El Supremo de M¨¦xico autoriza la entrega a EE UU de dos 'narcos'
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El 90% de las solicitudes de extradici¨®n recibidas por M¨¦xico llegan de Washington. El Tratado de Extradici¨®n entre M¨¦xico y EE UU data de los a?os treinta y su pobre desarrollo fue protestado por las autoridades norteamericanas, que reprocharon a M¨¦xico poca diligencia en el arresto y procesamiento de docenas de narcotraficantes. Por primera vez en su historia, y con 10 votos a favor y 1 en contra, la principal instancia judicial determin¨® que procede la extradici¨®n de delincuentes mexicanos requeridos por la justicia estadounidense para ser procesados por delitos cometidos en ese pa¨ªs, en su mayor¨ªa relacionados con el narcotr¨¢fico hacia las principales ciudades de la frontera con M¨¦xico.
El fallo termina en buena medida con las contradicciones registradas entre los distintos tribunales federales al establecer que el C¨®digo Penal no obstaculiza la entrega. El veredicto, tomado el pasado d¨ªa 18, es aplicable en todos los casos a futuro, y no tiene efectos retroactivos. 'Se acab¨® la doble interpretaci¨®n. El fallo moderniza al pa¨ªs respecto a los movimientos internacionales para perseguir a la delincuencia organizada', declar¨® Olga S¨¢nchez, la magistrada que redact¨® la sentencia. 'M¨¦xico no puede estar aislado', a?adi¨®.
El bloqueo en las entregas ha sido atribuido en no pocas ocasiones a la corrupci¨®n oficial y a la compra de jueces por los carteles. No obstante, el arraigado nacionalismo mexicano, sus tortuosas relaciones con el vecino que en el siglo XIX arrebat¨® casi la mitad del territorio nacional y la prepotencia norteamericana con sus iniciativas de extradici¨®n, han sido factores mencionados por fuentes judiciales mexicanas como influyentes en el ¨¢nimo y negativa de algunos magistrados. Los perseguidos por el Gobierno estadounidense, una veintena de mafiosos, hab¨ªan argumentado ante tribunales federales que, de acuerdo al C¨®digo Penal, se les deb¨ªa juzgar en M¨¦xico aunque pesaran sobre ellos delitos cometidos en el extranjero.
La Suprema Corte de Justicia, cuya ¨²ltima sentencia ha sido aplaudida por el Gobierno de Vicente Fox -'all¨ª estar¨¢n a buen resguardo', coment¨® el presidente-, hab¨ªa mantenido siempre, a veces por razones pol¨ªticas m¨¢s que judiciales, la tesis de que todos sus nacionales deb¨ªan ser juzgados en M¨¦xico aunque hubieran cometido delitos en otros pa¨ªses. La gran mayor¨ªa de los casos de extradici¨®n tramitados por EE UU fueron bloqueados por los diferentes tribunales mexicanos, pero todo indica que esta vez la Suprema Corte parece haber aplicado en la interpretaci¨®n de los c¨®digos los aires de modernizaci¨®n en curso, m¨¢s intensos desde que el pasado 2 de julio el Partido Revolucionario Institucional (PRI) perdiera la presidencia de la rep¨²blica.
No pocos analistas temen que los poderosos barones de la droga mexicanos, domiciliados casi todos en las cercan¨ªas de la divisoria entre San Diego y San Antonio, ejecuten la vieja m¨¢xima proclamada por los jefes mafiosos sublevados a bombazos en Colombia contra la extradici¨®n: 'Preferimos una tumba en Colombia a una celda en EE UU'.
La sentencia resolvi¨® 'la posibilidad de que un mexicano sea juzgado conforme al art¨ªculo 4? del C¨®digo Penal, no impide al poder ejecutivo obsequiarla, ejerciendo la facultad discrecional que le concede el Tratado de Extradici¨®n entre M¨¦xico y EE UU'. No significa que la Secretar¨ªa de Exteriores vaya a conceder autom¨¢ticamente la extradici¨®n porque los reos pueden interponer amparos. El Gobierno concedi¨® la extradici¨®n a EE UU de tres mafiosos presos en M¨¦xico, pero todos ellos han recurrido. La Suprema Corte fija doctrina, ser¨¢ dif¨ªcilmente derrotada en recursos posteriores de oficio, y abre, como nunca, el camino hacia los presidios norteamericanos de los barones de la droga en las listas de los m¨¢s buscados. Algunos han puesto ya tierra de por medio.
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