Ideas y ocurrencias
No tiene ideas, s¨®lo ocurrencias', dec¨ªa maliciosamente un gran personaje de la pol¨ªtica y el pensamiento de este pa¨ªs, en la ¨¦poca republicana, a prop¨®sito de otro ilustre contempor¨¢neo suyo. Dicha afirmaci¨®n se puede aplicar sin mucha dificultad a algunas aseveraciones que han hecho o hacen dirigentes pol¨ªticos actuales acerca de nuestra universidad. As¨ª, en un acto de apertura de curso, el anterior vicepresidente del Gobierno, ?lvarez Cascos, hablaba hace poco del 'elefanti¨¢sico modelo universitario actual', su 'preocupante esclerosis', la 'necesidad de la formaci¨®n de un car¨¢cter de gentes libres' u otras vaguedades similares que, en cierto modo, resumen las inquietudes y el pobre balance de los cuatro primeros a?os de gobierno conservador en cuanto a la educaci¨®n superior. Ausencia de ideas, huera brillantez ret¨®rica y ocurrencias perecederas que recuerdan bastante aquello que dec¨ªa el verso machadiano de que desprecian cuanto ignoran. La actualizaci¨®n del marco legislativo es perentoria, pero la ley que ha marcado el quehacer acad¨¦mico superior no se puede cambiar a base de ocurrencias. Son ideas s¨®lidas, surgidas tras un amplio debate, y no simples ocurrencias, las que deben impulsar la acci¨®n pol¨ªtica universitaria, valorada como urgente.
Se ha perdido un tiempo valioso que nos aleja de las transformaciones emprendidas en otros pa¨ªses de la Uni¨®n Europea (Alemania, Holanda o Suecia). Sin embargo, la aparici¨®n del Informe Universidad 2000 y otros estudios similares publicados en los ¨²ltimos meses propician que el debate profundo de las ideas pueda tener lugar el presente curso. Diversas circunstancias aconsejan que no se demore: la transformaci¨®n interna de la universidad espa?ola en los ¨²ltimos quince a?os hace que la LRU est¨¦ agotada y no responda a las exigencias de la sociedad de nuestro tiempo, la armonizaci¨®n que se reclama de los distintos sistemas universitarios europeos, la veloz incorporaci¨®n de las nuevas tecnolog¨ªas en los procesos de ense?anza y aprendizaje, etc¨¦tera.
Entre las ideas que se abren camino, con suficiente aceptaci¨®n, se hallan la revisi¨®n de la financiaci¨®n o la conveniencia de un pacto universitario entre las fuerzas pol¨ªticas mayoritarias en el Estado. Pero son muchas m¨¢s las que debe incorporar un cambio legislativo que contribuya a que la universidad sea transparente, libre y condicionada a una p¨²blica rendici¨®n peri¨®dica de sus resultados. A continuaci¨®n se proponen otras dos sobre el alcance de sus actividades y la eficiencia de su organizaci¨®n.
Las actividades docentes y de investigaci¨®n son cada vez m¨¢s complejas, con un car¨¢cter multidisciplinario creciente; la bondad de un nuevo modelo organizativo depender¨¢ de que favorezca las actividades pluridisciplinarias. A la multidisciplinaridad se opone el sistema actual de adscripci¨®n de los profesores a las ¨¢reas de conocimiento. Significa una parcelaci¨®n inapropiada para la visi¨®n futura de la actividad acad¨¦mica; es un lastre que afecta negativamente a la movilidad y limita el aprovechamiento de los recursos disponibles. La adscripci¨®n r¨ªgida de cada profesor a una sola ¨¢rea de conocimiento corresponde a una visi¨®n del control anticuada que se ha de suprimir. El contenido de las asignaturas y el perfil de los departamentos son suficientes para valorar las capacidades docentes en los procesos de selecci¨®n, siempre que haya mecanismos p¨²blicos -y rigurosos- de rendici¨®n de cuentas. El modelo organizativo de las ¨¢reas de conocimiento se ha de eliminar o sustituir por otro que contribuya a los proyectos cient¨ªficos pluridisciplinarios y estimule la movilidad de los docentes. La posibilidad de que los profesores universitarios puedan trabajar sin que todo est¨¦ regulado se halla en la base de cualquier cambio innovador.
Respecto a la eficiencia de la organizaci¨®n de las universidades, tan importante como la revisi¨®n del procedimiento de elecci¨®n de sus dirigentes es la asignaci¨®n de responsabilidades en los niveles adecuados, que permita resolver las indefiniciones inherentes a la actual estructura matricial. Se ha de distinguir entre el gobierno, la direcci¨®n y la gesti¨®n de las instituciones. El equipo rectoral ha de ocuparse de implantar un n¨²mero limitado, pero con intensidad suficiente, de pol¨ªticas generales centralizadas que permitan impulsar la visi¨®n y los ideales de la instituci¨®n. Por el contrario, la direcci¨®n ha de ser descentralizada y participativa, mientras que la gesti¨®n se ha de profesionalizar, de manera que facilite el establecimiento eficiente de las metodolog¨ªas de trabajo. Un adecuado sistema de incentivos y evaluaci¨®n favorecer¨ªa que los miembros de la comunidad universitaria asumiesen no s¨®lo competencias, sino responsabilidades.
Francisco Michavila es catedr¨¢tico y director de la C¨¢tedra Unesco de Gesti¨®n y Pol¨ªtica Universitaria de la Universidad Polit¨¦cnica de Madrid.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.