. Bush, igual que el ala m¨¢s conservadora de los republicanos en el Congreso, es ferviente defensor de la construcci¨®n del nuevo sistema antimisiles, que amenaza con desestabilizar el equilibrio nuclear. Clinton ha pospuesto la construcci¨®n de ese paraguas nuclear amparado en el fracaso de las pruebas, pero los errores fueron en realidad una excusa perfecta para delegar la decisi¨®n final en su sucesor.
Tampoco har¨¢ amigos con el deseo de mantener la negativa de EE UU a ratificar los tratados en contra de las pruebas nucleares. Condoleezza Rice, experta en Rusia, es partidaria de no ratificarlos porque cree que lo contrario mermar¨ªa la capacidad defensiva de Washington.
Rice es tambi¨¦n quien promueve una actitud m¨¢s distanciada hacia los conflictos en terceros pa¨ªses. En una entrevista a EL PA?S, Rice justific¨® esa actitud en la necesidad de establecer prioridades: aunque "decir que estrat¨¦gicamente no nos interesa usar la fuerza en una zona del mundo no significa que tengamos intenci¨®n de ignorar lo que ocurre en esa parte del planeta", asegur¨®.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.