Arte cofrade como salida laboral
Un grupo de 32 malague?os aprenden oficios relacionados con la Semana Santa en un taller de empleo
Esther L¨®pez, de 26 a?os, es trabajadora participante del m¨®dulo de Imaginer¨ªa en el taller de empleo de la Cofrad¨ªa malague?a del Prendimiento. No es simplemente una alumna, ya que, aunque est¨¦ aprendiendo el oficio de la escultura y la talla, desde el primer d¨ªa cobra un sueldo y medio del salario m¨ªnimo interprofesional. Ella es diplomada en Magisterio en la rama de Ciencias Humanas. Ya hab¨ªa participado en otros cursos similares y era una peque?a iniciada en la creaci¨®n de las im¨¢genes. Es hermana de la Cofrad¨ªa del Calvario y piensa que este arte es un pasatiempo que puede convertirse en profesi¨®n.
Aqu¨ª se inicia en todos los procesos, desde el dibujo -esencial para el estudio de vol¨²menes- al barro, la talla en madera, la policrom¨ªa y la terminaci¨®n de las piezas. El objetivo de este m¨®dulo es crear dos im¨¢genes para el conjunto escult¨®rico de la instituci¨®n.
El Instituto Nacional de Empleo subvenciona esta escuela que tiene otras tres ¨¢reas, adem¨¢s de la Imaginer¨ªa. Durante un a?o los alumnos aprenden bordado en hilo de oro, orfebrer¨ªa artesanal y sastrer¨ªa. 'Esto naci¨® a ra¨ªz del hermanamiento con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, cuando lo encabezaba Manuel Pimentel, quien nos ofreci¨® la posibilidad de, en nuestra acci¨®n social, crear un taller que diera trabajo a una serie de malague?os que lo necesitasen', dice Jaime Gallego, hermano mayor del Prendimiento. 'Esperamos que al t¨¦rmino del curso, que dura un a?o, puedan obtener un puesto de trabajo, ya sea formando una empresa propia o trabajando en otras', a?ade.
Dolores Rodr¨ªguez, de 57 a?os, aprende a bordar en oro. Entre sus dedos y el dedal se deslizan materiales nobles para pintar de formas y colores la Semana Santa malague?a. Antes de entrar en el Prendimiento era ama de casa. Su marido y sus tres hijos le apoyan para que siga con el oficio, a pesar de haber comenzado ya a una edad un poco m¨¢s avanzada de lo usual. 'De soltera ya hab¨ªa bordado, pero nunca lo hab¨ªa hecho con oro. Aqu¨ª he aprendido mucho. Me encantar¨ªa seguir perfeccionando todas las t¨¦cnicas y poder colocarme', asegura Dolores. Desde las 8 de la ma?ana hasta las 3 de la tarde las mujeres, que tienen entre 25 y 58 a?os, bordan un manto de camerino de Mar¨ªa Sant¨ªsima del Gran Perd¨®n, adem¨¢s de los pa?os de bocina.
Eduardo Campos es el monitor de sastrer¨ªa, un m¨®dulo en el que, como el bordado, mandan las mujeres. ?l las instruye para que el a?o que viene los nazarenos luzcan sus t¨²nicas y capas nuevas. Tambi¨¦n coser¨¢n las ropas de las figuras que se van a crear en imaginer¨ªa. Entre un sonido constante de m¨¢quinas y una radio de fondo van, puntada a puntada, aprendiendo un oficio.
Desde otra habitaci¨®n, llegan al pasillo los golpes de la sala destinada a la orfebrer¨ªa. '?ste es un campo bastante desconocido. En esta ¨¢rea se aprenden casi todas las artes: dibujo, modelado, repujado, joyer¨ªa..., de todo un poco', afirma el monitor Alejandro Correro. 'Yo creo que un a?o cuesta trabajo que lo aprendan todo', a?ade. El objetivo es dise?ar y modelar las cabezas de varal del trono del Cristo y la corona de la Virgen. Todo hay que hacerlo paso a paso. 'Primero, cogemos un chap¨®n de lata liso y a partir del dibujo se pica. La chapa se va modelando y cuando est¨¢n preparadas las piezas se sueldan para montarlas seg¨²n el dise?o art¨ªstico', explica Alejandro. Y el resultado se ver¨¢ en la calle. Entre saetas y romero, al paso de los portadores, ser¨¢ donde realmente cobre significado todo el esfuerzo que realizan estos malague?os que, adem¨¢s de estar sensibilizados con la Semana Santa, intentan rescatar del olvido estos laboriosos oficios artesanales.
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