Kasp¨¢rov y K¨¢rpov reviven su pugna
Cinco duelos por el t¨ªtulo mundial y 171 partidas marcan la mayor rivalidad de la historia
Anatoli K¨¢rpov y Gari Kasp¨¢rov se odiaron y se necesitaron durante mucho tiempo para mantener una rivalidad ¨¦pica, tal vez la mayor en la historia de todos los deportes: 171 partidas entre s¨ª, cinco duelos por el t¨ªtulo mundial entre 1984 y 1990, m¨¢s de 600 horas enfrentados en un escenario. Los dos gladiadores se encontrar¨¢n ma?ana de nuevo en la primera ronda del Ciudad de Linares. Kasp¨¢rov, de 37 a?os, llega con la obligaci¨®n de ganar. K¨¢rpov, de 49, no tiene nada que perder, y su estado de forma es una inc¨®gnita.
Si se cuentan las horas que habr¨¢n dedicado a pensar en el otro, el resultado final tendr¨¢ cuatro cifras. ?dolos de masas en la URSS, s¨ªmbolos de la vieja guardia y la perestroika, sometidos a presiones espantosas de todo tipo durante sus enfrentamientos, millonarios en dinero y admiradores, radicalmente distintos en todo, K¨¢rpov y Kasp¨¢rov han mantenido una pugna que va mucho m¨¢s all¨¢ del estricto ¨¢mbito del deporte.
El primer duelo comenz¨® en Mosc¨² el 10 de septiembre de 1984 y termin¨® sin vencedor el 15 de febrero de 1985, cuando el filipino Florencio Campomanes, presidente entonces de la Federaci¨®n Internacional (FIDE), decidi¨® cancelarlo bajo fuertes presiones de las autoridades deportivas sovi¨¦ticas. Despu¨¦s de 48 partidas en cinco meses, K¨¢rpov ganaba por 5-3 (se jugaba a seis victorias, los empates no contaban) pero hab¨ªa perdido las dos ¨²ltimas con claros s¨ªntomas de agotamiento.
Tal vez no se sepa nunca qu¨¦ presiones fueron m¨¢s fuertes. Los rectores del Comit¨¦ de Deportes de la URSS y el presidente de la Federaci¨®n Sovi¨¦tica de Ajedrez, el excosmonauta Vitaly Sebasti¨¢nov, disimulaban a duras penas su simpat¨ªa hacia el h¨¦roe nacional K¨¢rpov. Pero Kasp¨¢rov tambi¨¦n ten¨ªa fuertes apoyos: entre ellos, el de Gu¨¦idar Al¨ªyev -director del KGB en Azerbaiy¨¢n y muy influyente en el Kremlin- por motivos de paisanaje, y el de Alex¨¢nder Y¨¢kovlev -'n¨²mero dos' del Gobierno de Mija¨ªl Gorbachov- porque ve¨ªa en el joven ajedrecista a un s¨ªmbolo de la perestroika. Campomanes nunca aclar¨® qui¨¦n le oblig¨® a tomar la decisi¨®n, si es que alguien lo hizo de forma expresa.
El duelo fue bautizado como "el que nunca existi¨®", pero constituy¨® una experiencia invalorable para Kasp¨¢rov. ?ste pag¨® su biso?ez y su excesivo arrojo ante un K¨¢rpov en plena forma, que ya dominaba por 4-0 tras 9 partidas. Kasp¨¢rov recibi¨® entonces un consejo de oro de su antiguo maestro, el excampe¨®n Mija¨ªl Botv¨ªnik: "Juega como si fueras ganando, no arriesgues nada. Tu resistencia f¨ªsica es mucho mayor que la de K¨¢rpov". ?ste cometi¨® el error de intentar ganar por 6-0 para que su adversario recibiera un golpe psicol¨®gico del que le resultara muy dif¨ªcil recuperarse. En consecuencia, tampoco arriesg¨®, a pesar de su enorme ventaja, que se fue diluyendo. La cancelaci¨®n produjo tanta pol¨¦mica que el 'New York Times' dedic¨® un editorial a la decisi¨®n de Campomanes, anunciada en la rueda de prensa m¨¢s escandalosa de la historia de la URSS.
Vuelta a empezar. Kasp¨¢rov y K¨¢rpov reanudaron su enfrentamiento, con el marcador a cero y al mejor de 24 partidas, el 3 de septiembre de 1985 en el teatro Chaikovski de Mosc¨² con una enorme expectaci¨®n en los cinco continentes. La ¨²ltima partida fue uno de los combates ajedrec¨ªsticos de mayor significado hist¨®rico. K¨¢rpov, obligado a ganar, se lanz¨® al ataque con las piezas blancas; pero Kasp¨¢rov mantuvo la serenidad, contest¨® con una defensa brillante y pas¨® despu¨¦s al contraataque ante el delirio de los seguidores azerbaiyanos y armenios, controlados a duras penas en el patio de butacas por los rudos funcionarios del servicio de seguridad. Gari K¨ªmovich Kasp¨¢rov se convirti¨® en el decimotercer campe¨®n del mundo el 9 de noviembre de 1985 mientras sus familiares y seguidores lloraban de alegr¨ªa, y los allegados a K¨¢rpov de tristeza.
