Previstas tres ejecuciones en EE UU en el d¨ªa contra la pena capital

Ajamu Baraka, director en EE UU del Programa para la Abolici¨®n de la Pena de Muerte, dijo que el hecho de que las ejecuciones hubieran sido fijadas para ayer simbolizaba 'el desprecio de Estados Unidos hacia la opini¨®n internacional cuando se trata de justicia y decencia moral sobre el problema de la pena de muerte'. La pol¨¦mica sobre la pena de muerte en Estados Unidos se intensific¨® desde que hace un a?o el gobernador del Estado de Illinois estableciese una moratoria sobre las ejecuciones despu¨¦s de confirmarse que m¨¢s de una decena de condenas a muerte hab¨ªan sido dictadas err¨®neamente. 'La pena de muerte es cruel, inhumana y degradante, sea el condenado culpable o inocente', dijo Baraka. El Tribunal Supremo de Estados Unidos reimplant¨® el castigo en 1976 y desde entonces han sido ejecutados 698 asesinos convictos, 145 de ellos en Tejas durante los seis a?os que George W. Bush fue gobernador.

Amnist¨ªa inform¨® ayer que desde 1973 un total de 95 personas han sido sacadas de los corredores de la muerte despu¨¦s de confirmarse su inocencia. 'Otros han enfrentado la muerte pese a las dudas sobre su culpabilidad', agreg¨®. El primero en ser ajusticiado ayer deb¨ªa ser Stephen West, de 38 a?os, condenado a la pena capital por el asesinato de una mujer y su hija de 15 a?os. Pero en el ¨²ltimo momento, West cambi¨® de parecer y decidi¨® apelar la sentencia pocas horas antes de su electrocuci¨®n en una penitenciar¨ªa del Estado de Tennessee. 'La ejecuci¨®n ha sido cancelada tras recibir su solicitud de apelaci¨®n', manifest¨® un portavoz oficial de la penitenciar¨ªa de Knoxville. Uno de los abogados de West indic¨® que ¨¦ste hab¨ªa accedido a que se presentase una apelaci¨®n ante un tribunal federal, despu¨¦s de negarse a cualquier medida en su favor y pedir que se le ejecutara, tal como estaba programado. West deb¨ªa ser el primero de los tres convictos cuya ejecuci¨®n estaba programada para ayer.

Los otros dos ejecutados durante el d¨ªa de ayer deb¨ªan de ser Thomas Akers, en el Estado de Virginia, y Robert William Clayton, en Oklahoma. Akers, quien decidi¨® no apelar, fue condenado por el asesinato de un hombre en 1999, en tanto que Clayton recibir¨¢ el m¨¢ximo castigo por el asesinato en 1985 de una mujer. Seg¨²n Amnist¨ªa, tanto Akers como West sufren graves problemas psicol¨®gicos. Clayton ha mostrado indicios de ser retrasado mental.

Desde 1977 se han registrado alrededor de medio mill¨®n de asesinatos en Estados Unidos, lo que, seg¨²n AI, demuestra que las 700 ejecuciones son decididas por un sistema dominado por la arbitrariedad, la discriminaci¨®n y el error. 'Es una loter¨ªa letal de la que EE UU deber¨ªa avergonzarse y tendr¨ªa que ser condenada por otros pa¨ªses', afirma AI. Entre los ejecutados hab¨ªa menores, enfermos mentales, personas a quienes se neg¨® una representaci¨®n legal adecuada, extranjeros que no tuvieron acceso a sus derechos consulares y acusados cuya culpabilidad contin¨²a en duda, agrega. 'No hay pruebas de que se haya evitado un solo crimen con esta pol¨ªtica', dijo AI. 'El macabro absurdo es que el sistema crea m¨¢s v¨ªctimas, las familias de los condenados'.