Mejor Jesul¨ªn que Ortega Cano en la reaparici¨®n

Comedido, sereno y confiado. As¨ª regresa Jesul¨ªn, que ayer se recre¨® en su reaparici¨®n, cortando tres orejas. A Ortega Cano, que tambi¨¦n volv¨ªa a los ruedos, se le not¨® inactividad, aunque el p¨²blico agradeci¨® sus ganas. Era una cita taurina con expectaci¨®n y hasta cierto glamour.

Despacito, despacito, despacito. As¨ª comenz¨® Jesul¨ªn su faena. Casi a ritmo de ballet, con aplomo, sosiego y decisi¨®n encar¨®, tras dos a?os de reposo, la que ser¨¢ su decimotercera temporada. Lance¨® con confianza, domin¨® al toro y derroch¨® aplomo y autoestima ante un astado bonito, pausado y adornado. La mejor secuencia la firm¨® con la muleta, sin precipitaci¨®n, con las dos manos. Hasta advirti¨® que su intento de estocada se lade¨® y con reflejos sac¨® la espada para acertar despu¨¦s con una media ca¨ªda, suficiente para oreja.

Hab¨ªa enganchado con la grada, as¨ª que se aguard¨® con expectaci¨®n su segunda faena. La inici¨® un tanto acelerado, pero pronto recuper¨® el control. Lig¨® pases de pecho, cambi¨¢ndose de mano, y fue creci¨¦ndose, seguro, candencioso y alegre en su toreo.

No se encontr¨® c¨®modo Ortega Cano. Arranc¨® frente a un ejemplar noble y pronto. Tore¨® con temple sobre los dos pitones, pero el viento le impidi¨® salir fuera y fue diluy¨¦ndose, sin sacar lo que lleva dentro. Sin cuadrar al toro, se precipit¨® a la hora de entrar a matar. Con el semblante serio, fr¨ªo, recibi¨® al cuarto, un toro anovillado, distra¨ªdo, que complic¨® a¨²n m¨¢s una desacertado toreo de capa. Se enrabiet¨®, tir¨® de gestos y gritos frente a un astado bravo, que humillaba y repet¨ªa, con trabajo para aguantar la embestida. M¨¢s gestos de autoconvencimiento, miradas al p¨²blico y muchas ganas en una faena de m¨¢s a menos.

Espartaco brind¨® a sus dos compa?eros de terna, un ejemplar ligero, bonito, que qued¨® a medias, humillando mucho. No termin¨® de entregarse el toro, acost¨¢ndose por el lado derecho. Insisti¨® Espartaco por el izquierdo y tuvo su premio con una estocada perpendicular. Iban cayendo las orejas con el personal entregado y los toreros con ganas de complacer entre faenas voluntariosas y momentos de calidad, y entr¨® en escena el quinto, un astado bronco y corto de fuerzas. Insisti¨® Espartaco, lo sac¨® fuera, aguant¨® embestidas espurias. Muy motivado, pero sin continuidad en una faena larga que vio un aviso.