Un libro bucea en las relaciones entre la cocina y la pol¨ªtica
Se?a peculiar
La posesi¨®n de los alimentos, asociada a la fuerza, fue quiz¨¢ la primera manifestaci¨®n de poder en las comunidades primitivas, como ha estudiado la antropolog¨ªa, pero se ha analizado menos la vinculaci¨®n posterior entre la cocina, como hecho de civilizaci¨®n, y la pol¨ªtica. Esta cuesti¨®n es precisamente la que aborda el libro Cocinas del mundo. La pol¨ªtica en la mesa (Editorial Fundamentos. Madrid, 2000), presentado ayer en el campus de la UPV de Leioa. Se trata de una obra colectiva, fruto de las aportaciones hechas en un congreso organizado en Burdeos en el a?o 1998 por el Instituto de Estudios Pol¨ªticos de dicha ciudad francesa, que ha sido coordinada por Christian Coulon, profesor de dicho centro, y Francisco Letamendia, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la UPV.?Existe relaci¨®n entre cocina y pol¨ªtica? De los nueve art¨ªculos recogidos en el volumen se extrae una clara conclusi¨®n afirmativa, aunque sin ning¨²n tipo de determinismo hist¨®rico. Es cierto que "la cocina es el reflejo de las sociedades", como sostiene un reciente estudio antropol¨®gico franc¨¦s -Juan Mari Arzak, m¨¢s directo, suele decir "que se es lo que se come"-, y que puede ser se?a de identidad de una comunidad. En su pr¨®logo, el escritor Manuel V¨¢zquez Montalb¨¢n, quien no pudo asistir al acto de presentaci¨®n por problemas de salud, cita al nacionalista catal¨¢n Ferran Agull¨®, que en los a?os veinte defend¨ªa el hecho nacional de Catalu?a en que ten¨ªa "un derecho, una lengua y una cocina" propias. Replica, sin embargo, que no cree en la existencia de "cocinas nacionales", al tiempo que arremete contra la "teolog¨ªa de la alimentaci¨®n".
Francisco Letamendia, autor en colaboraci¨®n con ?ngel Iturbe, profesor de Cocina de la Escuela de Hosteler¨ªa de la UPV, del art¨ªculo sobre Cultura, pol¨ªtica y gastronom¨ªa en el Pa¨ªs Vasco, considera que s¨ª puede hablarse de la cocina como una se?a de identidad de la comunidad vasca, aunque muy peculiar. No s¨®lo por su car¨¢cter "gozoso", sino por ser "un factor que cohesiona a todos los vascos m¨¢s all¨¢ de sus diferencias" y por hacerlo de forma no antag¨®nica con el centro. Se da as¨ª la circunstancia chocante de que, en uno de los momentos de mayor tensi¨®n entre el centro y la periferia espa?oles, en el aspecto gastron¨®mico es la cocina vasca -y m¨¢s en segundo lugar, la catalana- la "dominante" y la que marca la pauta en Madrid.Las implicaciones de la cocina con los procesos pol¨ªticos, las luchas por el poder, los conflictos de clases o la divisi¨®n del trabajo entre sexos se tratan en otros art¨ªculos del libro. Remiten, por ejemplo, a la transici¨®n polaca (Daniel-Louis Seiler), a la modernizaci¨®n de Marruecos a trav¨¦s de la comida, al papel social de los banquetes en China y en el Mediterr¨¢neo oriental o al significado pol¨ªtico de la cocina en el detective Pepe Carvalho creado por V¨¢zquez Montalb¨¢n.
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