El Salvador adopta el d¨®lar como moneda nacional para intentar salvar su econom¨ªa
Panam¨¢, en 1904, Argentina, en 1991, con paridad fija entre el peso y el d¨®lar, y Ecuador, en 1999, precedieron a la decisi¨®n tomada en El Salvador por el Gobierno de Francisco Flores, de la conservadora Alianza Republicana Nacionalista (Arena).
La poblaci¨®n del peque?o pa¨ªs centroamericano, 5,9 millones de habitantes, afronta las incomodidades y ajustes propios de una medida que, contrariamente a Argentina, donde el peso y el d¨®lar conviven legalmente, pretende dolarizar totalmente todas las transacciones econ¨®micas, bancarias y comerciales en el plazo de seis meses. ?se es tambi¨¦n el camino tomado por Ecuador para detener su hiperinflaci¨®n y abrupta devaluaci¨®n del sucre.
Poco a poco ser¨¢n superados en El Salvador equ¨ªvocos como los registrados entre el cobrador y un pasajero de un autob¨²s p¨²blico a prop¨®sito de la presentaci¨®n de una moneda fraccionaria de d¨®lar. '?No ten¨¦s de las de aqu¨ª?', reclama aqu¨¦l. 'No', ?Y ¨¦sta de a c¨®mo es? 'De veinticinco centavos'. El cobrador la escruta, y finalmente la rechaza por sospechosa: 'Aqu¨ª dice quarter, as¨ª que dame 70 centavos de col¨®n'. '?Qu¨¦ devergue!', brama el otro. Buena parte de los taxistas y comercios trabajaron ayer calculadora en mano, adaptando carreras y ventas a la conversi¨®n del d¨®lar, que qued¨® fijada en 8,75 colones por unidad.
La confusi¨®n de los primeros d¨ªas bien merece la pena, de acuerdo con el criterio gubernamental, puesto que, de entrada, la hist¨®rica transformaci¨®n financiera, avalada por la banca y la gran empresa, ha conseguido reducir en m¨¢s de tres puntos los tipos de inter¨¦s de los pr¨¦stamos hipotecarios: del 15% al 11,9%, y probablemente impedir¨¢ galopadas inflacionistas. Una misi¨®n del Fondo Monetario Internacional (FMI) vigilar¨¢ la aplicaci¨®n de un plan que, determinado en buena parte por la entrada en el pa¨ªs de los 1.300 millones de d¨®lares anuales aportados por el m¨¢s de un mill¨®n de inmigrantes salvadore?os en Estados Unidos, persigue estimular el crecimiento econ¨®mico, desde el 2,5% conseguido en 2000, un punto menos que en 1999, a un 4,5% en 2001.
Otra de las metas del nuevo esquema, que afectar¨¢ los intercambios en el seno del nuevo Tratado de Libre Comercio firmado por M¨¦xico, Guatemala, El Salvador y Honduras, que entrar¨¢ en vigor dentro de varias semanas, es atraer inversiones extranjeras hacia una naci¨®n que dispone de unas reservas de 2.000 millones de d¨®lares. La masa monetaria circulante en el pa¨ªs requiri¨® un desembolso inicial de 730 millones de d¨®lares, entre billetes y monedas, para que cada col¨®n est¨¦ respaldado por un d¨®lar. La dolarizaci¨®n no ha sido bien recibida en amplios sectores de la poblaci¨®n, y de la oposici¨®n de izquierdas, del ex guerrillero Frente Farabundo Mart¨ª de Liberaci¨®n Nacional (FMLN), que la considera el preludio del sometimiento nacional a las directrices de la Reserva Federal norteamericana: una recesi¨®n econ¨®mica del poderoso vecino puede traducirse en una recesi¨®n en El Salvador, y una depresi¨®n econ¨®mica en este pa¨ªs causar una fuga de los d¨®lares hacia econom¨ªas m¨¢s estables.
Con la dolarizaci¨®n, estima el Colegio de Profesionales de Ciencias Econ¨®micas, la salud de la econom¨ªa salvadore?a, o de aquellas que sigan su ejemplo, depender¨¢ de la obtenci¨®n de m¨¢s d¨®lares, en concepto de exportaciones y remesas de emigrantes, para compensar la salida de d¨®lares por importaciones. 'En la actualidad, el valor en d¨®lares de las importaciones es muy superior al de las exportaciones y una parte muy importante de las importaciones se est¨¢ financiando con las remesas familiares del exterior'. El dinero enviado a sus familiares por los salvadore?os tiende al estancamiento, cuando no a la progresiva disminuci¨®n, seg¨²n el colegio de economistas.
'?Le pago en d¨®lares o en colones?', pregunta un ciudadano a una cajera. 'Mejor en colones porque todav¨ªa no entiendo nada de d¨®lares', responde ¨¦sta. Un sondeo del Instituto de Opini¨®n P¨²blica de la Universidad Centroamericana constat¨® que el 47% de la muestra objeta la Ley de Integraci¨®n Monetaria que franque¨® el paso a la dolarizaci¨®n, aprobada en noviembre por el Congreso, otro 35% la apoya y una mayor¨ªa teme que s¨®lo 'beneficiar¨¢ a los ricos'. Hoteles, restaurantes, gasolineras y comercios cuentan ya con r¨®tulos que informan de los precios en las dos monedas de curso legal, y los cajeros autom¨¢ticos s¨®lo entregan d¨®lares. 'El d¨®lar est¨¢ con nosotros y lleg¨® para quedarse', declar¨® Juan Jos¨¦ Daboud, secretario t¨¦cnico de la presidencia, art¨ªfice de la ley de dolarizaci¨®n.
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