Sin Djalminha no hubo media punta

La ausencia de Djalminha en el once de Javier Irureta dej¨® al Deportivo sin dos cosas inherentes al brasile?o: la magia y la pol¨¦mica, que van unidas, y la figura del media punta. La alineaci¨®n deportivista hac¨ªa presagiar lo que vino despu¨¦s, un juego directo sin reparar en las labores de creaci¨®n y que buscaba con excesiva verticalidad la velocidad de los puntas.

El t¨¦cnico no opt¨® por darle la batuta arrogante de Djalminha al t¨ªmido, pero sin duda virtuoso, Valer¨®n, que se pas¨® todo el partido calentando en la banda. Quiz¨¢ por lo excesivo del calentamiento, no aport¨® nada cuando entr¨® en el campo en la segunda mitad, ya que los dos goles de Scaloni llegaron en acciones aisladas sin elaboraci¨®n previa.

En lugar de apostar por la creatividad, Irureta desterr¨® a Valer¨®n y dej¨® hu¨¦rfano a Fran en la banda, sin nadie con quien asociarse y hacer de las suyas. En lugar de esto, le puso un compa?ero de carreras a Makaay. Fue Pandiani, que no tuvo su d¨ªa y anduvo perdido.

Si Djalminha tuviera otro talante, no ser¨ªa protagonista de tanta pol¨¦mica, pero posiblemente no ser¨ªa Djalminha. Ayer no estuvo en La Rosaleda y su entrenador no quiso que otro desempe?ara sus funciones. A Javier Irureta s¨®lo le aval¨® el resultado, no el juego.