Viabilidad del sistema p¨²blico de pensiones
Los autores defienden el actual sistema p¨²blico de previsi¨®n social y apuntan medidas para que siga siendo solvente
Las pensiones son un asunto muy serio. Para millones de ciudadanos es su principal fuente de renta y para otros lo ser¨¢ en el futuro. A la vez, una modificaci¨®n del actual sistema hacia segmentos de capitalizaci¨®n obligatoria afecta a las cuentas de resultados de las entidades financieras.
En un art¨ªculo aparecido en este peri¨®dico (22 enero) 'una serie de personas que vienen estudiando este problema intensamente los ¨²ltimos a?os' muestran su preocupaci¨®n por el futuro del sistema p¨²blico de pensiones, al considerar probado un gasto en pensiones del 15% del PIB en 2050 (8,6% en 2000).
Esta afirmaci¨®n presentada de forma tan radical provoca alarma. Sin embargo, despu¨¦s de analizar con detalle los estudios en los que se basan (Herce, Jimeno) la conclusi¨®n no es demasiado s¨®lida. En el estudio titulado la reforma de las pensiones ante la revisi¨®n del Pacto de Toledo elaborado por Herce y Meseguer publicado por La Caixa (2000), la previsi¨®n de gasto en pensiones para 2050 era del 13,4% del PIB. Causa sorpresa comprobar que en tan s¨®lo unos meses, el primero de los autores aumente el gasto en 1,6 puntos del PIB, lo que supone la m¨®dica cantidad de 5,1 billones de pesetas de 2000, aproximadamente el 60% del gasto en pensiones en el a?o pasado. La preocupaci¨®n en este informe, se basaba no tanto en el gasto sino en la imposibilidad, seg¨²n los autores, de generar los ingresos suficientes (tan s¨®lo 7,2% del PIB en 2050).
De igual forma, el trabajo de Jimeno editado por FEDEA (2000), prev¨¦ un gasto en pensiones que en 2050 oscila entre el 16,8% y el 32% del PIB dependiendo de la evoluci¨®n de la productividad. Un margen demasiado importante (50 billones de pesetas de hoy) para considerar solvente las conclusiones del estudio.
Estas incongruencias, elegidas entre otras muchas, junto a unos antecedentes de serios errores en los informes presentados en 1995, no s¨®lo por la aparici¨®n de condiciones irrepetibles como se excusan los autores, restan credibilidad a la nueva y coincidente conclusi¨®n. Es muy complicado realizar previsiones para tan largo plazo en las que influyen variables de dif¨ªcil cuantificaci¨®n, algunas imposibles seg¨²n nuestro criterio al tratarse de prestaciones a percibir por personas que todav¨ªa ni siquiera han comenzado su carrera laboral. Pero a¨²n as¨ª, como m¨ªnimo ser¨ªa necesario conocer cu¨¢les han sido las modificaciones manejadas por los autores para cambiar la conclusi¨®n en tan significativo margen.
La argumentaci¨®n de los articulistas se apoya en una cadena inexorable: la baja tasa de natalidad repercutir¨¢ en una escasa creaci¨®n de riqueza al no disponer de suficiente poblaci¨®n (aut¨®ctona) en edad de trabajar. Para ellos, lo ¨²nico inamovible son sus propias cuentas negativas sobre el sistema de reparto, que como se ha demostrado suelen variar con frecuencia. Una advertencia, si las previsiones de los articulistas sobre el crecimiento del PIB hasta 2050 fueran ciertas, el principal problema no ser¨¢n las pensiones sino como sobrevivir hasta el d¨ªa de la jubilaci¨®n.
Parece poco inteligente negar a la sociedad su capacidad de reacci¨®n ante problemas tan graves. As¨ª, ante la actual baja natalidad se deben adoptar medidas para recomponerla (por encima del 1,5). La modificaci¨®n en los h¨¢bitos de las personas / unidades familiares vendr¨¢ dada por disponer de estabilidad en el empleo, viviendas asequibles, conciliaci¨®n de la vida laboral y familiar, prestaciones econ¨®micas de protecci¨®n a la familia y servicios de dependencia para hijos y personas mayores. Esta pol¨ªtica diferente, incompatible con rebajas desequilibradas del IRPF y estabilidad presupuestaria despu¨¦s de renunciar a 800.000 millones al a?o, se puede y se debe acompa?ar de una pol¨ªtica de inmigraci¨®n m¨¢s flexible e integradora.
Junto a esta pol¨ªtica de anticipaci¨®n es preciso adaptar el sistema p¨²blico a las necesidades de los ciudadanos, combinando la mejora de las actuales prestaciones sin perder de vista la viabilidad financiera del conjunto del sistema en los pr¨®ximos cincuenta a?os. CC OO y UGT han colaborado en este objetivo en los a?os precedentes y lo seguir¨¢n haciendo en el futuro. As¨ª, considera factible asegurar en 2050 prestaciones medias de 200.000 ptas constantes del 2000 (ahora son 79.000 ptas.) a casi 14 millones de personas (7,6 en este momento), con un esfuerzo del 11,3% del PIB (8,65% en 2000), siempre que ¨¦ste crezca a una tasa media anual del 2,5% durante el periodo, un porcentaje incluso inferior al mantenido en los ¨²ltimos treinta a?os y al establecido por la propia Uni¨®n Europea para asegurar la estabilidad del futuro (2,7%). El margen del segmento contributivo aumenta si se tiene en cuenta que una parte del gasto se debe financiar a trav¨¦s de impuestos.
Es obvio que se va a producir un envejecimiento de la poblaci¨®n pero frente al catastrofismo no justificado, cabe pensar que, como ha sucedido en la historia, es posible adoptar medidas que lo sigan haciendo solvente. En este camino, a corto plazo se debe finalizar la separaci¨®n de las fuentes de financiaci¨®n en un periodo razonable, crear un fondo de reserva suficiente, y flexibilizar el acceso a la jubilaci¨®n para las personas con carreras profesionales largas estableciendo coeficientes reductores equilibrados. A la vez, es necesario avanzar en la convergencia de reg¨ªmenes y adaptar la estructura organizativa de la Seguridad Social.
El sistema de reparto con pensiones m¨¢s dignas y viabilidad financiera, puede convivir con sistemas complementarios de acceso voluntario, no por miedo a la quiebra del actual sistema.
La creaci¨®n de riqueza y su justa distribuci¨®n debe ser el objetivo colectivo, pero no s¨®lo para asegurar el sistema de pensiones p¨²blico sino para converger con los pa¨ªses m¨¢s desarrollados de la Uni¨®n Europea y poder mejorar la calidad de vida. Ninguna experiencia ha demostrado que los sistemas privados de capitalizaci¨®n colaboren a esta tarea con mayor ¨¦xito que los de reparto y, sin embargo, est¨¢ demostrado que reducen la equidad.
Jos¨¦ Luis S¨¢nchez Garc¨ªa y Pedro D¨ªaz Chavero son Secretario de Pol¨ªtica Institucional de CCOO y Secretario Ejecutivo Confederal de UGT.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.