La patronal gallega justific¨® con facturas falsas cursos para formar parados

Antonio Ramilo, ex alcalde franquista de Vigo, antiguo senador de AP y firme aliado del Gobierno gallego y de su presidente, Manuel Fraga, para quien lleg¨® a pedir el voto en las ¨²ltimas elecciones, dimiti¨® de su cargo tras culpar a su secretario general de todas las irregularidades financieras de la CEG. El secretario, Rafael S¨¢nchez Sostre, hab¨ªa abandonado el puesto unas semanas antes, en el verano de 2000, cuando una auditor¨ªa interna revel¨® el desastroso estado de las cuentas de la entidad. Durante 1999, la CEG ni siquiera pudo cerrar su contabilidad, para lo que adujo un fallo en el sistema inform¨¢tico.

Desde 1996, la CEG recibi¨® unos 3.200 millones de pesetas del Gobierno gallego para formaci¨®n de parados, mientras que el Forcem - organismo p¨²blico gestionado por sindicatos y patronal que subvenciona cursos para trabajadores- le entregaba unos 80 millones anuales.

Para la organizaci¨®n de esos cursos, S¨¢nchez Sostre entr¨® en contacto con el empresario Jos¨¦ Manuel Lorenzo, quien, a partir de 1998, se encarg¨® de aportar los locales y el material necesarios. Lorenzo comenz¨® a prestar servicios para la patronal con su empresa Euroges 97, constituida en 1996 y cuyo objeto social era el 'comercio al por mayor de materias primas agrarias, productos alimenticios, bebidas y tabacos'. En 1998, Lorenzo fund¨® otra empresa, Estudio Global de Gesti¨®n SL, oficialmente dedicada a actividades inmobiliarias y que se sum¨® a la prestaci¨®n de servicios a la CEG para organizar cursillos.

A pesar de que la patronal dispon¨ªa en su sede de Santiago de tres aulas para impartir cursos, S¨¢nchez Sostre prefiri¨® alquilar otros tres locales donde tienen su domicilio las empresas de Lorenzo. Por dos de esos locales, de 350 metros cuadrados y situados en el ¨¢rea comercial del pol¨ªgono de viviendas de Fonti?as, la CEG pagaba un alquiler mensual de un mill¨®n de pesetas, cuando el precio medio, seg¨²n agentes inmobiliarios consultados, es de 1.000 pesetas por metro. Lorenzo niega que el precio sea abusivo ya que, previamente, tuvo que hacer una fuerte inversi¨®n para acondicionar las aulas.

Facturas sin justificar

Muchas de las facturas a nombre de las empresas de Lorenzo que constaban en la contabilidad de la CEG no estaban debidamente justificadas. Este peri¨®dico tiene en su poder una decena de facturas duplicadas, que estaban incluidas en la contabilidad de la patronal con el mismo n¨²mero de serie y la misma cantidad pero justificadas por diferentes conceptos. Ejemplo: la factura 23 / 98 de la empresa Estudio Global de Gesti¨®n, de 2 de septiembre de ese a?o, por un importe de 1.283.926 pesetas, figura en los archivos la CEG con dos versiones: 'materiales y log¨ªstica, comidas y alquiler mobiliario y equipo inform¨¢tico', y 'alquiler de equipos inform¨¢ticos, mobiliario, plantas y fax y mantenimiento fotocopiadora'. Lorenzo niega que su empresa emitiera facturas duplicadas: 'Alguien pudo copiar el modelo y hacerlo en un ordenador no s¨¦ con qu¨¦ clase de inter¨¦s'.

En la contabilidad de la CEG constan otras tres facturas (m¨¢s de 16 millones) por servicios que nunca se hicieron. En enero de 2000, Estudio Global de Gesti¨®n pas¨® al cobro 10.036.404 pesetas por la contrataci¨®n de personal para el proyecto Galem -fomento del uso del gallego entre los empresarios- que no se llev¨® a cabo. Lo mismo ocurri¨® con el plan Cooperaci¨®n Net, por el que Lorenzo pas¨® dos facturas por 6.535.426 pesetas. El empresario afirma que nunca lleg¨® a cobrar. Seg¨²n su versi¨®n, la CEG le encarg¨® esos trabajos y, cuando estaba con los preparativos, le pas¨® la factura con el presupuesto que necesitaba. Como los proyectos no siguieron adelante, Lorenzo asegura que anul¨® las facturas en la contabilidad de sus empresas.