La gallina de Bono

No me gusta ejercer de profeta porque es f¨¢cil hacer el rid¨ªculo, pero en el caso del AVE Madrid-Valencia lo vi tan claro hace un a?o en esta misma columna que no me resisto a sacar pecho por el acierto. Dije entonces que aquel AVE ser¨ªa el que Bono quisiera y as¨ª ha sido. El pasado lunes, 8 de enero, el ministro de Fomento y los presidentes de Madrid, Valencia, Murcia y Castilla La Mancha firmaban en la sede del Gobierno murciano el pacto que dibujaba el trazado definitivo de esa l¨ªnea de alta velocidad ferroviaria. El recorrido pasar¨¢ por la ciudad de Cuenca, como Bono exig¨ªa. Es cierto que no fue aceptada su soluci¨®n integral, que iba directa por Cuenca y Albacete a Valencia, pero obtiene a cambio el compromiso por escrito de dar prioridad absoluta a la construcci¨®n de los tramos Albacete-Cuenca y Cuenca-Madrid, que son los que m¨¢s le interesan. Tal preferencia en los plazos de ejecuci¨®n no es asunto balad¨ª si se tiene en cuenta que esta obra, presupuestada en casi un bill¨®n de pesetas, pretende ser financiada con fondos de cohesi¨®n de la UE, y dichos fondos, previsiblemente, dejar¨¢n de llegar a nuestro pa¨ªs en el momento que se incorporen a la UE los pa¨ªses del Este. De forma y manera que los ¨²nicos tramos que tienen garantizado el dinero son los que se ejecuten al principio, mientras que el resto depender¨¢ de las disponibilidades econ¨®micas del Estado, o sea, que cualquiera sabe.

Jos¨¦ Bono se lo ha montado de tal forma que Cuenca y Albacete tienen asegurado su AVE y el que venga atr¨¢s que arree. Y los que tendr¨¢n que arrear ser¨¢n los presidentes de Madrid, Valencia y Murcia, que en la reuni¨®n del lunes parec¨ªan teloneros de la funci¨®n. Una sesi¨®n de baile que en principio estaba prevista fuera un breve encuentro protocolario y que finalmente se alarg¨® hasta las cinco horas, porque Don Jos¨¦ no dejaba de poner discos. Todos bailaron a su son cuando, parad¨®jicamente, fue ¨¦l quien estuvo m¨¢s sieso en el arranque del proyecto. Baste recordar que al comienzo ni siquiera contemplaban la construcci¨®n de una l¨ªnea de alta velocidad que uniera Madrid y Levante. El proyecto del entonces ministro Rafael Arias-Salgado consist¨ªa en mejorar sustancialmente el trazado actual para conseguir una l¨ªnea de 'velocidad alta'. En la terminolog¨ªa ferroviaria, no es lo mismo velocidad alta que alta velocidad. Entre situar el sustantivo antes o despu¨¦s del adjetivo hay una diferencia de m¨¢s de cien kil¨®metros por hora y cientos de miles de millones de pesetas. Fue entonces cuando Ruiz-Gallard¨®n y Eduardo Zaplana se declararon dispuestos a poner el dinero que hiciera falta para invertir los t¨¦rminos y tambi¨¦n cuando Bono aclar¨® que no pondr¨ªa un duro. Realmente, lo ¨²nico que puso fueron pegas. Sin embargo, aprovech¨® h¨¢bilmente el entusiasmo de sus colegas de Madrid y Valencia para conseguir el trazado que a su regi¨®n m¨¢s le conven¨ªa: el tren hab¨ªa de pasar por Cuenca y Albacete.

Esta ¨²ltima poblaci¨®n era f¨¢cil de defender, pero lo de Cuenca estaba crudo. Para esa causa cont¨® con el inestimable apoyo de una plataforma conquense en la que estaban representadas todas las fuerzas pol¨ªticas y sociales de la ciudad y que fue creada con el ¨²nico objeto de reclamar el paso del AVE por ella. El d¨ªa en el que se firm¨® el acuerdo fue lanzada una traca desde el punto m¨¢s alto de la ciudad y el Ayuntamiento decret¨® una jornada de fiesta. All¨ª, en Cuenca, tienen motivos sobrados para tirar cohetes. Es una de las capitales de provincia m¨¢s olvidadas por los grandes planes de infraestructura del Estado, y ya le tocaba. Lo acordado en Murcia supone situar a Cuenca a 45 minutos de Madrid. En tres o cuatro a?os, miles de personas podr¨¢n trabajar en Madrid y vivir en Cuenca, ser¨¢ posible montar un congreso o una convenci¨®n en aquella capital o acercarse a comer y realizar una agradable visita tur¨ªstica en solo una tarde. Bono entrar¨¢ bajo palio en la ciudad de las casas colgadas y puede tambi¨¦n que en Toledo como en el Corpus Christi. Para Toledo logr¨® el compromiso de disponer la salida del AVE desde Madrid, de tal modo que pueda prestar servicio directo a la capital castellano-manchega. No cabe mayor chuler¨ªa. Con Ciudad Real cubierta por el AVE a Sevilla, Guadalajara por el que ir¨¢ a Barcelona, y Albacete, Cuenca y Toledo por el pacto de Murcia, Castilla La Mancha se convertir¨¢ en la regi¨®n con la red de alta velocidad ferroviaria mejor del mundo. El AVE para Bono es la gallina de los huevos de oro.