Chaves no puede ser fletante
Este fin de semana hemos asistido a un episodio m¨¢s -ojal¨¢ fuera el ¨²ltimo, pero parece mucho esperar- del culebr¨®n del Tireless. (Un inciso: hablo de culebr¨®n precisamente porque soy tan consciente como el que m¨¢s de los riesgos que entra?a la reparaci¨®n de una nave de propulsi¨®n nuclear, y me parece que es un asunto lo suficientemente grave como para ser tratado en serio; pero son muchos gobiernos locales de Andaluc¨ªa, y especialmente el Gobierno auton¨®mico de la Junta de Andaluc¨ªa, los que han hecho de este preocupante incidente un verdadero culebr¨®n).
Mucho se ha escrito y dicho sobre el tema, y desde diversas ¨®pticas. No voy a entrar en debates ya pasados sobre aspectos como el grado de informaci¨®n que tenemos o hemos tenido los andaluces, sobre el comportamiento del Gobierno brit¨¢nico en esta materia o sobre los aspectos m¨¢s t¨¦cnicos de la reparaci¨®n y los riesgos que entra?a.
El ordenamiento jur¨ªdico espa?ol castiga el uso torticero de los fondos p¨²blicos en casos como el de Algeciras
(Otro inciso: s¨ª quiero hacer una brev¨ªsima referencia a uno de los m¨¢s recientes cap¨ªtulos de este culebr¨®n, y es la denuncia formulada desde las filas del Partido Popular (PP), en el sentido de que durante los sucesivos gobiernos socialistas -en Madrid, con Felipe Gonz¨¢lez, y en Andaluc¨ªa, con Jos¨¦ Rodr¨ªguez de la Borbolla y con el propio Manuel Chaves- se efectuaron en Gibraltar reparaciones similares a la que hoy tanto escandaliza -es decir, de naves militares extranjeras de propulsi¨®n nuclear-, sin que entonces ning¨²n gobernante local ni auton¨®mico hiciera casus belli del asunto; y he querido detenerme brevemente en ello para resaltar, de dicha actitud, por un lado lo que tiene de deslealtad institucional -hacia el Gobierno de Espa?a- y social y pol¨ªtica -hacia los andaluces en general-, y por otro lado lo que tiene de cinismo en quienes hoy se rasgan las vestiduras por los mismos hechos que ellos no s¨®lo consintieron cuando el Gobierno de la Naci¨®n era socialista - y me temo que precisamente por serlo- sino que, adem¨¢s, los ocultaron a los andaluces).
Pero quiero centrarme en un concreto aspecto de los tristes episodios del fin de semana que me parece resaltable desde el punto de vista de la actualidad andaluza. Me refiero al hecho, denunciado por diversas organizaciones pol¨ªticas y sociales, de que desde muchos ayuntamientos (casualmente, los gobernados por el PSOE) se haya sufragado el fletamiento de autobuses para que los andaluces pudieran desplazarse hasta Algeciras y manifestarse en contra del Gobierno de Espa?a, con la excusa de protestar por lo del Tireless.
Este grave y espinoso asunto merece ser considerado, a su vez, desde dos planteamientos: el puramente jur¨ªdico de las responsabilidades (incluso penales) que pudieran derivarse del fletamento, y el ¨¦tico o moral de la calificaci¨®n que desde esta ¨®ptica pueda merecer la actuaci¨®n de ciertos gobiernos locales y auton¨®micos (casualmente socialistas).
Desde el punto de vista jur¨ªdico, es claro que el ordenamiento jur¨ªdico espa?ol castiga el uso torticero e irregular de los fondos p¨²blicos en diversos cuerpos normativos, cuyos preceptos establecen consecuencias que abarcan hasta la posibilidad de incurrir en responsabilidad criminal por las conductas tipificadas y penadas en el art¨ªculo 433 del vigente C¨®digo Penal, en la medida en que pocas dudas hay de qu¨¦ autoridad o funcionario p¨²blico ha destinado a usos ajenos a la funci¨®n p¨²blica los caudales o efectos puestos a su cargo por raz¨®n de sus funciones. Tengo mi peculiar opini¨®n, bastante cercana a la existencia de responsabilidad penal en este caso, pero no soy juez, y ser¨¢n ¨¦stos los que en definitiva deban dilucidar este delicado asunto, si finalmente el Partido Popular opta por presentar la anunciada querella criminal.
Desde el punto de vista moral, es sencillamente inaceptable que se utilice el dinero de los impuestos de todos los andaluces para una actuaci¨®n que, aunque se presente como institucional (??), no deja de ser un acto de partido (el Socialista) desde sus gobiernos locales y auton¨®micos, en su lucha contra otro partido (el Popular) en el Gobierno de la naci¨®n, eso s¨ª, pagado con el dinero de todos. Y, mientras tanto, los andaluces, sin saber lo que de verdad quieren saber; Andaluc¨ªa, sin rumbo ni gobierno; y Chaves de fletante...
Manuel Seco es abogado-socio de D&C Abogados y ex diputado a Cortes por el PP.
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