Prioridades para el fomento del empleo y del crecimiento europeo
El presidente de la Comisi¨®n Europea se?ala que la investigaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas ser¨¢n claves para el futuro de la UE.
Hace casi un a?o que el Consejo Europeo de Lisboa se fij¨® el objetivo de lograr que durante la presente d¨¦cada la econom¨ªa europea fuese la m¨¢s competitiva, din¨¢mica y basada en el conocimiento del mundo. La intenci¨®n es buena, pero ?se han tomado las medidas correspondientes? ?Se ha plasmado en acciones?
Ciertamente, se ha avanzado mucho. En primer lugar y ante todo, es satisfactorio comprobar que, en el ¨²ltimo a?o, el desempleo en Europa ha descendido y parece que la econom¨ªa europea lleva camino de crecer a un ritmo constante durante los pr¨®ximos dos a?os. Hemos dado importantes pasos adelante en varias ¨¢reas como la liberalizaci¨®n de las telecomunicaciones, el nuevo marco jur¨ªdico para el comercio electr¨®nico, la reorientaci¨®n de los fondos hacia la innovaci¨®n, el acuerdo sobre el estatuto de la empresa europea y la coordinaci¨®n de las medidas destinadas a hacer frente a la exclusi¨®n social.
No podemos, sin embargo, caer en la autocomplacencia. Nuestra fuerza econ¨®mica actual no debe derrocharse en beneficio de nuestros competidores, sino que deber¨ªa usarse para acelerar la tan necesaria reforma. El crecimiento nos ofrece la oportunidad de actuar -y debemos aprovechar la ocasi¨®n-. No podemos simplemente escondernos detr¨¢s de la actual perspectiva econ¨®mica favorable y fingir que basta ¨²nicamente con el crecimiento. Si no tomamos medidas ahora, Europa corre el riesgo de quedar por detr¨¢s de sus principales competidores en muchas ¨¢reas que son cruciales para nuestro bienestar y para el futuro de nuestros hijos.
Sin embargo, a pesar de que hemos avanzado en algunas ¨¢reas desde el Consejo de Lisboa, en muchas otras ha habido algunas aut¨¦nticas decepciones. La falta de voluntad pol¨ªtica ha comprometido algunas iniciativas que todos consideraban esenciales. Por ejemplo, a¨²n no hemos llegado a un acuerdo sobre la patente a escala comunitaria y la liberalizaci¨®n de los mercados del gas y la electricidad es muy insuficiente. El nivel general de empleo en toda Europa est¨¢ lejos de los objetivos establecidos en Lisboa y no se ha hecho lo suficiente para fijar unos objetivos equivalentes a nivel nacional. El despegue de la nueva econom¨ªa no es bastante r¨¢pido. Y ya urge que la formaci¨®n continua se concrete en una realidad.
La Comisi¨®n Europea exhortar¨¢ a los participantes en la cumbre de Estocolmo a que hagan todo lo posible por pasar de la ret¨®rica a la realidad: cumplir los recientes acuerdos y hacer frente a algunos nuevos desaf¨ªos.
Mi Comisi¨®n presentar¨¢ hoy a los Estados miembros 10 prioridades para el a?o que viene, todas ellas destinadas a contribuir a que Europa aproveche su enorme potencial. Nuestro principio rector es crear m¨¢s y mejores trabajos, avanzar hacia el pleno empleo, impulsar la competitividad y velar por que todos los componentes de nuestra sociedad desempe?en su cometido en una econom¨ªa revitalizada y cosechen los beneficios correspondientes.
Quisiera destacar tres ¨¢mbitos en especial: la necesidad de fomentar las tecnolog¨ªas fronterizas, crear nuevos mercados laborales europeos e integrar nuestros mercados financieros.
Para aumentar la prosperidad y crear m¨¢s y mejores trabajos, necesitamos situar a Europa a la cabeza de las industrias del ma?ana. Lo que hoy llamamos 'tecnolog¨ªas fronterizas' ser¨¢n una realidad cotidiana en el mundo laboral de nuestros hijos. Durante la pr¨®xima d¨¦cada afectar¨¢n a nuestras vidas tanto como lo ha hecho Internet durante esta ¨²ltima. Las ciencias de la vida, la tecnolog¨ªa de los materiales, y el desarrollo inform¨¢tico tienen potencial para crear trabajos, crecimiento y desarrollo sostenible.
Para aprovechar el potencial de estas ciencias de vanguardia, es necesario actuar ya. Europa gasta en investigaci¨®n 75.000 millones de euros menos que Estados Unidos, y los cient¨ªficos europeos se ven frenados por la duplicaci¨®n y dispersi¨®n de sus esfuerzos. En Estocolmo, la Comisi¨®n presentar¨¢ propuestas para impulsar las actividades europeas de investigaci¨®n mediante una mayor coordinaci¨®n, movilidad y evaluaci¨®n comparativa. Abogaremos por la protecci¨®n jur¨ªdica necesaria para incentivar a las empresas en nuevos campos como la biotecnolog¨ªa y propondremos cambios destinados a liberar capital de riesgo para financiar la investigaci¨®n.
