El Baluarte, sin baluarte

La sociedad p¨²blica que gestiona la construcci¨®n del futuro Auditorio y Palacio de Congresos de Pamplona se ha llevado un fort¨ªsimo tir¨®n de orejas de las instituciones promotoras de la obra debido al derribo o desmontaje, seg¨²n las diferentes versiones, de ocho contrafuertes del llamado baluarte de San Ant¨®n, construidos en el siglo XVI y cuyos muros, protegidos por ley, deben quedar integrados en el proyecto cultural ideado por el arquitecto estell¨¦s Patxi Mangado.

Algunas fuentes aseguran que, por el camino emprendido por la direcci¨®n de la obra, el Baluarte, la denominaci¨®n comercial que se ha elegido para dar nombre a esta destacada infraestructura, podr¨ªa quedarse sin buena parte de los restos arqueol¨®gicos que justifican su nombre, y cuya conservaci¨®n encarecer¨¢ en unos 500 millones de pesetas el proyecto original, ya cifrado en cerca de 11.000 millones de pesetas (66,11 millones de euros).

El derribo de los contrafuertes o su desmontaje, seg¨²n las diferentes versiones, se inici¨® el 9 de enero tras originar uno de ellos un accidente sin mayores contratiempos debido a un derrumbe por una mala sustentaci¨®n. Los trabajadores de la empresa constructora, OHL, anunciaron que no entrar¨ªan a trabajar en esas condiciones y la sociedad que gestiona el proyecto decidi¨® retirar todas las piedras de siller¨ªa del baluarte para evitar nuevos accidentes, seg¨²n se?al¨® la consejera de Industria, Nuria Iturriagagoitia.

Pero lo cierto es que nadie esper¨® a hacerlo contando con los preceptivos informes de los especialistas en patrimonio de la comunidad foral, habida cuenta de la reciente catalogaci¨®n del baluarte como Bien de Inter¨¦s Cultural, seg¨²n un decreto del Ejecutivo regionalista del pasado mes de octubre.

Fueron las c¨¢maras de un fot¨®grafo de prensa las que captaron la desaparici¨®n de unos muros hist¨®ricos que de la noche a la ma?ana ya no estaban donde deb¨ªan. Para muchos cr¨ªticos fue una 'demolici¨®n' que pudo pararse a tiempo. Para la consejera de Industria y su colega de Educaci¨®n y Cultura, Jes¨²s Laguna, as¨ª como para el propio arquitecto Patxi Mangado, se trat¨® del desmontaje, supervisado por la empresa arqueol¨®gica Gabinete Trama, de unas piedras sin valor arquitect¨®nico que se repondr¨¢n cuando los cimientos del baluarte se refuercen de una forma adecuada.

Lo cierto es que la pol¨¦mica ha subido de tono desde entonces, se han presentado denuncias ante el juzgado e incluso ha provocado la dimisi¨®n de dos destacados miembros del Consejo Navarro de Cultura, Jos¨¦ Luis Molins y Luis Miguel Fort¨²n.

Ambos consideran un 'atropello legal' lo que ha ocurrido. 'Cuando toda la naci¨®n acaba de conmemorar el cuarto centenario de Felipe II es triste comprobar que el Gobierno de Navarra est¨¢ dispuesto a da?ar y desfigurar uno de los principales monumentos de su reinado y del patrimonio hist¨®rico de Navarra', escribieron ambos al hacer p¨²blica su renuncia.

Molins y Fort¨²n han sido la punta de lanza de los muchos cr¨ªticos que han recordado la advertencia hecha por la Comisi¨®n de Patrimonio Hist¨®rico del Consejo Navarro de Cultura cuando, en mayo del a?o pasado, advirti¨® sobre 'actuaciones agresivas que puedan llevar a la desaparici¨®n del baluarte'. El propio presidente de Navarra, Miguel Sanz, les ha pedido que reconsideren su actitud.

El consistorio pamplon¨¦s dio a su vez un ultim¨¢tum a la Sociedad Palacio de Congresos para que presentara una justificaci¨®n t¨¦cnica de la actuaci¨®n en los contrafuertes y adjuntara el informe preceptivo de Pr¨ªncipe de Viana, la instituci¨®n cultural del Gobierno foral, sobre las obras.

La sociedad ha remitido al consistorio los documentos, pero el informe de los t¨¦cnicos es posterior a los desmontajes, los justifica por motivos de seguridad y regula su reubicaci¨®n, pero se confirma que no hubo ninguna autorizaci¨®n previa. Mientras tanto, el Gobierno foral acaba de constituir una fundaci¨®n para la conservaci¨®n patrimonial de Navarra, dotada inicialmente con 300 millones de pesetas (1,8 millones de euros), que tendr¨¢ como objetivo el cuidado de este tipo de bienes.

La constructora del auditorio tendr¨¢ ahora que recolocar las piedras, que fueron desmontadas en desorden, para que formen parte de la galer¨ªa art¨ªstica subterr¨¢nea con la que Mangado ha solucionado, integr¨¢ndola en el proyecto de Auditorio, la adaptaci¨®n de unos restos militares que siguen dando mucha guerra en el siglo XXI.