Elsa L¨®pez recuerda en 'El coraz¨®n de los p¨¢jaros' su infancia en la Guinea colonial
Hija de padre espa?ol y madre cubana, la poeta Elsa L¨®pez naci¨® y vivi¨® una infancia feliz en Guinea Ecuatorial cuando era dominio espa?ol. Este paso por ?frica dejar¨ªa en su memoria la riqueza de una cultura mestiza, pero tambi¨¦n quedar¨ªa marcada por los conflictos de una sociedad colonial. El coraz¨®n de los p¨¢jaros (Planeta), la primera novela de la autora, evoca ese pasado reciente tan poco tratado en la literatura, y cuenta tambi¨¦n a trav¨¦s de sus recuerdos de ni?a una historia de amor.
El dominio espa?ol en Guinea Ecuatorial, a pesar de ser una etapa del pasado reciente de Espa?a (se independiz¨® en 1968), no ha formado parte del imaginario colectivo de los espa?oles. El miedo a que esa memoria hist¨®rica se perdiera irremediablemente fue el origen de la novela que Elsa L¨®pez (Fernando Poo, Guinea Ecuatorial, 1943) inici¨® cuando hace tres a?os naci¨® su primera nieta. 'Entonces tuve la necesidad de contar la historia de mi familia. Hay una parte de la historia de la colonia que no ha sido contada nunca: la de los colonos que tienen que abandonar ?frica y pierden esa colonia en la que los espa?oles pusieron todo'.
Su familia lleg¨® a Guinea en 1941, cuando su padre, bot¨¢nico, fue destinado como alf¨¦rez. Llegaron a amar aquel continente y luego vino el desarraigo. 'Mi padre se muri¨® hablando de ?frica. Espa?a se apropi¨® de ?frica y cuando Espa?a la abandona la deja a su suerte; pero todos los que viv¨ªan all¨ª perdieron sus ra¨ªces y hubo un desarraigo muy fuerte entre los espa?oles, aunque su posici¨®n fuera de dominio'.
Aquella ni?a, que es la voz narradora, vivi¨® la mezcla de culturas 'pensando que era negra'. 'Fue una ¨¦poca dorada. Jugaba y bailaba con los negros. No distingo el color de la piel. Un d¨ªa estaba bailando con un negro y el gobernador civil mont¨® un esc¨¢ndalo, fue entonces cuando los adultos me ense?aron que existen otras razas. Los negros no entend¨ªan. Para ellos, ¨¦ramos como dioses, pero, claro, es el poder que dan las armas y el dinero'.
La escritora, Premio de Poes¨ªa Rosa de Damasco 1989, afirma que no ha pretendido con su novela hacer una cr¨ªtica pol¨ªtica, sino 'una reflexi¨®n sobre ese mundo po¨¦tico tan rico'.
El color de los p¨¢jaros, que ha escrito 'con las tripas', cuenta tambi¨¦n una historia de amor ambientada en Canarias ('las islas son para¨ªsos perdidos'), donde la escritora reside. Un relato autobiogr¨¢fico, salvo los personajes y su final tr¨¢gico que son ficci¨®n. 'Era una historia de amor que ten¨ªa pendiente: el amor de una adulta con un adolescente. Entonces fue muy doloroso y alegre a la vez'.
Su condici¨®n de antrop¨®loga le ha ense?ado a relativizarlo todo, afirma: la econom¨ªa, la vida familiar, las religiones, el sexo... Y ser poeta le condicion¨® la prosa de El coraz¨®n de los p¨¢jaros. 'Me dominada el lenguaje po¨¦tico y tuve que controlarlo', cont¨® el jueves en Madrid, el mismo d¨ªa que cumpl¨ªa 57 a?os junto a dos de sus amigos, Jos¨¦ Hierro y Jer¨®nimo Saavedra, que la acompa?aron en la presentaci¨®n de su primera novela.
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