La dif¨ªcil campa?a socialista
El PSOE lucha en el Pa¨ªs Vasco por conseguir un perfil propio y por romper la imagen de que ya est¨¢ todo pactado
La direcci¨®n socialista, tanto en Madrid como en el Pa¨ªs Vasco, se prepara para hacer frente a la que ser¨¢ una de las campa?as electorales m¨¢s complicadas de su historia reciente. Primero, por las condiciones de peligro f¨ªsico en que se va a desarrollar, y segundo, por la enorme dificultad que a va tener para marcar un perfil propio y no dejarse arrastrar por la imagen que transmite el PP (y una buena parte del propio PSOE) de que todo est¨¢ ya hecho y que no existe otra posibilidad que el pacto poselectoral con los populares.
El intento de asesinato del concejal socialista de Ordizia ha dejado a¨²n m¨¢s claro, si era posible, que ¨¦sta es una campa?a marcada por la violencia y la coacci¨®n. Los socialistas, que han sido hist¨®ricamente muy capaces de movilizar a sus afiliados en las grandes ciudades y en los peque?os pueblos para pedir el voto casa por casa o bar a bar, se encuentran ahora con que en muchas localidades de Euskadi su actividad es pr¨¢cticamente clandestina.
El miedo, que afectaba desde hace a?os a los afiliados y simpatizantes del PP, ha alcanzado tambi¨¦n a los militantes del PSOE, que, en algunos pueblos, se ven obligados a reunirse a horas extra?as en domicilios particulares, huyendo de los locales, cerrados, del partido. En la inmensa mayor¨ªa de estos pueblos no existe posibilidad de hacer m¨ªtines y la campa?a se tendr¨¢ que limitar a env¨ªos por correo o a los medios de comunicaci¨®n. La propaganda electoral va a ser casi clandestina, algo que enferma de rabia a muchos socialistas, que ven c¨®mo sus antiguos socios del PNV se mueven en esas mismas localidades con gran facilidad.
En este ambiente, resulta evidente que amplios sectores de los socialistas vascos se sienten unidos a sus compa?eros de sufrimiento, los populares, y que personalidades del PSE como Rosa D¨ªez o Javier Rojo est¨¢n decididas a que su partido d¨¦ por cerrada, ya antes de las elecciones, cualquier posibilidad de acuerdo con el PNV.
Incluso algunas personalidades socialistas menos inclinadas inicialmente a ese acuerdo estiman que ya no hay vuelta atr¨¢s y que ha sido el PNV el responsable de haber colocado al PSOE en una situaci¨®n no buscada ni querida de llegar pactos con el PP, su adversario natural en todas las dem¨¢s zonas de Espa?a.
Otro sector de los socialistas pelea, sin embargo, por lograr que la direcci¨®n del partido mantenga abiertas v¨ªas de di¨¢logo con el PNV, por muy dif¨ªciles e improbables que parezcan en este momento. Se trata de dise?ar una estrategia de 'centralidad' que recuerde que el pacto antiterrorista firmado con el PP no incluye un acuerdo poselectoral y que permita soportar durante los casi ochenta d¨ªas que va a durar esta largu¨ªsima campa?a el permanente 'tironeo' de los populares.
Pr¨¢cticamente todos los dirigentes socialistas, partidarios o no del acuerdo con el PP, creen que ese pacto ser¨¢ inexcusable en el caso de que los populares logren m¨¢s esca?os que el PNV o que los no nacionalistas rocen, en conjunto, la mayor¨ªa absoluta del Parlamento vasco. En el caso de que existan combinaciones distintas, el grupo m¨¢s reacio a ir junto a los populares admite que un acuerdo con el PNV depender¨¢ fundamentalmente de que los nacionalistas, en la negociaci¨®n que se abra el d¨ªa 14 de mayo, est¨¦n dispuestos a dejar claro que no intentar¨¢n alcanzar el '¨¢mbito vasco de decisi¨®n' por otros mecanismos que no sean el propio Estatuto y la Constituci¨®n.
Ese cambio, para ser cre¨ªble tanto en el Pa¨ªs Vasco como en el resto de Espa?a, exigir¨ªa el protagonismo de personalidades nacionalistas que ahora est¨¢n en segundo plano y una reflexi¨®n muy profunda en el PNV; dos cosas que, en este momento, rechaza la actual direcci¨®n.
Los socialistas se enfrentan en esta largu¨ªsima campa?a a otra realidad insoslayable: la repercusi¨®n que puede tener en la imagen de los populares en el resto de Espa?a la formaci¨®n de un gobierno PP-PSOE en el Pa¨ªs Vasco. 'Es indudable que un gobierno de coalici¨®n ser¨ªa un ¨¦xito para la estrategia dise?ada por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar y su equipo hace ya varios a?os', afirma un alto dirigente del PP.
'Aznar se siente muy satisfecho con todo lo que ha logrado, y con raz¨®n', asegura esa misma fuente, 'porque nadie le va a poder quitar estos ocho a?os de gobierno nacional ni le va resultar f¨¢cil a ning¨²n otro dirigente popular conseguir resultados como los de las ¨²ltimas elecciones generales, con lo que Aznar tendr¨¢ garantizada su influencia en el partido en el futuro'.
'Si se consigue un gobierno vasco de coalici¨®n PP-PSOE supondr¨ªa que Aznar habr¨ªa alcanzado su segundo gran objetivo', afirma este miembro de la ejecutiva popular. ?Y si no lo logra? 'Si no se logra porque el PP no alcanza los resultados previstos, es decir si es achacable a nosotros mismos, el partido sufrir¨ªa un gran golpe, el primer golpe verdaderamente serio en mucho tiempo'.
La campa?a electoral vasca ser¨¢ tambi¨¦n observada con atenci¨®n por los distintos barones socialistas y por el aparato del partido en general, porque se trata de la primera ocasi¨®n en la que el nuevo secretario general, Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero, tendr¨¢ que hacer frente a un escenario tan complicado y aparecer como el creador e impulsor de una 'estrategia de Estado'. Y tambi¨¦n ser¨¢ la primera ocasi¨®n en que tendr¨¢ que rodearse, dentro de la nueva ejecutiva, de un n¨²cleo duro que le acompa?e en ese camino y que se vaya convirtiendo en un aut¨¦ntico punto de referencia y centro de poder en el PSOE.
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