Cuando invertir puede ser un mal negocio
Que la F¨®rmula 1 es un negocio no lo discute nadie. Tambi¨¦n es un deporte extremadamente competitivo, como lo demuestra la intensidad con que se disputa y los estrechos m¨¢rgenes que deciden los resultados, y de gran atractivo popular, a tenor de las millonarias cifras de audiencia televisiva. Ambos aspectos se sostienen mutuamente. La financiaci¨®n de una escuder¨ªa determina su capacidad competitiva. Ferrari, McLaren o Williams est¨¢n en los primeros lugares porque tienen los mayores presupuestos. Y a la inversa: atraen patrocinadores porque son competitivos.
Para algunos, sin embargo, la F¨®rmula 1 no es m¨¢s que un negocio. Tom Walkinshaw, el patr¨®n del equipo Arrows, es el mejor ejemplo de este modo de hacer las cosas. Lo l¨®gico ser¨ªa que la marca patrocinadora quisiera ser relacionada con la excelencia. Pero ¨¦ste no es el caso que nos ocupa. La petrolera espa?ola Repsol deber¨ªa estar preocupada por que se la pueda identificar con un proyecto deportivamente tan mediocre, con b¨®lidos que han sido incapaces de acabar siquiera la mitad de las carreras en las que han participado.
Porque la sorpresa no es que Repsol se haya negado a aumentar la cifra con la que financiaba el volante de Pedro Mart¨ªnez de la Rosa, un piloto cuyo historial nadie puede poner en duda, ni que su otro patrocinador, Chello -la empresa de telecomunicaciones holandesa que apoyaba a su compa?ero, Jos Verstappen- haya decidido tambi¨¦n retirarse del equipo del avispado propietario de TWR, sino el hecho de que todav¨ªa consiga atraer cantidades considerables de dinero para un proyecto deportivamente condenado a la insolvencia, especialmente desde que perdi¨® los motores Supertec, rechaz¨® los Ferrari y se qued¨® con los viejos Peugeot vendidos por la casa francesa a una oscura empresa asi¨¢tica.
En un momento en el que los grandes fabricantes de autom¨®viles han entrado de lleno en un deporte que consideran un escaparate privilegiado para sus productos, cuando el n¨²mero de licencias para el campeonato es limitado, sorprende que siga existiendo un equipo como Arrows que en sus m¨¢s de dos d¨¦cadas de historia a¨²n no ha conseguido ni una sola victoria.
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