Dos ni?os de Liverpool
Los hechos ocurrieron en Liverpool en 1993. Dos ni?os de 10 a?os, Jon Venables y Robert Thompson, secuestraron al peque?o James Bulger, de dos, cuando estaba en compa?¨ªa de su madre, lo llevaron a un lugar apartado y lo torturaron hasta darle muerte.
Despu¨¦s de que los peque?os asesinos hayan cumplido casi ocho a?os en centros de rehabilitaci¨®n, la juez Elizabeth Butler-Sloss ha hecho historia jur¨ªdica al ordenar que cuando sean puestos en libertad, dentro de unos meses, se les facilite una nueva identidad para que no corran peligro sus vidas. El padre del ni?o asesinado ha repetido que piensa vengarse, y una parte de la opini¨®n brit¨¢nica se estremece ante lo que considera un trato de favor a unos criminales, por muy tierna que fuera la edad a la que desplegaron sus bajos instintos.
El caso presenta, adem¨¢s, otros aspectos para la reflexi¨®n. La prensa inglesa -lo que en teor¨ªa excluye a Escocia y a las ediciones en Internet- no podr¨¢ difundir informaci¨®n alguna sobre su paradero, caracter¨ªsticas f¨ªsicas, incluso acento, y durante 12 meses, tampoco revelar ning¨²n detalle de su vida en el correccional.
El caso no podr¨ªa plantearse en estos t¨¦rminos en Espa?a, donde la nueva Ley del Menor, que entrar¨¢ en vigor el pr¨®ximo d¨ªa 13, prev¨¦ penas de internamiento de uno a cinco a?os para menores de 16 a 18 a?os, y de libertad vigilada durante los mismos periodos, para los de 14 a 16. El ordenamiento considera impunes a los ni?os menores de 14 a?os, como era el caso de los asesinos de James Bulger.
En el Reino Unido es, en cambio, la discrecionalidad del juez la que tiene la ¨²ltima palabra. La magistrada pod¨ªa haber decretado el ingreso en prisi¨®n de Venables y Thompson, que ya tienen 18 a?os, pero entiende que est¨¢n rehabilitados y pueden llevar una vida normal, lo que no ser¨ªa posible, incluso sin tener en cuenta las amenazas contra sus personas, si siguieran siendo formalmente quienes eran en 1993. Rehabilitados ya los dos menores, la necesidad de proteger su existencia se impone por encima de cualquier otro derecho. Bien est¨¢, por ello, que aquellos ni?os de Liverpool sean hoy dos j¨®venes que tendr¨¢n la oportunidad de iniciar una nueva vida en alg¨²n lugar del norte de Inglaterra.
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