Entre la creaci¨®n y la venta

Tras un a?o de ausencia, la galeria Trayecto, de Vitoria, ha vuelto a Arco. Su directora, To?i Nieto, dice que par¨¦ntesis de 2000 no ha alterado el estilo de la galer¨ªa que ya era habitual en la feria, la m¨¢s importante de arte contempor¨¢neo en Espa?a. 'Traemos un poco de cada disciplina entre lo que tenemos en la programaci¨®n de cada a?o', explica Nieto, entre un autorretrato de Esther Ferrer que se puede alterar a gusto del espectador y unas zapatillas Nike bordadas por Juan Carlos Rom¨¢n. En Trayecto tienen claro que Arco no debe ser otra cosa que una prolongaci¨®n del trabajo de la galer¨ªa. 'Si las obras que tenemos tienen una buena respuesta comercial y se venden, pues bien. Y si no, no se qui¨¦n estar¨¢ equivocado. Quiz¨¢ el mercado', bromea, 'que no lo compra'.

Sus siete colegas procedentes de Bilbao, San Sebasti¨¢n y Pamplona que han acudido a Arco est¨¢n de acuerdo en que la feria debe ser una extensi¨®n del car¨¢cter que el trabajo continuado da a la galer¨ªa, pero cada uno de ellos var¨ªa las f¨®rmulas para encontrar el equlibrio entre los resultados comerciales y la creaci¨®n. Y abarcan desde las exposiciones individuales y la divisi¨®n del espacio entre dos artistas, a las colectivas de artistas emergentes y las apuestas seguras con autores consagrados.

Confusi¨®n

'Hay una cierta confusi¨®n sobre lo que es Arco', cree Gonzalo S¨¢nchez, de Galer¨ªa Diecis¨¦is, que ha dedicado su espacio a una exposici¨®n de Marta C¨¢rdenas. '?Por qu¨¦ lo comercial s¨®lo es malo cuando se habla de arte? Vivimos todav¨ªa influidos por la filosof¨ªa judeocristiana que dice que el ¨¦xito hay que pagarlo con una penitencia. Yo tengo una galer¨ªa y quiero vender, pero aquello en lo que yo creo'. Gonzalo S¨¢nchez se mantiene fiel a un estilo pr¨¢cticamente dif¨ªcil de encontrar en la oferta de Arco: su espacio en la feria a?o tras a?o es ocupado por la obra de un solo artista. 'Quiero aportar algo diferente, una novedad de calidad'.

Tambi¨¦n Vanguardia ha optado por dedicar la m¨¢xima atenci¨®n a un s¨®lo artista, en este caso a los collages de Jos¨¦ Ram¨®n Morquillas, cargados de ir¨®nia y cr¨ªtica social y pol¨ªtica, y reunir una muestra m¨ªnima del trabajo de otros artistas de la galer¨ªa. 'Se habla mucho de comercio en Arco, pero creo que es ficticio', asegura Petra P¨¦rez. 'Las compras est¨¢n apalabradas con anterioridad o se hacen m¨¢s tarde'. En el extremo opuesto est¨¢ la colectivas de Col¨®n XVI, con piezas de Andr¨¦s Nagel, Pedro Txillida y Alejandro Garmendia, con grandes dificultades para captar la atenci¨®n del p¨²blico ante la competencia de terracotas y obras sobre papel de Eduardo Chillida. Ya hab¨ªan avisado que ¨¦ste era el a?o Chillida y se iban avolcar en la obra del artista donostiarra. Mois¨¦s P¨¦rez de Alb¨¦niz - el nombre bajo el que contin¨²a el trabajo de la desaparecida Lekune- tambi¨¦n apuesta por llevar obra de una decena de creadores, pero se atreve con el riesgo de una instalaci¨®n de Leopoldo Ferr¨¢n y Agustina Otero.

Roberto S¨¢enz de Gorbea, de Windsor, cree que no existe una f¨®rmula m¨¢gica para aunar los intereses econ¨®micos y la creaci¨®n art¨ªstica en la feria. 'Yo trato de reflejar el trabajo de todo el a?o, seleccionando un par de nombres [Francisco Ruiz de Infante y Jos¨¦ Ram¨®n Amondarain] y reuniendo un n¨²mero suficiente de obras para que el p¨²blico tenga mayor informaci¨®n'. Satisface, subraya S¨¢enz de Gorbea, al galerista y a los artistas, aunque no busca por anticipado el equilibrio entre lo comercial y lo artistico. 'No hay riesgo mayor que traer una instalaci¨®n de Ruiz de Infante. Sin embargo, se ha vendido lo suficiente como para equilibrar la balanza'.

Altxerri tambi¨¦n se apunta a reducir la lista de nombres. 'Es un placer traer por vez primera un artista a Arco', explica Jos¨¦ Ignacio Velilla. As¨ª se refiere al trabajo, unas piezas en aluminio pintado que ocupan la mitad del espacio disponible, de Pablo Donezar, repartido con las series de Elena Asins. 'Somos una galer¨ªa de promoci¨®n de artistas, sobre todo j¨®venes vascos. No trabajamos con los grandes nombres ni con piezas aisladas', prosigue Velila. 'Es m¨¢s oneroso, pero es la labor m¨¢s gratificante. No s¨®lo venimos a vender sino a dar a conocer entre el p¨²blico y la cr¨ªtica a nuestro artistas y a conseguir que monten otras exposiciones. Los consagrados los vendemos en la galer¨ªa'.

Lourdes Fern¨¢ndez, de la donostiarra DV, cree que ¨¦ste es el mejor a?o para hablar de si se llevan a Arco piezas para vender o para mostrar que hacen sus artistas. Y lo dice pisando un suelo, l¨¢minas de madera pintadas de gris y rosa fuerte, que es el resultado de una intervenci¨®n de Maider L¨®pez y ante un cuadro de gran formato de Amondarain adquirido por el Banco de Espa?a. '?jal¨¢ vendamos la obra de Maider, pero ya estoy satisfecha con el inter¨¦s que han mostrado otros galeristas extranjeros y coleccionistas', dice Fern¨¢ndez, partidaria de resumir en la feria la programaci¨®n que a lo largo del a?o presentan en San Sebasti¨¢n, en la que los nuevos valores se alternan con los conocidos. 'Las piezas m¨¢s peque?as, m¨¢s f¨¢ciles de colgar compensan el esfuerzo econ¨®mico'.