Europa revisa los sistemas de pensiones
Las reformas de los sistemas de pensiones que preparan los gobiernos comunitarios no cuestionan el modelo europeo de protecci¨®n social. Su principal objetivo es retrasar la edad de jubilaci¨®n, por el impacto positivo que ello tendr¨¢ en el futuro gasto en pensiones. Aunque la edad legal de jubilaci¨®n en Europa est¨¢ fijada en 65 a?os, la real est¨¢ entre los 60 y los 62 a?os, seg¨²n los distintos pa¨ªses.
Francia tiene la edad m¨¢s baja de la Uni¨®n Europea para retirarse con el 100% de la pensi¨®n: 60 a?os, a condici¨®n de haber cotizado al menos 40 (o 37,5 en el caso de los funcionarios). Y ¨¦ste es el caballo de batalla que origin¨® las grandes manifestaciones del jueves pasado en defensa de que el sistema se mantenga como est¨¢. Adem¨¢s del r¨¦gimen general, existen varios sistemas complementarios. Los funcionarios tienen los suyos particulares y los trabajadores del sector privado cotizan durante su vida laboral a la Asociaci¨®n para la Estructura Financiera (ASF), que paga las pensiones complementarias a los que se jubilan entre 60 y 65 a?os. La financiaci¨®n de esa parte complementaria corre parcialmente a cargo de las empresas, que, adem¨¢s, gestionan los descuentos a sus trabajadores destinados a ese fondo de pensiones.
El conflicto se ha producido cuando la Medef, que es la patronal m¨¢s importante, se ha negado a seguir participando en el sistema. Su propuesta es la contraria: alargar de 40 a 45 a?os el tiempo de cotizaci¨®n necesario para tener derecho al 100% de la pensi¨®n. Los sindicatos se oponen frontalmente y tambi¨¦n se manifestaba ayer en contra el primer ministro Lionel Jospin. En este pa¨ªs no existen los fondos de pensiones privados de los pa¨ªses anglosajones, implantados tambi¨¦n en Espa?a.
El sistema franc¨¦s no s¨®lo facilita la retirada de la vida activa a una edad m¨¢s temprana que en otros pa¨ªses europeos, sino que permite gran n¨²mero de ayudas. Por ejemplo, se puede 'comprar' el tiempo de cotizaci¨®n que falte a una persona para retirarse con el 100% de la pensi¨®n, y las mujeres con hijos tienen derecho a que se les compute como tiempo cotizado en funci¨®n de su n¨²mero de descendientes, y tres hijos equivalen a nueve a?os de cotizaci¨®n para una mujer.
El retraso de la edad real de jubilaci¨®n tambi¨¦n es un objetivo de la reforma que se prepara en Alemania. La advertencia formulada por la oposici¨®n democristiana el pasado viernes en el debate sobre la reforma del sistema de pensiones, ten¨ªa mucho de populista y algo de cierta: 'Ustedes quieren que la gente acabe trabajando hasta los 70 a?os', recrimin¨® un parlamentario conservador a los gobernantes socialdem¨®cratas y verdes poco antes de que ¨¦stos se valieran de su mayor¨ªa en el Bundestag, la C¨¢mara baja del Parlamento, para aprobar el proyecto de ley. La raz¨®n: establece como tope a las cotizaciones el 22% de los salarios brutos de aqu¨ª hasta 2030 y fija en el 67% del ¨²ltimo salario neto el monto m¨ªnimo de las pensiones a pagar a aquellos empleados que hayan cotizado durante 45 a?os.
En el muy probable caso de que las actuales previsiones demogr¨¢ficas tengan que ser revisadas durante los pr¨®ximos 30 a?os, una de las pocas soluciones para estabilizar el sistema ser¨¢ extender el ciclo de vida laboral. Sobre el papel, los empleados alemanes se jubilan hoy d¨ªa a los 65 a?os. En realidad, m¨²ltiples posibilidades de retiro anticipado han conducido a que, como media, los alemanes dejen de trabajar a los 60,1 a?os.
