Un juez mexicano ordena la extradici¨®n a Espa?a del torturador argentino Cavallo

La siguiente decisi¨®n, dentro de un plazo de 20 d¨ªas, corresponde al secretario (ministro) de Exteriores, Jorge G. Casta?eda, que probablemente secundar¨¢ el fallo. El titular de la cartera, en una reciente entrevista con este diario, prometi¨® no oponerse a la decisi¨®n del juez. 'Si el juez determinara que la solicitud de extradici¨®n presentada por Espa?a se ci?e al tratado de extradici¨®n entre los dos pa¨ªses', dijo, 'yo no veo ninguna raz¨®n por la cual no debiera procederse a la extradici¨®n'. No ser¨¢ f¨¢cil por tanto que los previsibles recursos de la defensa a otras instancias vayan a modificar la decisi¨®n del Gobierno. El proceso, hasta la entrega, puede durar meses ya que 'la decisi¨®n ¨²ltima corresponder¨¢ al poder judicial', precis¨®' ?lvaro Carrillo, abogado defensor.

Ricardo Miguel Cavallo, de 49 a?os, alias S¨¦rpico en los expedientes de la acusaci¨®n, fue detenido el 24 de agosto en M¨¦xico, cuando el avi¨®n en que hu¨ªa apresuradamente hacia Argentina efectu¨® una escala en Canc¨²n. La captura se ejecut¨® el mismo d¨ªa en que el diario Reforma revel¨® su identidad y los delitos atribuidos como activo miembro de uno de los sanguinarios grupos de tareas de la Escuela de Mec¨¢nica de la Armada (ESMA).

Aquella instalaci¨®n de la Marina argentina, situada en el centro de Buenos Aires, fue el centro clandestino de detenci¨®n m¨¢s terrible de la dictadura, y en sus calabozos fueron torturadas y asesinadas 4.626 personas. Sobrevivi¨® un centenar. Numerosos cautivos, sedados y desnudos, fueron arrojados al r¨ªo de la Plata o al oc¨¦ano Atl¨¢ntico desde los llamados vuelos de la muerte. Cinco ex presos ,poco antes de su detenci¨®n, identificaron a Cavallo como su torturador. 'S¨®lo me puedo equivocar si ¨¦l tuviera un hermano mellizo', declar¨® el f¨ªsico Mario Villano. 'Nunca podr¨¦ olvidarme de esa cara'.

La ESMA, en la que hasta los cadetes de 16 a?os pod¨ªan patear a los presos, comenz¨® a ser utilizada como c¨¢rcel en mayo de 1976, dos meses despu¨¦s del golpe.

Catequistas de acci¨®n cat¨®lica, monjas rojas, militantes de la izquierda peronista y la guerrilla montonera, o personas cuyo ¨²nico delito fue ser familiar o amigo de argentinos comprometidos pol¨ªticamente perdieron la vida martirizados en los potros, ahogados en tinajas, despedazados por perros de presa o fulminados por los ataques cardiacos causados por la picana, las descargas el¨¦ctricas inventadas por los verdugos castrenses, algunas de las cuales llevaban temporizador para seguir atormentando a intervalos, durante el asueto o almuerzo de los victimarios. El grupo de tareas de Cavallo fue identificado como uno de los culpables de, al menos, 200 desapariciones, torturas sistem¨¢ticas y robo de los bienes de los detenidos, entre ellos sus veh¨ªculos. Los jefes de la ESMA robaron tambi¨¦n a hijos de cautivas embarazadas, posteriormente entregados a familias adscritas al r¨¦gimen.

Durante la dictadura murieron entre 9.000, registradas documentalmente, y 30.000 personas, la mayor parte desaparecidas. 'Cavallo era un aut¨¦ntico ide¨®logo de la tortura, y m¨¢s de una vez present¨® instrucciones a sus subordinados sobre c¨®mo lograr una mayor eficacia en la presi¨®n f¨ªsica y ps¨ªquica sobre los interrogados', afirm¨® un superviviente.

Problemas de identidad

La defensa argument¨® primero problemas de identidad, y despu¨¦s, que ninguno de los cargos contra su patrocinado ha sido probado, o prescribieron. De haber existido alguna responsabilidad, a?adieron, quedaron exoneradas por las leyes de Obediencia Debida y Punto Final, dictadas al t¨¦rmino de la dictadura por el Gobierno de Ra¨²l Alfons¨ªn, presionado hasta la concesi¨®n por el golpismo castrense. Fueron derogadas en 1988, pero no sus efectos. El propio Cavallo, tras su detenci¨®n, se desmarc¨® de las barbaridades perpetradas por una dictadura que atraves¨® toda la sociedad argentina.

Numerosas personas testimoniar¨¢n contra el ex capit¨¢n de corbeta, cuya atribuida ferocidad en los cadalsos fue igualada o superada por otros compa?eros de armas libres en Argentina, ex jefes y oficiales de las tres armas beneficiados por las leyes del primer Gobierno radical, y los indultos del ex presidente Carlos Menem. El periodista Juan Alberto Gasparini, secuestrado y torturado, ser¨¢ uno de los testigos. En su declaraci¨®n ante Garz¨®n identific¨® a Cavallo como el oficial que asesin¨® a su esposa, M¨®nica J¨¢uregui, a una amiga de ¨¦sta y al abogado que les alquilaba un piso. Sus dos hijos, de a?o y medio y seis meses, fueron secuestrados. 'Cavallo ten¨ªa la sonrisa helada', recuerda a¨²n una de sus v¨ªctimas.