El Bar?a se despide en Treviso

El Bar?a se despidi¨® de Europa en un partido extra?o en el que arras¨® durante los 20 primeros minutos y en el que despilfarr¨® su bot¨ªn en diez minutos en los que desapareci¨® por completo de escena. Y el Benetton lo aprovech¨® concentrando todo su trabajo en esa fase en la que los azulgrana quedaron reducidos a cenizas, a la nada. El parcial de 28-6 de ese tercer cuarto es suficientemente expresivo. Nada m¨¢s empezar el ¨²ltimo tramo del partido el Bar?a estaba ya sentenciado: 70-56. Un marcador inimaginable para quien hubiera vivido el primer tramo en el que el Bar?a estuvo inconmensurable y barri¨® por momentos al Benetton, al que lleg¨® a dominar por 18 puntos (30-48).

Los renovados esfuerzos con los que el Bar?a trat¨® de evitar lo que ya parec¨ªa inevitable le permitieron so?ar por unos instantes. Fue gracias a siete puntos consecutivos de Savic y a una mejora en el juego defensivo. Se situ¨® a cuatro puntos (70-66). Fue el canto del cisne. Para entonces ya nada funcionaba en el Bar?a. Ni el rebote, ni el lanzamiento, ni el ritmo de juego. Nada.

Y eso que los p¨ªvots del Bar?a hab¨ªan empezado arrasando. Due?as y Rentzias hab¨ªan marcado la pauta. No permitieron canastas f¨¢ciles bajo su aro y corrigieron el defecto que les perdi¨® en el Palau: no salir con presteza detr¨¢s de Tomidy y Garbajosa cuando ¨¦stos tiraban desde fuera. Y adem¨¢s, el buen marcaje al que fue sometido el escolta estadounidense Markus Brown, especialmente por parte de De la Fuente, le hizo perder los estribos. Cuando logr¨® sobrepasar a Navarro o a De la Fuente, se encontr¨® con el corpach¨®n de Due?as, Rentzias o Elson. Si a esa buena defensa azulgrana se a?ade su implacable actuaci¨®n atacante...

El Bar?a iba viento en popa. Pero tras el descanso se le acumularon de golpe los problemas. Se lesion¨® Jasikevicius que tuvo que ser atendido en los vestuarios antes de reaparecer con un aparatoso vendaje en la rodilla izquierda. Brown obtuvo su primera carta. El Bar?a, con Navarro de base, perdi¨® por completo su ritmo de juego. Rentzias cometi¨® dos faltas consecutivas y sum¨® as¨ª cuatro. El Bar?a fall¨® cinco triples y hasta Due?as dos tiros libres. Y Naumoski ofreci¨® un recital al que el Bar?a asisti¨® sin nada que oponer. Fue una par¨¢lisis absoluta. El resultado del tercer cuarto lo delata: 286. Un escarnio. El Bar?a se plant¨® en el ¨²ltimo cuarto con 11 puntos de desventaja. Y ya nada pudo hacer por evitar un nuevo fracaso en la competici¨®n que siempre se le ha resistido. Esta vez, este a?o en el que hab¨ªa quedado abolida su maldita final four, qued¨® apeado mucho antes de lo previsto.