Lluvia de 'c¨®cteles m¨®lotov' contra la sede de 'El Correo' en Bilbao
Atacada la sede del diario con al menos una docena de artefactos
La fachada trasera de la sede de El Correo en el barrio bilba¨ªno de Bolueta da a una zona de campas y huertas sin apenas iluminaci¨®n. Poco despu¨¦s de las diez de la noche, cuando una treintena de periodistas trabajaban en el cierre de la edici¨®n del domingo, comenzaron a llover c¨®cteles m¨®lotov que impactaron en el edifico incendiando los toldos que protegen de la luz y el calor las ventanas de la redacci¨®n. Los propios trabajadores apagaron las llamas con los extintores que hay en el propio edificio y avisaron a la Ertzaintza, a la Polic¨ªa Municipal y a los bomberos.
No se ha establecido de momento cu¨¢ntos artefactos lanzaron los atacantes pero se contaron al menos una docena de botellas.
Seg¨²n inform¨® a Efe un portavoz de El Correo, uno de los artefactos incendiarios dio directamente contra una ventana cuya cristalera qued¨® destrozada y que algunos quedaron empotrados en el enrejado de la verja de protecci¨®n. Esta fuente agreg¨® que los c¨®cteles tuvieron que ser impulsados por alg¨²n mecanismo que sirviera de "cohete" para que pudieran alcanzar esa zona, a la altura de un segundo piso.
Pese a que entr¨® algo de humo en la redacci¨®n del peri¨®dico, ninguno de los empleados precis¨® asistencia m¨¦dica. "Se ha quedado en un buen susto", coment¨® un periodista de El Correo . Por la escasa iluminaci¨®n de la zona desde la que actuaron los terroristas y la rapidez con que ejecutaron el atentado nadie pudo ver siquiera cu¨¢ntos eran los atacantes.
Sexto atentado
Los peri¨®dicos del grupo Correo han sido objeto de otros seis ataques, dos de ellos con c¨®cteles m¨®lotov arrojados contra la sede en San Sebasti¨¢n de El Diario Vasco y contra los locales de El Correo en Getxo. Los terroristas tambi¨¦n colocaron un artefacto en la puerta del domicilio de los padres de un redactor jefe.
El ¨²ltimo ataque contra una sede de esa grupo de comunicaci¨®n ocurri¨® en julio pasado, cuando la milagrosa intuici¨®n de un trabajador de la delegaci¨®n de El Correo en Vitoria evit¨® que una bomba colocada en un pasillo dentro de una mochila causara heridos.
Un colaborador del diario que se dirig¨ªa a los aseos observ¨® una mochila verde gris¨¢cea en una rinc¨®n. El periodista not¨® olor a quemado y alcanz¨® a ver por una abertura "una especie de brasa", con toda seguridad la mecha del artefacto.
Tras avisar a la recepcionista, tuvo el reflejo de apartarla hacia el interior cuando la mujer ya se dispon¨ªa a salir hacia el pasillo a verificar de qu¨¦ se trataba.
En ese mismo momento explot¨® el artefacto. La puerta blindada se incendi¨® pero evit¨® que la explosi¨®n afectase al interior de las oficinas.
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