El Depor asalta el ¨²ltimo basti¨®n italiano
San Siro pone a prueba la dimensi¨®n europea del novato campe¨®n espa?ol, al que le basta un empate para eliminar al Milan, ¨²nico representante que le queda al 'calcio' en los torneos continentales
El Deportivo se enfrenta esta noche (20.45, TVE-1) a su definitiva prueba de madurez. Si en Espa?a no quedan dudas sobre la consistencia del proyecto deportivista, al que ya nadie se atrever¨ªa a despachar como un ef¨ªmero brote, ahora es la ocasi¨®n para verificar su competencia en la escena internacional, para dar otro salto cualitativo y encaramarse a la cima de Europa. Todas las circunstancias se confabulan para brindar al Deportivo la oportunidad de consagrarse ante el continente al que asombr¨® con su epopeya de hace una semana contra el PSG: el escenario (San Siro, un monumento del f¨²tbol mundial), el adversario (el hist¨®rico y opulento Milan) y la competici¨®n por equipos m¨¢s importante del planeta, a cuyos cuartos de final puede acceder el club gallego justo en el a?o de su deb¨². Para ello necesita un empate en Mil¨¢n. Nada m¨¢s. Nada menos.
En cierto modo, en el duelo de hoy en San Siro entre el compungido Milan y el exultante Deportivo se pone en juego algo m¨¢s que los prestigios individuales de dos clubes. Si el equipo de Javier Irureta sale con ¨¦xito del desaf¨ªo, Italia, que ya no tiene equipos en la UEFA, se quedar¨¢ sin representaci¨®n en los cuartos de final de la Copa de Europa, por segundo a?o consecutivo, mientras el f¨²tbol espa?ol volver¨¢ a contar con tres clubes entre los ocho mejores del continente. Es decir, otra palada de tierra sobre el hoyo en que se est¨¢ sepultando el calcio. Esta competencia entre las ligas espa?ola e italiana no es una simple pugna por orgullos patrioteros, sino una confrontaci¨®n entre dos visiones del f¨²tbol: el viejo maquiavelismo contra ese juego mestizo y de mentalidad abierta que ha germinado en los ¨²ltimos a?os en nuestro campeonato. Nadie mejor para representar esta moderna fusi¨®n ib¨¦rica que un equipo nuevo en la Copa de Europa y cuyos ¨¦xitos encarnan la metamorfosis experimentada por el campeonato espa?ol.
Una densa bruma pintaba ayer un Mil¨¢n fantasmag¨®rico, y algo de esa sensaci¨®n se col¨® tambi¨¦n en la sala de prensa de Milanello, la ciudad deportiva del augusto club rojinegro. Porque la causticidad de la prensa italiana y el estoicismo del entrenador del Milan, Alberto Zaccheroni, invitaban a dudar de la identidad de los dos equipos que se enfrentan esta noche: el s¨ªmbolo futbol¨ªstico del pr¨®spero norte italiano, el conjunto con el segundo mejor historial del continente -cinco copas de Europa-, el club propiedad de uno de los hombres m¨¢s ricos del pa¨ªs y probablemente pr¨®ximo primer ministro -Silvio Berlusconi-, contra el representante de una ciudad de la periferia espa?ola de apenas un cuarto de mill¨®n de habitantes y que nunca ha hecho nada en Europa. A pesar de todo eso, en Milanello no hab¨ªa ayer el menor asomo de altivez, y ni siquiera se escuchaban las inevitables apelaciones al peso de la historia. En un momento de la rueda de prensa del entrenador italiano, una periodista le coment¨®: 'La opini¨®n p¨²blica piensa que ser¨ªa un milagro que ganara el Milan'. Nadie pareci¨® sorprenderse de la afirmaci¨®n, incluido Zaccheroni, quien apenas acert¨® a replicar: 'S¨®lo necesitamos un 1-0'.
El Milan llega a este partido bajo la amenaza de ruina total. No tiene ya la menor posibilidad de disputar el t¨ªtulo de la Liga italiana, su entrenador sabe que le pueden echar en cualquier momento y San Siro se ha convertido en una pesadilla para el equipo, que no gana en casa un partido europeo desde el 13 de setiembre y s¨®lo ha logrado vencer en dos de la competici¨®n nacional. Pero ya se sabe que los rivales heridos son en ocasiones los m¨¢s peligrosos, y el Milan se juega esta noche casi toda la temporada. Aunque puede alegar algunas bajas que le restan seguridad -probablemente, el meta Abbiati y el defensa Costacurta-, la lista de titulares, empezando por Maldini y terminando por Shevchenko, neutraliza toda excusa.
En el otro extremo de la galaxia vive el Deportivo, feliz en su peque?o planeta. No hab¨ªa m¨¢s que fijarse en los rostros durante el vuelo de ayer a Mil¨¢n: sonrisas, bromas, relajaci¨®n... Hasta el parte de bajas est¨¢ en blanco. Pero, debajo de la euforia, late la desconfianza. Porque Irureta y su plantilla no olvidan la historia. El instinto de supervivencia de todo equipo italiano conceden posibilidades al Milan, que ya gan¨® en Riazor por 0-1. En lo futbol¨ªstico, la cosa cambia bastante. V¨¦ase uno de los posibles duelos en el centro del campo: Mauro Silva contra Gattuso, dos tipos muy fuertes f¨ªsicamente. Uno, el brasile?o, tambi¨¦n juega muy bien al f¨²tbol; el otro se dedica a chocar con el contrario.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.