Una Europa de alta tecnolog¨ªa solamente ser¨¢ posible si nuestra mano de obra tiene las cualificaciones necesarias y si estas cualificaciones pueden utilizarse exactamente all¨ª donde es necesario. Est¨¢n surgiendo nuevos mercados laborales europeos en los que cada vez es m¨¢s com¨²n que la gente aproveche el mercado ¨²nico para vivir y trabajar en un Estado miembro diferente. La Comisi¨®n propone la creaci¨®n de un grupo de trabajo sobre cualificaciones de alto nivel y movilidad que asesore sobre c¨®mo ampliar este nuevo fen¨®meno, de modo que puedan beneficiarse de ¨¦l tantos ciudadanos como sea posible. La propia Comisi¨®n presentar¨¢ propuestas encaminadas a automatizar en mayor medida el reconocimiento a escala europea de las cualificaciones profesionales y a facilitar la transferencia de las pensiones. Los Estados miembros necesitan llegar a un acuerdo en torno a las propuestas para modernizar la Seguridad Social de los trabajadores migrantes y para mejorar la informaci¨®n disponible sobre sus derechos y oportunidades.
Uno de nuestros mayores desaf¨ªos sigue siendo adaptar los trabajadores cualificados a las industrias j¨®venes. No debemos desfallecer en nuestros esfuerzos por impulsar, sobre todo, las cualificaciones en tecnolog¨ªa de la informaci¨®n, tanto en las escuelas como a trav¨¦s de la formaci¨®n continua. Y, junto a nuestros esfuerzos por fomentar la movilidad de las cualificaciones en el interior de la Uni¨®n, tambi¨¦n debemos estar dispuestos a mirar hacia el exterior. Para ayudarnos a colmar el d¨¦ficit de nuestras cualificaciones, necesitamos estudiar un enfoque com¨²n destinado a abrir m¨¢s las puertas de Europa a los talentos y a los expertos en TI m¨¢s all¨¢ de las fronteras de la Uni¨®n.
La creaci¨®n del mercado ¨²nico contribuy¨® de manera extraordinaria a la prosperidad europea, y debemos hacer todo lo posible para eliminar las barreras a la actividad econ¨®mica que a¨²n subsisten. Concretamente, necesitamos avanzar m¨¢s r¨¢pidamente hacia un mercado financiero europeo completamente integrado. Europa est¨¢ pagando innecesariamente el precio de la no integraci¨®n, en forma de oportunidades perdidas para el empleo y el crecimiento. Las divergencias de las normas nacionales contin¨²an haciendo que sea m¨¢s dif¨ªcil y costoso obtener capital, y reducen la confianza de los inversores, disuadiendo la inversi¨®n transfronteriza. Tambi¨¦n es crucial dotarse de un marco reglamentario adecuado para los mercados financieros: todav¨ªa se tarda demasiado en lograr que las propuestas pasen del proyecto al mercado, o en adaptarlas cuando ya han sido promulgadas.
Mi ambici¨®n estriba en hacer que Europa sea el lugar del mundo donde sea m¨¢s f¨¢cil desarrollar una actividad empresarial. Mi Comisi¨®n planea presentar una estrategia coordinada para simplificar el marco reglamentario en Europa. Tambi¨¦n elaborar¨¢ propuestas para liberar los mercados del transporte de mercanc¨ªas y pasajeros por ferrocarril y para incrementar la eficacia del transporte a¨¦reo. Conforme Europa vaya ocupando el lugar que se merece como operador global de gran envergadura, deberemos ser intolerantes para con cualquier rigidez que se interponga entre nuestros ciudadanos y un mejor futuro econ¨®mico.
Tampoco deber¨ªamos aceptar a las divisiones sociales que separan a los que se benefician de la nueva econom¨ªa de los que corren el riesgo de quedarse rezagados. Tal como se acord¨® en la cumbre de Niza, nos esforzamos por establecer la mejor pr¨¢ctica y unos indicadores claros para la integraci¨®n social. Nuestro objetivo deber¨ªa ser que la sociedad europea, y no solamente su econom¨ªa, constituya un modelo para el mundo.
En todos estos ¨¢mbitos, la Comisi¨®n Europea har¨¢ todo lo posible por asegurarse de que las altas ambiciones se plasmen en medidas. Los ciudadanos de Europa nos juzgar¨¢n, como siempre, no por nuestras promesas sino por nuestros hechos. Espero que todos los participantes en la cumbre de Estocolmo tengan ante todo en mente esta misma idea.
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