La 'locura' de Nantes vendr¨¢ a Bilbao

Ren¨¦ Martin, un promotor franc¨¦s de festivales de m¨²sica cl¨¢sica, buscaba la forma de conseguir que los conciertos que organizaba tuvieran la capacidad de atraer tanto p¨²blico como una figura de rock y, al mismo tiempo, la flexibilidad de un museo, que en cada sala ofrece obras diferentes. Martin, un hombre menudo, de aspecto hiperactivo, reconoce que aspiraba a conseguir reunir a tantos espectadores como el grupo U-2, sin que se perdieran los valores de la m¨²sica cl¨¢sica. En 1995 llev¨® la idea a la pr¨¢ctica en Nantes y cerca de 15.000 personas asistieron a los conciertos que se se sucedieron ininterrumpidamente y de forma simult¨¢nea en la primera Folle Journ¨¦e (La jornada loca). El pasado fin de semana, durante tres d¨ªas, se vendieron cerca de 100.000 entradas para conciertos sinf¨®nicos, de c¨¢mara, actuaciones de solistas y corales, en los que participaron unos mil m¨²sicos La locura musical de Nantes se vivir¨¢ el pr¨®ximo a?o en Bilbao. La Diputaci¨®n de Vizcaya quiere que el palacio Euskalduna acoja una experiencia similar a la de Nantes, que en los d¨ªas 2 y 3 de marzo de 2002 atraiga al menos a 30.000 personas, a las que se ofrecer¨¢n unos 60 conciertos.

La capital vizca¨ªna se sumar¨¢ a un circuito europeo en el que ya figura Lisboa

La Folle Journ¨¦e toma su nombre del subt¨ªtulo de la opera de Mozart Las bodas de F¨ªgaro, en la que el vertiginoso argumento se desarrolla en un solo d¨ªa. Desde su nacimiento, ha mantenido el mismo formato: conciertos dedicados a un compositor que se ofrecen de la ma?ana a la noche en las distintas salas de la Ciudad de los Congresos de Nantes, un complejo que dispone de un auditorio de 2.000 plazas y otras salas de distinta capacidad, similar a Euskalduna. Los conciertos ofrecen obras ¨ªntegras, pero no se prolongan m¨¢s all¨¢ de los 45 minutos. No hay parones: los espectadores esperan en cola a que acabe el concierto anterior para entrar a escuchar el siguiente programa.

La experiencia se traslad¨® con ¨¦xito el a?o pasado a Lisboa: en un fin de semana, La Festa da M¨²sica vendi¨® cerca de 35.000 localidades. Martin quiere crear un circuito europeo con La Folle Journ¨¦e. 'Bilbao, Nantes y Lisboa son ciudades portuarias, que han tenido dificultades econ¨®micas y est¨¢n abiertas a evolucionar', asegura el promotor. El fin de semana musical que se organizar¨¢ en Bilbao todav¨ªa no tiene nombre. El departamento de Cultura pretende que no sea una r¨¦plica exacta de Nantes. El festival, dedicado a Mozart y Haydn, contar¨¢ con un 30% de int¨¦rpretes espa?oles para interpretar un programa a¨²n por determinar. Desde la Diputaci¨®n se defiende la promoci¨®n de int¨¦rpretes vascos y, sobre todo, los intercambios de actuaciones con Lisboa y Nantes.

La diputada de Cultura de Vizcaya, Ana Madariaga, cree que el ¨¢mbito de inter¨¦s del marat¨®n musical debe ir m¨¢s all¨¢ de Bilbao y su entorno, y plantearse como una iniciativa de industria cultural. 'Tenemos que captar al p¨²blico de fuera', se?ala la diputada. 'Nos dirigiremos a toda la cornisa cant¨¢brica y al sur de Francia, porque s¨®lo con una difusi¨®n local no alcanzaremos nuestros objetivos'.

Los vecinos de Nantes, la quinta ciudad francesa con 250.000 habitantes, situada en el centro de un ¨¢rea poblada por medio mill¨®n de personas, son el n¨²cleo del p¨²blico de La Folle Journ¨¦e. Martin trabaja en los barrios, acerc¨¢ndose a los peque?os comerciantes, y en las escuelas para captar nuevos p¨²blicos.

La Diputaci¨®n calcula que la r¨¦plica de La Folle Journ¨¦e necesitar¨¢ un presupuesto de unos 100 millones de pesetas, en el que ya trabajan para implicar al Ayuntamiento de Bilbao, al Gobierno vasco y a entidades privadas. En Nantes se ha estabilizado una f¨®rmula de financiaci¨®n en la que los ingresos por taquilla suponen en 50% del total. El resto se reparten entre los fondos p¨²blicos (30%) y los patrocinadores (20%).

Uno de sus grandes atractivos es el precio de las entradas. Por 120 francos (unas 3.000 pesetas) se pudo escuchar el pasado domingo a la Orquesta Sinf¨®nica de San Petersburgo, la estrella del programa junto a las orquestas nacionales francesas. Pero la entrada a otras actuaciones de peque?o formato s¨®lo costaba 30 francos (unas 750 pesetas), y escuchar las actuaciones del vest¨ªbulo central es gratis. Por t¨¦rmino medio, las actuaciones cuestan un tercio del precio de mercado.

Martin defiende que este tipo de festivales sirve para que 'la gente descubra la m¨²sica cl¨¢sica'. Y para avalar su opini¨®n con datos asegura que la asistencia a los conciertos en Nantes se ha cuadruplicado desde que existe La Folle Journ¨¦e.