El Parlamento franc¨¦s debatir¨¢ la autonom¨ªa de C¨®rcega en contra de Chirac

El Parlamento comenzar¨¢ a discutir este proyecto en mayo. Tras el Consejo de Ministros, Chirac hizo una declaraci¨®n por radio y televisi¨®n en la que pidi¨® a los parlamentarios que enmienden 'sabiamente' el texto remitido por el Gobierno, bajo la advertencia de que, de lo contrario, ¨¦l lo recurrir¨¢ ante el Consejo Constitucional. Chirac se alinea as¨ª con los que equiparan la autonom¨ªa corsa al fin del principio de igualdad de los franceses ante la ley proclamada en 1789 y de la indivisibilidad de la Rep¨²blica, vigente desde 1792.

Chirac argument¨® contra el proyecto sentado a la cabecera del Consejo de Ministros. Aun declar¨¢ndose partidario de 'una nueva arquitectura de poderes y responsabilidades' y de 'un refuerzo de la democracia local que no puede limitarse a la regi¨®n de C¨®rcega', el jefe del Estado insisti¨® en que algunas disposiciones del proyecto gubernamental 'presentan un fuerte riesgo de inconstitucionalidad'.

Para Chirac, el primer riesgo es que C¨®rcega se aleje 'progresivamente' de Francia, 'como lo desean los partidarios de la independencia que han aportado su sost¨¦n al proyecto de ley'; y el segundo, que esas disposiciones sean reivindicadas por 'otras regiones', en una velada alusi¨®n al Pa¨ªs Vasco, Breta?a o Alsacia.

Pacto republicano

Para el jefe del Estado, si ese proceso sigue adelante, Francia 'dejar¨¢ de ser un pa¨ªs unitario en el que cada uno es igual delante de la ley votada por el ¨²nico Parlamento'. Esto supondr¨ªa 'cuestionar profundamente nuestro pacto republicano en un momento de nuestra historia en que debemos permanecer juntos y unidos para estar m¨¢s presentes, m¨¢s fuertes, m¨¢s influyentes en la Europa en construcci¨®n'. Argumento este ¨²ltimo particularmente curioso: al otro lado del Rin, y para temor de Francia, Alemania est¨¢ destac¨¢ndose en la carrera por el liderazgo europeo, sin perjuicio de existir como Estado federal.

Lionel Jospin rebati¨® a Chirac en la reuni¨®n del Consejo de Ministros: a su entender, este proyecto se ajusta a la Constituci¨®n. El actual primer ministro y casi seguro candidato a la presidencia est¨¢ pensando en un refer¨¦ndum para el a?o 2004, bien sea s¨®lo para una revisi¨®n definitiva del estatuto de C¨®rcega, bien para un proyecto m¨¢s amplio de reforma del Estado centralista que Francia conserva todav¨ªa.

A su vez, Jospin advirti¨® al jefe del Estado y a los grupos pol¨ªticos que se oponen a su plan: 'El proceso comprometido en C¨®rcega comienza a producir resultados: un retroceso de la violencia y una esperanza de soluci¨®n. A nadie le interesa comprometerlo'. El titular de Interior, Daniel Vaillant, remat¨® ante los periodistas el aviso del primer ministro con un recordatorio de que los anteriores Gobiernos de derecha 'no hab¨ªan tenido gran ¨¦xito' en la pol¨ªtica de combatir la violencia con una combinaci¨®n de 'represi¨®n y negociaciones secretas'. Paul Giacobbi, presidente del Consejo General de la Alta C¨®rcega, se preguntaba ayer, en declaraciones a Le Monde, por qu¨¦ Chirac no hab¨ªa defendido 'el pacto republicano' cuando 'un ministro pr¨®ximo a ¨¦l, Charles Pasqua, recib¨ªa a terroristas en su mesa', y atribuy¨® gestiones tambi¨¦n secretas a Jean-Louis Debr¨¦, otro ex ministro del Interior a¨²n m¨¢s pr¨®ximo a Chirac.

El enfrentamiento no se limita a las dos cabezas del poder ejecutivo. Al mantener el rumbo hacia la autonom¨ªa corsa con firmeza, Jospin obliga a definirse a la mayor¨ªa parlamentaria que sostiene su Gobierno. Ya sufri¨® la dimisi¨®n de Jean Pierre Chev¨¨nement como ministro del Interior por este plan pol¨ªtico. Henri Emmanuelli, que en el ¨²ltimo congreso socialista de Grenoble encabez¨® una corriente minoritaria de izquierda, no ha ahorrado cr¨ªticas contra el proceso corso. Los Verdes lo apoyan, por el contrario, y los comunistas mantienen un perfil bajo sobre este asunto. A la derecha, la Uni¨®n por la Rep¨²blica (RPR) se manifiesta oficialmente unida como una pi?a con Chirac; la centrista UDF se muestra m¨¢s tibia, y el l¨ªder de los liberales, Alain Madelin, apoya el proyecto de autonom¨ªa, aunque espera que sea retirada 'la obligatoriedad' de aprender la lengua corsa.