A partir de ahora, sin embargo, existir¨¢ tambi¨¦n otra f¨®rmula para evitar que el sistema entre en crisis: incrementar las aportaciones a planes de pensiones privados. El proyecto de ley, que a¨²n tendr¨¢ que ser aprobado por la C¨¢mara alta del Parlamento, donde la oposici¨®n cuenta con la mayor¨ªa, prev¨¦ que los empleados reciban sustanciales ayudas p¨²blicas si paulatinamente incrementan voluntariamente hasta el 4% de sus salarios brutos las aportaciones privadas. En 2008, el Estado contribuir¨¢ a estos planes con cerca de 20.000 millones de marcos anuales, 1,7 billones de pesetas.El Reino Unido va a aplicar un cambio inmediato. La pensi¨®n b¨¢sica estatal ser¨¢ de 72,5 libras semanales (unas 20.000 pesetas) a partir de abril y de 100 libras (27.000 pesetas) en 2003. Adem¨¢s, un jubilado brit¨¢nico tiene derecho a una pensi¨®n adicional, las llamadas SERPS (State earnings-related pension), que se calcula en funci¨®n del sueldo y en ning¨²n caso puede exceder el 20% de los ingresos medios.
La edad de jubilaci¨®n se fija actualmente en 65 a?os para los varones y 60 para las mujeres, pero se equipar¨¢ en los 65 a?os a partir de 2010. En ese a?o, los jubilados deber¨¢n haber cotizado 44 a?os para acceder al monto total de la pensi¨®n b¨¢sica. Hasta entonces, las mujeres deben cotizar 39 a?os. La pensi¨®n s¨®lo se ofrece a los mayores de 60 a?os y el Gobierno promociona la actividad laboral hasta al menos los 55 a?os. En esta l¨ªnea, ha anunciado la retirada de incentivos fiscales que se conceden hoy al cumplir los 50, porque, se?ala el Ministerio de Seguridad Social, los 2,8 millones de personas que no trabajan a partir de los 50 suponen una carga de 16.000 millones de libras en productividad perdida.
La situaci¨®n en Italia, en v¨ªsperas de la campa?a para las elecciones generales de abril pr¨®ximo, es demasiado delicada como para que este tema se aborde. El coste de las pensiones en este pa¨ªs, que el a?o pasado se ha calculado en el 12,6% del PIB, ascender¨¢ al 21% en 2040, seg¨²n datos del Gobierno. El caos que reinaba en Italia en el cap¨ªtulo de pensiones fue parcialmente atajado en 1995, durante el breve intervalo del Gobierno dirigido por Lamberto Dini.
Las pensiones de vejez, que hasta diciembre de 1996 se alcanzaban a los 62 a?os en el caso de los hombres y a los 57 en el de las mujeres, con 17 a?os de contribuci¨®n a la Seguridad Social, se modificaron gradualmente de forma que a partir de enero de este a?o se exige ya haber cumplido los 65 a?os (60 en el caso de las mujeres) y un m¨ªnimo de 20 a?os de contribuciones para cobrar una pensi¨®n.
El cap¨ªtulo m¨¢s gravoso para la previsi¨®n p¨²blica era, no obstante, y es, el de las llamadas 'pensiones de ancianidad', que en realidad son todo lo contrario, pues representan la posibilidad de acceder a la jubilaci¨®n anticipada para todos aquellos que est¨¢n a¨²n lejos de la edad obligatoria. La ley Dini impuso tambi¨¦n en este cap¨ªtulo un endurecimiento de los requisitos que hasta 1998 permit¨ªan a una persona de 54 a?os con 35 a?os de actividad jubilarse. Cuando los efectos de la ley, que ha sido acelerada por un decreto de 1997, se hagan efectivos completamente, es decir, en 2008, se necesitar¨¢ haber cumplido los 57 a?os (35 de contribuci¨®n a la Seguridad Social) o haber trabajado 40 a?os con independencia de la edad de jubilaci¨®n anticipada. Aun as¨ª, de esta aceleraci¨®n han quedado excluidos numerosos grupos de trabajadores, entre ellos los funcionarios y diversos sectores de empleados privados sujetos a convenios diferentes.
En Holanda, el sistema de pensiones empieza a ser objeto de discusi¨®n por primera vez en d¨¦cadas. Nacido en uno de los mejores momentos del Estado de bienestar, se apoya en dos pilares b¨¢sicos. El llamado AOW es una cantidad equivalente al salario m¨ªnimo interprofesional (unas 125.000 pesetas) que todo holand¨¦s recibe al cumplir los 65 a?os, aunque no haya realizado trabajo alguno remunerado. El Vut permite adelantar la fecha de jubilaci¨®n y se percibe un porcentaje del ¨²ltimo salario. Por ejemplo, quien decide marcharse a los 58 a?os (edad m¨ªnima permitida para el retiro) cobra un 45% de su salario y quien deja de trabajar a los 61 cobra el 75%.
Esta informaci¨®n ha sido elaborada por Joaqu¨ªn Prieto, Lola Gal¨¢n, Lourdes G¨®mez, Ciro Krauthausen y Sonia Robla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.