La Guardia Civil cierra la primera fase de su operaci¨®n contra el fraude en las ayudas al aceite con 53 detenidos

La Guardia Civil dio ayer por cerrada la primera fase de la operaci¨®n Oliva, con la que ha desarticulado en los dos ¨²ltimos a?os gran parte de las redes de fraude en las ayudas de la Uni¨®n Europea al aceite. Estos meses de trabajo se han cerrado con 53 detenciones y han puesto al descubierto m¨¢s de 2.000 millones de pesetas, seg¨²n las estimaciones m¨¢s prudentes, en cobros fraudulentos de subvenciones comunitarias al aceite de oliva. La operaci¨®n ha destapado cerca de nueve millones de kilos de aceite que s¨®lo existieron sobre el papel.

Rafael P¨¦rez, portavoz de la Guardia Civil en la comunidad aut¨®noma, conf¨ªa en que la segunda fase de la operaci¨®n que se inicia ahora, para la que se han dado un plazo de otros dos a?os, sea a¨²n m¨¢s fruct¨ªfera que la primera. 'El n¨²mero de detenciones y las cantidades defraudadas pueden ser mayores que lo descubierto hasta ahora', coment¨® al respecto. Los investigadores han acumulado gran cantidad de documentaci¨®n pendiente de estudio. 'S¨®lo hay que tirar del hilo para desenrredar toda la madeja', comentaron.

Las actuaciones de la Guardia Civil comenzaron en febrero de 1999, despu¨¦s de que la Agencia para el Aceite de Oliva, del Ministerio de Agricultura, denunciara ante el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Andaluc¨ªa el cobro irregular de subvenciones.

Seg¨²n las denuncias, desde almazaras de Granada, Ja¨¦n, M¨¢laga, C¨®rdoba, Almer¨ªa y Sevilla se exped¨ªan certificados de molturaci¨®n de aceituna que no se ajustaban a la realidad, habi¨¦ndose falseado datos en las solicitudes para las subvenciones de la Uni¨®n Europea.

Certificados falsos

En la trama, los oleicultores presentaban certificados de producci¨®n falsos. Hab¨ªa parcelas donde no hab¨ªa olivos o los que hab¨ªa eran de muy baja producci¨®n. Hay casos en los que se presentaban olivares en zonas pantanosas o en caminos.

Para llevar a cabo el fraude era necesaria la connivencia de los almazareros, que manipulaban sus apuntes contables y fiscales y emit¨ªan certificados de entrada de aceitunas que nunca llegaron a sus almazaras. Luego, los agricultores solicitaban la ayuda comunitaria por unos kilos de aceituna inexistentes y acordaban c¨®mo repartir la subvenci¨®n, que era cobrada a trav¨¦s de sociedades interpuestas creadas para no dejar rastro del fraude.

La Guardia Civil est¨¢ cerrando las conexiones entre todos los detenidos. Hay tres o cuatro nombres, que ser¨ªan los cabecillas, que aparecen en varios de los registros. Uno de ellos, E. D. P., natural de Santo Tom¨¦, en Ja¨¦n, aparece tambi¨¦n implicado en el caso del fraude por el inexistente principado de Sealand.