El jard¨ªn 'marciano' de Mariscal

El dise?ador valenciano Javier Mariscal ha ingeniado un jard¨ªn 'casi marciano' para abrigar al futuro teatro de M¨®stoles. Lucir¨¢ ¨¢rboles de 18 metros de altura y un metro de ancho, dos felinos gigantescos a la entrada y otras figuras en las que el artista mezclar¨¢ la naturaleza con lo artificial. Todas las piezas constar¨¢n de estructuras met¨¢licas con tierra en el interior, de la que florecer¨¢n enredaderas vivas. El c¨®ctel pone 'a cien' al art¨ªfice. 'Al ver las estructuras met¨¢licas y las enredaderas juntas piensas: ?qu¨¦ ¨¢rbol m¨¢s cojonudo y qu¨¦ raro!', coment¨® el viernes en M¨®stoles, orgulloso de que su jard¨ªn pueda exhibir, por ejemplo, un boj de 18 metros de altura. Para forjar los pasillos, el artista ha pensado en dunas (vegetales, claro), y para dar prestancia antigua a la entrada va a colocar una especie de gatos enormes. 'Siempre me monto mis historias y pens¨¦ que en los tiempos romanos o visigodos, no s¨¦, aqu¨ª habr¨ªa un bosque de encinas con animales salvajes; as¨ª que con estos felinos o leones estoy recuperando esas ra¨ªces', manifest¨®. No en vano, lo que el concejal de Cultura, Iv¨¢n Garc¨ªa, del PSOE, encarg¨® a Mariscal fue un dise?o que dotara de se?as de identidad a M¨®stoles. 'Hac¨ªa falta', record¨® el alcalde, Jos¨¦ Mar¨ªa Arteta, 'una nueva forma de concebir la ciudad tras a?os de urbanismo cuantitativo m¨¢s que cualitativo; de hacer las cosas de forma precipitada, porque las demandas eran muchas, y la inmediatez, asfixiante'. Para la mutaci¨®n eligieron a Mariscal, 'un lujo para M¨®stoles', a juicio del regidor. 'Y un riesgo', seg¨²n advirti¨® el propio dise?ador, porque el proyecto es pionero y extra?o: 'La gente se preguntar¨¢ si es jardiner¨ªa, escultura o paisajismo'. Un riesgo para el pagador y para el dise?ador, mas no para los futuros inquilinos. 'He presentado el proyecto con los dibujitos ¨¦stos amariconados que hago yo, pero detr¨¢s hay un equipo de arquitectos y paisajistas que har¨¢n que los ¨¢rboles gigantes no se caigan ni con vientos de m¨¢s de 200 kil¨®metros por hora', tranquiliz¨®.

Mariscal conf¨ªa en que el jard¨ªn fascine, cuando menos, a los ni?os -'el p¨²blico m¨¢s inteligente y elegante'-, porque desde lejos se quedar¨¢n impresionados por las figuras y desde cerca, por suerte, les parecer¨¢n estructuras sin atracci¨®n, 'por lo que no tratar¨¢n de comerles la oreja a los gatos', brome¨®. Id¨®neo tambi¨¦n para los ni?os ser¨¢ el parque que adornar¨¢ la trasera del teatro, zona que iba destinada a aparcamiento en el proyecto inicial, pero que cambi¨® por acuerdo entre el dise?ador y los mun¨ªcipes. '?Ya es hora de que M¨®stoles deje de ser un parking de camas!', exclam¨®.

El proyecto pasar¨¢ del papel a la parcela del centro de M¨®stoles (unos 1.000 metros cuadrados, incluido el teatro) a finales del a?o 2002 o principios de 2003, si se cumplen las previsiones del alcalde. El coste del jard¨ªn ser¨¢ de unos 300 millones, con lo que el nuevo teatro al completo saldr¨¢ por un precio de alrededor de 1.000 millones de pesetas.

Con vistas a los al¨¦rgicos a las innovaciones de dise?o y a los catastrofistas, Mariscal avis¨®: 'El d¨ªa de la inauguraci¨®n, esto ser¨¢ un jard¨ªn reci¨¦n plantado; es decir, que dentro de dos, cinco, diez o veinte a?os ser¨¢ m¨¢s cojonudo que ahora'. Depender¨¢, entre otros factores, de la salud de las plantas. Mariscal se comprometi¨® a mimarlas, ahora y despu¨¦s: 'Vendr¨¦ de vez en cuando a contarles cosas'.