La mala punter¨ªa del cazador de blindados A-10

La pol¨¦mica sobre el uranio empobrecido ha tirado por tierra el mito de que la de Kosovo fue una guerra limpia, mientras que los datos de la OTAN ponen en la picota la idea de que los bombardeos fueron ataques de precisi¨®n. El ministro espa?ol de Defensa, Federico Trillo-Figueroa, afirm¨® el pasado d¨ªa 16 en el Congreso que 'las estimaciones que manejamos indican que no m¨¢s de un tercio de los disparos [de los A-10] hicieron blanco'. Se trata de una estimaci¨®n muy generosa.

Seg¨²n fuentes militares, menos de tres decenas de blindados yugoslavos resultaron destruidos. Parece un resultado escaso para 112 ataques en los que se arrojaron m¨¢s de 30.000 proyectiles PGU-13.

La misi¨®n del A-10 no era f¨¢cil. Al contrario que la mayor¨ªa de los aviones aliados, que disparaban por encima de las nubes y fuera del alcance de la artiller¨ªa antia¨¦rea, los pilotos de los Thunderbolt (Rayo), en su mayor¨ªa suboficiales muy j¨®venes, deb¨ªan identificar visualmente su objetivo y escapar luego con un avi¨®n relativamente lento.

La obsesi¨®n de la OTAN por evitar bajas en las filas propias llev¨® a utilizar t¨¦cnicas de ataque inapropiadas, seg¨²n fuentes militares, para minimizar riesgos. El alto n¨²mero de proyectiles empleados en algunos ataques (m¨¢s de 1.000) refleja que, frente al bombardeo quir¨²rgico, se impuso el de saturaci¨®n.

Del listado oficial se deduce, adem¨¢s, que la OTAN s¨®lo recurri¨® a los A-10 cuando empez¨® a impacientarse, pues Milosevic demostraba mayor resistencia de la prevista.

En las dos primeras semanas de guerra, del 24 de marzo al 6 de abril de 1999, no hubo ni un s¨®lo ataque con este tipo de avi¨®n. En abril, los A-10 atacaron 14 veces. En mayo, la cifra se elev¨® a 49. Durante los diez ¨²ltimos d¨ªas, entre el 1 y el 10 de junio, realizaron 44 ataques m¨¢s. S¨®lo el d¨ªa 6 de junio bombardearon nueve veces, m¨¢s del 50% que en todo abril.