'No podemos entender tanta perversidad'

Un impacto emocional pocas veces vivido por los familiares de las v¨ªctimas de la dictadura ha provocado el conocimiento de las declaraciones del ex general Joaqu¨ªn Lagos Osorio, en las que detalla c¨®mo encontr¨® los cuerpos de los fusilados por la caravana de la muerte. En la sede que re¨²ne a las agrupaciones de familiares de detenidos desaparecidos y la de ejecutados pol¨ªticos, las madres, hermanas, hijas y esposas no pod¨ªan salir de su asombro, mezclado con llanto muchas veces retenido, especialmente en los familiares de los m¨¢s de 50 ejecutados por la misi¨®n militar encabezada por el general Sergio Arellano Stark.

La vicepresidenta de los familiares de detenidos desaparecidos, Mireya Garc¨ªa, quien varias veces se ech¨® a llorar en medio de la entrevista, explic¨® que a¨²n no logran reponerse del horror. 'Vamos de horror en horror. Primero nos dicen que nuestros familiares fueron lanzados al mar, y ahora nos cuentan con detalle c¨®mo nos mataron a nuestros seres queridos', dice Mireya Garc¨ªa, recordando que a las declaraciones de Lagos Osorio debe sumarse el conocimiento p¨²blico, el pasado 6 de enero, del supuesto destino de 200 detenidos desaparecidos: el fondo del mar.

'Primero quieren que nos conformemos con esto del mar, conformarnos con que no los vamos a encontrar nunca, y ahora nos dicen c¨®mo los mataron. Es una historia que nos remueve los m¨¢s profundos dolores, porque no podemos entender tanta perversidad, c¨®mo pudieron actuar con tanto odio, un odio sin l¨ªmite ni explicaci¨®n racional, m¨¢s que culpar a la formaci¨®n militar que recibieron los que se tomaron el poder en 1973', dijo Garc¨ªa.

El momento m¨¢s dif¨ªcil

En la sede de los familiares de las v¨ªctimas no es f¨¢cil definir si ¨¦ste es el momento m¨¢s dif¨ªcil que les haya tocado vivir en estos 27 a?os de b¨²squeda de la verdad, aunque reconocen que el que toda esta informaci¨®n provenga de las mismas Fuerzas Armadas y su gente hace que se asuma que lo vivido desde septiembre de 1973 no s¨®lo fue un exterminio, sino que fue un 'macabro exterminio'.

Para las que por a?os han luchado por verdad y justicia, viven entre ellas los horrores de conocer parte de la verdad, una situaci¨®n que no alivia el alma, pero que tambi¨¦n es vivida con desgarro por quienes no han recibido ninguna informaci¨®n de sus seres queridos.

Un solo convencimiento hab¨ªa ayer entre los familiares: ahora menos que nunca se aceptar¨¢ una salida pol¨ªtica y menos que Pinochet y otros militares sean beneficiados por la Ley de Amnist¨ªa. 'Es imposible aceptar que sea la impunidad lo que reciban como castigo estos criminales', concluye Mireya Garc¨ªa.