El Deportivo se agarra a su pegada

El Deportivo interpret¨® ayer en M¨¢laga el papel de equipo grande que no necesita jugar para ganar, le basta con tener pegada cerca de la porter¨ªa ajena. Cierto es que se presentaba en La Rosaleda con bajas sensibles como Djalminha, V¨ªctor y Mauro Silva. Una circunstancia que no debe ser excusa para un amplio banquillo. El partido de ayer viene a corroborar la sobrevaloraci¨®n de un vigente campe¨®n que lo es porque el a?o pasado el Madrid y el Barcelona s¨®lo compitieron en desprop¨®sitos.

Enfrente, un M¨¢laga que encara tres partidos en los que puede llegar a la cumbre o quemarse en el infierno. Tras el Deportivo, le esperan Barcelona y Madrid. El once de Joaqu¨ªn Peir¨® asumi¨® su papel de humilde que intimida al poderoso, pero lo deja vivo cuando lo tiene contra las cuerdas, lo que ocurri¨® en la segunda mitad.

Los locales no aportaron brillantez, pero presionaron con acierto y la movilidad de Canabal propici¨® un buen uso de la banda derecha mediante r¨¢pidas combinaciones. Una vez m¨¢s, el rubio eventual, Dar¨ªo Silva, estuvo incansable en su labor de quebradero de cabeza para la zaga rival. La recompensa le lleg¨® por adelantado, en los comienzos del encuentro. Lanz¨® con potencia una falta alejada que rebot¨® en la barrera y despist¨® a Molina.

Al Deportivo le falt¨®, no s¨®lo el nombre de Djalminha, sino la figura de un media punta que engarce el centro del campo con el r¨¢pido Makaay y el correoso Pandiani, que ayer no estuvo en M¨¢laga. Hasta la media hora de juego no se not¨® la presencia de Fran. La primera vez que apareci¨® fue para irse a la zona del brasile?o sancionado y habilitar al delantero holand¨¦s con un sensacional pase.

En la segunda parte, Peir¨® dispuso a tres centrales, lo que permiti¨® las reiteradas y acertadas incorporaciones de sus laterales. Unas buenas intenciones que se malograron en los ¨²ltimos metros. Y ya se sabe. Est¨¢ escrito en el gui¨®n que cuando el modesto perdona, el grande aprovecha sin dar las gracias. Scaloni sentenci¨® el partido con dos goles en los ¨²ltimos diez minutos. El primero, tras internarse por la banda y ante la pasividad defensiva y el segundo cuando el M¨¢laga ya persegu¨ªa sombras. Una victoria, sin duda inmerecida. El M¨¢laga afronta ahora el resto de estos nueve puntos (Deportivo, Bar?a y Madrid), que a priori se pueden dar por perdidos, pero que gustan ganar. Los tres primeros se han ido.