Baselitz antepone la literatura y la m¨²sica al arte en las influencias que alientan su obra
El IVAM enfrenta 17 pinturas y 13 esculturas del artista alem¨¢n en una exposici¨®n
Diecisiete pinturas y trece esculturas componen la muestra centrada, precisamente, en enfrentar la relaci¨®n de ambas disciplinas en la obra de este artista nacido en 1938. Grandes lienzos y rotundas piezas escult¨®ricas representan temas recurrentes en sus obras, como las distintas partes del cuerpo humano, como la cabeza o el pie. A excepci¨®n de la cabeza realizada en madera en 1979, que abre el recorrido expositivo, el resto de las obras pertenecen a la d¨¦cada de los a?os noventa.
Las piezas de la exposici¨®n, que se clausurar¨¢ el 20 de mayo, han sido seleccionadas por el comisario de la misma, el director del IVAM, Kosme de Bara?ano, en estrecha colaboraci¨®n con el creador. Baselitz es 'uno de los grandes artistas europeos de la segunda mitad del siglo XX tanto en pintura como en escultura'.
Frente al expresionismo abstracto, a la ret¨®rica de la publicidad del pop y al calvinismo del minimal, para Baselitz la libertad formal surge a trav¨¦s de la destrucci¨®n de la forma, desde la misma entra?a de la pintura tradicional, se?ala las notas de la exposici¨®n. Ayer, el artista explic¨® que existe una tradici¨®n 'con la que no hay nada que hacer sino que ella se encarga de hacer para nosotros'. 'No todas las italianas son delgadas, como las mostraba Giacometti, pero s¨ª hay algo en com¨²n', apostill¨®.
As¨ª, el artista 'debe hacer lo que quiere, aquello de lo que proviene, desde sus or¨ªgenes y, sobre todo, reconocerlo'. Y a?adi¨®: 'Debe hacer algo que realmente no se necesite pero si est¨¢ ah¨ª es porque algo puede aportar'.
Cabezas de Picasso
Mirando al auditorio compuesto por informadores, Baselitz cambi¨® su tono de voz y con humor asegur¨® que ve¨ªa cabezas de Picasso. 'Me siento muy identificado con lo que veo; en Espa?a veo Picassos por todos lados y en Italia, Pieros della Francesca', coment¨®. A continuaci¨®n esboz¨® una sonrisa y expres¨® su deseo de que en Alemania 'la gente le viera a ¨¦l cuando mirara'.
Con cierto desinter¨¦s indic¨® que el expresionismo no le atrae especialmente, pero que se trata de un movimiento alem¨¢n y, por tanto, no tiene nada contra ¨¦l.
Alemania sali¨® a colaci¨®n durante la presentaci¨®n de la exposici¨®n. Originario de un peque?o pueblo fronterizo con Polonia del que adopt¨® su nombre art¨ªstico, Baselitz (Hans George Kern), se?al¨® que, tras la ca¨ªda del muro de Berl¨ªn en 1989, el pa¨ªs germano vivi¨® un momento de 'euforia' que se tradujo en el campo de la creaci¨®n art¨ªstica, pero que, transcurrida esa eclosi¨®n, los alemanes est¨¢n temerosos, 'no se quieren tanto como pensaban'. 'Es un pa¨ªs temeroso', concluy¨®, antes de manifestar que a la gente no se le pregunta realmente qu¨¦ es lo que quiere.
Tras escapar de los informalismos y de los nuevos realismos, Baselitz pone en cuesti¨®n en sus pinturas el hecho de la representaci¨®n, de la visi¨®n fotogr¨¢fica, dando la vuelta a las cosas a la hora de formalizarlas, al igual que Giacometti las adelgaza, apunta Bara?ano en las notas. Al mismo tiempo, en sus esculturas el artista se enfrenta a la convenci¨®n focalizando su atenci¨®n en la forma. Comparte con Miguel ?ngel el especial ¨¦nfasis en la fuerza de tallar y la sensaci¨®n de materialidad, de uso de los instrumentos. De ah¨ª, las claras huellas dejadas por las motosierras o del hacha.
La exposici¨®n Georg Baselitz. Escultura frente a pintura se ha dividido en cinco estaciones alrededor de dos ejes: la transferencia de motivos de la pintura a la escultura y la conexi¨®n tem¨¢tica entre el principio y el final del montaje, es decir, el paso de la cabeza al cuerpo y a la inversa, explic¨® la responsable del montaje, Maita Ca?am¨¢s.
En la primera estaci¨®n se centra en la cabeza cortada; la segunda, en el torso; la tercera analiza el volumen y la perforaci¨®n del torso, la huella de la broca frente a la mancha del pincel; la cuarta indaga en las esculturas planas de madera y los torsos de medio cuerpo pintados en rojo; la ¨²ltima, vuelve a la figuraci¨®n cl¨¢sica.
Bara?ano subraya a lo largo de la exposici¨®n los planteamientos similares entre la obra del artista alem¨¢n y la del escultor Julio Gonz¨¢lez, expuesta permanentemente en las salas paralelas del IVAM. En este sentido, destaca el retorno a la figuraci¨®n cl¨¢sica como un com¨²n denominador entre los dos artistas, as¨ª como las soldaduras en los hierros de Gonz¨¢lez y las huellas de los instrumentos en Baselitz.
La exposici¨®n se completa con un voluminoso y cuidado cat¨¢logo en el que se recogen textos del artista alem¨¢n y de diversos especialistas. Baselitz, por otra parte, se mostr¨® gratamente sorprendido por el taller did¨¢ctico en el que se acerca a los estudiantes a las t¨¦cnicas del artista.
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