Seducidos por 'Betty la fea'
Un culebr¨®n colombiano se convierte en un fen¨®meno de masas y de debate en 22 pa¨ªses de Latinoam¨¦rica
Betty es fea, desgarbada, cegatona, torpe y, para completar su imagen especial, no puede evitar el tono chill¨®n de su voz. Con estos atributos ha logrado no s¨®lo convertirse en la mujer m¨¢s querida y admirada de miles de telespectadores colombianos, sino en verdadero ¨ªdolo en m¨¢s de 22 pa¨ªses donde ha sido vendida la telenovela Betty la fea. Muchos de sus episodios han provocado amplios debates sociales, hasta el punto de que para no pocas personas se ha convertido en un s¨ªmbolo reivindicativo.
La fealdad de Betty es, para sus admiradores, la clave del ¨¦xito de este culebr¨®n que se emite d¨ªa a d¨ªa tras la dosis cotidiana de violencia del noticiero de uno de los canales privados de televisi¨®n y que consigue la fidelidad cotidiana del 50% de los telespectadores colombianos.
La novela naci¨® en octubre de 1999 sin mayores pretensiones. Incluso con el temor de sus creadores, conscientes de que corr¨ªan un riesgo al romper el patr¨®n de la protagonista hermosa, tan lejana a la mujer del mont¨®n.
La historia transcurre en Ecomoda, una empresa familiar de dise?o. En este marco, por el que desfilan modelos con implantes de silicona, choca el aspecto de Betty. Pero ella, por su lealtad y su talento en el mundo de las finanzas, se hace indispensable en los planes poco escrupulosos de su jefe para cubrir los descalabros financieros de la empresa. Betty, que suspira en silencio por ¨¦l -un machista irremediable-, cae en la trampa .
M¨¢s de una vez, Betty ha desatado en el pa¨ªs debates y airadas protestas en editoriales de prensa y columnas de opini¨®n de los m¨¢s importantes peri¨®dicos. Cuando La fea se enfrent¨® al dilema de recibir o no un soborno de 80.000 d¨®lares (unos 15 millones de pesetas), m¨¢s de uno anunci¨® que dejar¨ªa de pertenecer al club de admiradores del melodrama si Betty ced¨ªa a la tentaci¨®n del dinero f¨¢cil. Incluso se dice que el presidente Pastrana escribi¨® al guionista para solicitarle que Betty no contraviniera las normas morales.
'?Por qu¨¦ los colombianos somos tan morales en la ficci¨®n y tan corruptos en la realidad?', fue la pregunta que se plante¨® el experto en medios de comunicaci¨®n Germ¨¢n Rey cuando se dio esta pol¨¦mica. Fernando Gait¨¢n, el tambi¨¦n padre de Caf¨¦ con aroma de mujer, que fue ¨¦xito en varios pa¨ªses, es el creador de La fea . En mil y una entrevistas ha dicho que utiliza la oficina de Ecomoda como 'espacio para contar la historia de esa Colombia que se levanta a trabajar, que viaja en autob¨²s, que sale de rumba, que tiene hijos, que vive en un pa¨ªs atroz'.
Pero no todos la alaban. Los que la critican aseguran que, salvo la fealdad de la protagonista, la telenovela recurre a la manida f¨®rmula de la pobre que se enamora de su rico y apuesto jefe. Con una agravante: Armando -as¨ª se llama el jefe-, su socio Mario y otros de los personajes masculinos representan la m¨¢s burda expresi¨®n del machismo y la utilizaci¨®n de la mujer.
'Al principio me parec¨ªa que Gait¨¢n iba a construir una solidaridad entre las mujeres, pero finalmente cay¨® en los estereotipos del pr¨ªncipe azul, las hadas madrinas, las brujas insoportables, las chismosas en busca de marido y todo lo dem¨¢s', coment¨® en una entrevista Florance Thomas, directora del grupo de investigaciones Mujer y Sociedad de la Universidad Nacional. 'Para m¨ª, Betty se acab¨® en el quinto cap¨ªtulo. Despu¨¦s se qued¨® sin discurso', concluy¨®.
Muchos creen adem¨¢s que Gait¨¢n se arriesg¨® a medidas, pues la actriz que encarna a Betty, Ana Mar¨ªa Orozco, es una mujer hermosa. 'Desde el comienzo se sab¨ªa que la fea se iba a volver bonita', se queja la estudiante de cine y televisi¨®n Amalia Duque. Para ella, la novela se qued¨® sin rumbo.
Y esta transformaci¨®n ya ocurri¨®. Desde noviembre pasado, en el marco del Reinado Nacional de la Belleza -s¨ªmbolo del desmedido poder que da en este pa¨ªs medir 90-60-90-, Betty cambi¨®. Ahora es una mujer bella, preocupada al m¨¢ximo por su apariencia. Muchos analistas han mostrado su desencanto. Se traicion¨® la idea inicial, dicen. En ¨²ltimas, el mensaje ser¨¢ el de siempre: es necesario ser bonita para poder conquistar.
El final de La fea es el secreto mejor guardado de la televisi¨®n colombiana. Sea lo que sea, Betty la fea pasar¨¢ a la historia como la novela que, con bajos costos, ha generado m¨¢s impacto, y como la novela que ha logrado derrotar en audiencia la retransmisi¨®n de un partido de la selecci¨®n Colombia frente a su archirrival Argentina.
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