El tercer duelo, otra vez al mejor de 24 partidas, se celebr¨® en Londres y Leningrado (actual San Petersburgo) durante agosto, septiembre y octubre de 1986. Quienes esperaban una confrontaci¨®n puramente deportiva, sin los politiqueos y esc¨¢ndalos de las anteriores, sufrieron otra frustraci¨®n. Si hubiera que elegir un t¨ªtulo cinematogr¨¢fico, este fue el 'duelo de los esp¨ªas'. Seg¨²n se supo despu¨¦s, Kasp¨¢rov se traslad¨® de Londres a Leningrado con la fuerte sospecha de que alguno de sus analistas estaba pasando informaci¨®n a K¨¢rpov sobre las aperturas que se preparaban en equipo. A pesar de ello, el nuevo campe¨®n parec¨ªa tener un nuevo triunfo en su mano cuando ganaba por tres puntos de ventaja a falta de ocho partidas.
Pero, fuese por la tremenda capacidad de lucha de K¨¢rpov o por los supuestos esp¨ªas o por ambos factores a la vez, lo cierto es que el excampe¨®n gan¨® tres partidas seguidas e igual¨® el marcador en la 19?, provocando adem¨¢s un estado de aguda crispaci¨®n en el cuartel general de su adversario. Para entonces, el equipo de Kasp¨¢rov ya hab¨ªa tenido una baja en circunstancias extra?as: uno de sus analistas, Gennadi Timoschenko, volvi¨® desde Londres a un cuartel de Novosibirsk donde realizaba el servicio militar sin dar una explicaci¨®n convincente.
Inmediatamente despu¨¦s de las tres derrotas, Kasp¨¢rov expuls¨® a Yevgueni Vladim¨ªrov, a quien el entrenador Alex¨¢nder Nikitin hab¨ªa sorprendido semanas antes copiando los an¨¢lisis del equipo en un papel sin justificaci¨®n conocida, a pesar de que eso estaba tajantemente prohibido por Kasp¨¢rov. Vladim¨ªrov, que tambi¨¦n prestaba el servicio militar, en Alma Ata, compart¨ªa habitaci¨®n con Iosif Dorfman, que a?os m¨¢s tarde fue tambi¨¦n acusado, por el agente del KGB V¨ªctor Litv¨ªnov -quien se encargaba de la seguridad de Kasp¨¢rov- de haber sido sobornado por K¨¢rpov para pasar an¨¢lisis. Timoschenko, Vladim¨ªrov y Dorfman negaron siempre las acusaciones. Kasp¨¢rov revalid¨® el t¨ªtulo.
El cuarto encuentro entre los encarnizados rivales se celebr¨® en Sevilla y fue el m¨¢s emocionante desde el punto de vista deportivo, aunque la calidad de las partidas decay¨® con respecto a las anteriores.
Tambi¨¦n hubo incidencias extradeportivas: K¨¢rpov contrat¨® a un parapsic¨®logo, ?gor Dad¨¢chev, que antes hab¨ªa trabajado para Kasp¨¢rov; el excampe¨®n Mija¨ªl Tal fue obligado por las autoridades deportivas sovi¨¦ticas a volver a Mosc¨² desde Sevilla, adonde hab¨ªa viajado en calidad de comentarista para el p¨²blico, bajo la sospecha de que estaba ayudando secretamente a Kasp¨¢rov.
El inter¨¦s sin precedentes que despert¨® la ¨²ltima partida motiv¨® su retransmisi¨®n en directo por Televisi¨®n Espa?ola, durante siete horas en dos sesiones. Seg¨²n estad¨ªsticas oficiales, trece millones de espa?oles la siguieron. En un ambiente de emoci¨®n indescriptible, Kasp¨¢rov gan¨® ese combate el 19 de diciembre de 1987, igual¨® el marcador (12-12) y retuvo el t¨ªtulo porque el empate final favorec¨ªa al campe¨®n.
Pasaron tres a?os, y K¨¢rpov volvi¨® a ser el retador. El quinto duelo entre ambos comenz¨® en Nueva York el 7 de octubre de 1990, y termin¨® en Ly¨®n (Francia) el 31 de diciembre. La calidad del juego fue m¨¢s baja que nunca. Kasp¨¢rov anunci¨®: "Voy a machacar a K¨¢rpov". Pero s¨®lo se impuso por la m¨ªnima: 12,5-11,5.
Si se cuentan las partidas r¨¢pidas, el balance favorece a Kasp¨¢rov por 29 victorias, 20 derrotas y 122 empates. ?l jugar¨¢ como favorito las dos que disputar¨¢n en Linares, pero no podr¨¢ evitar una tensi¨®n adicional: su querido enemigo K¨¢rpov a¨²n no ha dicho la ¨²ltima palabra.
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